Cellorigo, La Rioja (España)

 
 
 
 

 

 

DOS ARABISMOS DEL SIGLO XI

En el Becerro del Monasterio de Valbanera (Logroño)1, recopilado a principios del siglo XII y que contiene en su mayoría documentos redactados en la centuria anterior, encontramos diversos arabismos, algunos ya conocidos por otras fuentes (almud, alboroc, etc.)- Vamos a fijarnos en dos de ellos que no se encuentran registrados2.

Uno es açuteiçi 3, que aparece en dos casos: «Et accepi pretio... uno eral et açuteiçi de trico et tres arençatas de uino» (pág. 558, doc. del año 1081); «Et accepi pretio... uno eral et tres solidos et açuteiçi de ordio» (pág. 559, año' 1081). Se encuentra también usado en el Cartulario de San Millán de la Cogolla (ed. Luciano Serrano, Madrid, 1930): «et uno pulero aut sexdecim solidos argenti et azudeiz de tritico et azudeiz de ordio» (pág. 264, año 1086). Se trata, sin duda alguna, del árabe sudaysa, con artículo as-sudaysa 4, diminutivo de suds 'sexta parte'5. Es, pues, una más en la lista de voces que indican medidas tomadas del árabe (celemín, arroba, azumbre, etc.). Fonéticamente, la adaptación de los sonidos árabes a la grafía latina va de acuerdo con lo que sabemos por otros casos: el sin fué transcrito generalmente por ç y z e imitado por los sonidos romances más semejantes a él así escritos (africados y no fricativos), por ejemplo: säqiya > acequia, sukkar > azúcar. Que en los ejemplos de Valbanera tengamos, a juzgar por la grafía, sonidos sordos ç y t frente a los, al parecer, sonoros de San Millán z y d, no debe sorprendernos: en primer lugar, las grafías de sordas y sonoras no estaban bien diferenciadas antes del siglo XIII 6; luego, el Becerro de Valbanera, como otros textos riojanos y castellanos primitivos, tiene marcada predilección por las grafías que ordinariamente representan sonidos sordos (por ejemplo: dupplatas, deuito, kapra, bites, acora 'agora', etc.). No nos interesa ahora decidir si estas grafías son reflejo de hábitos cultistas al escribir, o si son consecuencia de la especial relación y funcionamiento de sordas y sonoras en el romance contiguo al territorio vascuence. En cuanto al vocalismo de açudeiçi, tampoco cabe señalar anormalidades, aunque era de esperar en castellano e como resultado de ay (comp. alcocel, albufera, etc.), y no el grado anterior ei (típico del occidente: port. alcoceifa); bien es verdad, que hay ei en otros arabismos no diminutivos: aceituna, albéitar.

La otra palabra es raxe, rexe (o resce), rixe, que aparece (con esas diferentes vocalizaciones) numerosas veces en el Becerro de Valbanera, y, que sepamos, nunca en otros textos, salvo un par de ejemplos en el Cartulario de San Millán7. He aquí algunos casos: «Data rouorationis raxe octo denarios regios» (pág. 554, año 1080); «in precio... duodecim solidos de argento, et in raxe VIII panes et III kamelas de uino et in carne ses arienzos» (página 593, año 1089); «pretio XX solidos et II anolios; una puerka et solido de ariento in resce» (pág. 519, año 1078); «pretium... duas bakas paritas, in resce uno carnero» (pág. 521, año 1078)8, «et accepi de te pretio quanto michi placuit: dúos bobes et tres bakas, una ex ipsis cum filia, et in resce III solidos et médium» (página 535, año 1079); «precium... XXXª et II solidos et sua rexe» (pág. 592, año 1086); «XXXª solidos cum sua rexe» (pág. 596, año 1102); «cum sua rexe» (pág. 599, año 1109); «II solidos et medio in ríxe» (nota marginal del doc. año 1078, pág. 530). Es evidente que rexe (la grafía sc es, como se sabe9, equivalente de x) indica lo que se da de más en una venta, al parecer, generalmente, en especie; por tanto, un sinónimo de la robla asturiana, del alboroeque, de la alifara aragonesa. En efecto, en el mismo Becerro de Valbanera aparece con el mismo sentido la voz robratione-. «III karapitos dederunt in illa robratione» (pág. 466, año 1035); «et in roboratione kamela de uino et III panes et uno keso» (pág. 509, año 1073); «et in roboracione tres kamellas de uino et VII panes et medio carnero» (pág. 511, año 1075). También se halla el arabismo alboroque:. «VIII solidos cum suo albarok» (pág. 493, año 1068); «con sua albaroc» (pág. 511, año 1075); «in albarac III argenzos» (pág. 515, año 1077). En otros documentos parece distinguirse entre alboroque (o rexe) y roboración, como parece dar a entender el ejemplo citado arriba (nota 7) y este otro, también de San Millán: «In albaroc acepi quinque camelas de vino in duodecim argentos et quinqué argentos in carne, et in roboratione decem camelas de vino in tres solidos de argento et duodecim panes et carne valente viginti argentos» (año 1037, Cartulario San Millán, pág. 124). Lo que no aparece en el Becerro de Valbanera es alifara, que con el mismo sentido es muy frecuente en documentos orientales, por ejemplo en los «Documentos para la reconquista y repoblación del valle del Ebro» (publicados por Lacarra en EEMCA), donde se dan las siguientes formas: aliala (año 1121), alífala (1124), aliara (1126), alifara (1135), balifala (1137), allibala (1141), alígala (1146), balihara (1149); así: «et comedimus aliala in pane et uino et carne IIII solidos» (EEMCA, II, pág. 494), «et bibimus aliala II dineros in uino» (id., II, pág. 499), «sunt testes et comeditores de ista aliala» (id., II, pág. 541). Alguna vez aparecen palabras latinas equivalentes: «precio... XVI solidos cum sua iantare» (id., III, pág. 505, año 1098), «precio LV solidos cum mea ientare» y «cum consueto prandio» (id., III, pág. 554, año 1129)10.

