El arte de la |
Durante muchos siglos el arte europeo fue tributario del bizantino, que transformando en esquemas más o menos rígidos el arte clásico de Roma y Grecia, se difunde en los territorios del imperio que los bárbaros habían invadido, y que poco a poco fueron cambiando a formas civilizadas de vida. La impronta bizantina fue mayor en la pintura, y naturalmente en la miniatura, que aún siendo en algunos casos sólo un arte menor, con simples intentos decorativos, con frecuencia es una verdadera pintura a tamaño reducido. Elementos bizantinos podemos encontrar, tanto en el arte carolingio como en el románico.
El arte románico precedido y prefigurado, primero, por el arte carolingio, y después, por el attoniano, florece y se difunde por las diversa regiones europeas durante los siglos XI y XII, con la universalidad del lenguaje que fue uno de los primeros fines perseguidos por Carlo Magno. Las condiciones espirituales, políticas y económicas de Europa ayudan al arte románico, esencialmente religioso, a difundirse por el continente al amparo de los benedictinos. La miniatura no queda al margen de estos movimientos que dejan atrás, poco a poco, los elementos comunes de su inicio, bizantinos,bárbaros y clasicos. Su cometido en este periodo románico será ilustrar con con escenas y personajes los textos de la Biblia, Salterios, Sacramentales o Evangelios, como lo harán los frescos y mosaicos de las paredes de las iglesias.Pintura y miniatura mantendrán la misma función didáctica pero trascenderán el aspecto religioso para interpretar el pensamiento medieval en su aspecto civil.
Desde la mitad del 'Duocento' un nuevo espíritu comienza a dominar en la pintura, que comienza a trasformarse como ya lo había hecho la arquitectura: los personajes se descuelgan de la caligrafía bizantina y en la búsqueda de una imagen más directa de la realidad, alcanzando altas cotas de gracia y armonía. Es imposible trazar una linea divisoria entre Románico y Gótico, el paso es gradual. La evolución como todo fenómeno artístico, responde a una transformación de la sociedad: religión y filosofía,cultura literaria y usos cotidianos. Esta trasformación que afecta a toda Europa, no es facil delimitar dónde comienza. Los diversos aspectos y características de las diversas regiones y escuelas se sobreponen presentando algunos rasgos específicos y otras tendencias comunes.
La miniatura en Italia recibe influencias externas antes que la pintura, por la mayor facilidad para transportar los códices. Padova y Bologna fueron los grandes centros de la producción literaria, ligada a las universidades, a cuyo servicio se transcribían los voluminosos códices de derecho civil y canónico.
La miniatura en el Renacimiento manifiesta su autonomía y originalidad, y casi siempre, denuncia la presencia del artista creador. Se dice que en esta época se convierte en pintura, y en muchos casos, contribuye a dar testimonio de su `hermana mayor` ante la pérdida o destrucción de las obras pictóricas.
Las siguientes miniaturas ilustran someramente lo que arriba indicamos; y con ellas hemos querido embellecer los textos de Gonzalo de Berceo. En las ampliaciones de cada una de ellas se incluye un pequeño comentario donde se reseña su procedencia y datación.