Parece, pues, que rexe tuvo una extensión geográfica muy restringida; no encontramos su uso fuera de los documentos riojanos de Valbanera y San Millán. Creemos que se trata de un arabismo claro: de la raíz ršw tenemos el sustantivo rašwa (o rišwa) 'presente, regalo', de cuyo plural rišá se tomaría la palabra que comentamos.

 

 

NOTAS

1 Publicado por Manuel Lucas Alvarez en Estudios de Edad Media de la Corona de Araqón, IV, págs. 451-6)7, Zaragoza 1950. Citaremos por esta paginación.

2 No se hallan ni en A. Steiger, Contribución a la fonética del hispano-árabe y de los arabismos en el ibero-románico y el siciliano, Madrid 1932, m en E. K. Neuvonen, Los arabismos del español en el siglo XIII, Helsinki, 1941, aunque ambos vocablos se citan en el Cartulario de San Millán, ed. Serrano, Madrid 1930, págs. XIV, 264, 250, 281.

3 Lo señala ya como arabismo, pero sin indicar su étimo ni su significación, Manuel Alvar, «El Becerro de Valbanera y el dialecto riojano del siglo XI», en Archivo de Filología Aragonesa, IV (1952), pág. 177. El ejemplo que citamos del Cartulario de San Millán ya lo aduce Alvar en su estudio.

4 Citado en C. P. Caspari, Grammaire arabe (traduite de la quatrième édition allemande et en partie remaniée par E. Uricoechea), Paris 1881, § 316 rem. Bien es verdad, que nuestro arabismo postula la forma sudays y no sudaysa, pues -a se habría conservado, mientras la -i de Valbanera es mera vocal de apoyo de la consonante precedente.

5 Consultado por nosotros sobre la existencia de este vocablo en árabe, don Emilio García Gómez nos comunica amablemente que Dozy (Suppl. s. v.) registra suds 'sexta parte' como medida de capacidad en Nakūr. Nos complace agradecer este informe al insigne arabista.

6 R. Menendez Pidal, Orígenes del español, 3.ª ed., pág. 65.

7 «Et in resce sex panes et uno tozino et quattuor kamellas de uino» (ed. Serrano, pág. 250, año 1081), y «dedi ad vobis ómnibus raisce et roboratione» (id., página 281, año 1090).

8 Otra redacción de la misma venta, más latinada, dice: «pretium... duas baccis paritas, in rouoratione uno carnero» (pág. 522).

9 Orígenes del español, pág. 56.

10 La etimología de alifara es muy discutida. La que acepta Steiger y fué propuesta por Eguílaz va bien para el sentido, pero no es admisible por su fonética, como señala bien Corominas: fárah 'convite'. Dozy propuso jifara 'protección que se concede a personas', significación que difícilmente pasaría a 'convite', 'alboroque', y cuya f es raro desapareciera en Aragón. Por ello Corominas (Diccionario critico etimológico, s. v.) apunta la posibilidad de que se trate de una variante del cast. adehala 'propina, emolumento, lo que se da de más' <dajāla. La forma que apuntamos allihala podría indicar esta asimilación id>ll>l. Desde el punto de vista semántico, los ejemplos recogidos nos hacen pensar que originariamente no significaba cualquier cosa que se diera además del precio, sino de un convite en el que participaban los testigos: unas veces se indica la monta total del convite, otras de qué estaba éste compuesto, en ocasiones se nos dice dónde se efectuaba-, «et comedimus in alíala V sol. in pane et uino et carne in illa kasa de don Helias de Stela» (ΣΣMCA, II, pág. 489, año 1121), «et comedimus aliala in domo de Raol de Larresunna inter pane et uino et carne» (id., pág. 488). El alihalero de «sunt auditores et alihaleros» (año 1062, Orígenes del español, página 42) no creemos sea 'el que cobra la alifara' (Corominas), sino el que participa en ella: compárese con «sunt testes et comeditores de ista aliala», citado en nuestro texto.

 

 
 

DOS ARABISMOS DEL SIGLO XI

 

Archivum: Revista de la Facultad de Filología,
ISSN
0570-7218, Tomo 5, 1955 , pags. 127-131

 

E. ALARCOS LLORACH