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RESUMEN
Este artículo ofrece una visión panorámica sobre las imprentas y los impresores en La Rioja durante los siglos XVI y XVII. Amplía el panorama general en el caso del impresor Juan de Mongastón. Aporta documentación original en el plano biográfico y en el de la producción del impresor. Analiza la calidad tipográfica de Las Eróticas (1618) de Esteban de Villegas. Palabras clave: Imprenta, impresor.
This paper gives an overview ofthe issue of presses and printers in La Rioja during the 16th. and 17th. centuries. It gives detailed Information about the primer Juan de Mongastón. It provides new and original documents on biographical aspects and on his printed work. Finally, it anlyses typographical in Esteban de Villegas's work Las Eróticas (1618).
Key words: Printing press, printer.
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La imprenta en La Rioja durante los siglos XVI y XVII.
Hacia 1500 aproximadamente llega a Logroño, procedente de Pamplona, el impresor alemán Arnaldum Guillermum de Brocado, que castellaniza su nombre en Arnao Guillen de Brocar. Con él no sólo comienza la historia de la imprenta en La Rioja, sino que se abre un capítulo importantísimo para el estudio de esta técnica en el siglo XVI 1. Sus implicaciones son extraordinarias. Brocar ha sido impresor en Pamplona entre 1489 y 1501. Tras su estancia en Logroño entre 1503 y 1517, dará simultáneamente a sus planchas, prensas y tórculos obras en Alcalá (1511-1521), en Valladolid (1515-1519) y Toledo (1518-1521). Ubica Brocar su taller logrones en la actual plaza de Francisco Martínez Zaporta, antigua calle de la Imprenta, y acomete entre 1503 y 1517 treinta y nueve impresiones 2. Las dos primeras datan de 1503 y conllevan el nacimiento de la tipografía en La Rioja. Son la Sacerdotalis instructio de Rodrigo Fernández de Santaella y el Líber de oculi morali de P. Lacepiera. A éstas sucede la impresión de seis obras de Elio Antonio de Nebrija, escritor que parece gozar de las preferencias de Brocar. Llaman la atención, en particular, las seis ediciones que de una misma obra, las Introductiones latinae, realiza por aquellos años en sus prensas logroñesas. El Sacramental (1504) del arcediano Sánchez de Vercial, la Cárcel de Amor (1508) de Diego de San Pedro, la traducción de Antonio Obregón de los Triunfos (1512) de Petrarca, la historia de dos enamorados, Flores y Blanca Flor (1512), el Cancionero (1513) de don Manuel de Urrea y la Crónica de Juan II (1517) de don Lorenzo Galíndez de Carvajal figuran entre las impresiones de Brocar en Logroño antes de que el cardenal Cisneros le reclame desde Alcalá para abordar la impresión de la Biblia Políglota Complutense. El traslado de Brocar no origina en la naciente industria riojana ninguna zozobra o cataclismo. Su puesto será ocupado por su yerno Miguel de Eguía (1527-1532) y por su hijo o nieto Juan de Brocar (1543), pero también por otros impresores y libreros, como Beltrán de Cornellet (1521-1535), Juan de la Carda (1521-1528), Juan de Medina (1530-1636), Francisco de Burgos (1532-1538) y Cristóbal (1537) 3. Diversas obras sin pie de imprenta, como las Epístolas familiares de Fr. Antonio de Guevara, el Confesional de Alfonso de Madrigal, el Tostado, o la Áurea Expositio de Nebrija, todas ellas realizadas en 1529, testimonian la existencia en Logroño de una floreciente actividad editorial. Miguel de Eguía, yerno y colaborador de Brocar, ha sido impresor en Estella en 1526. Desde allí se traslada a Logroño y continúa la edición de obras de Nebrija (1527-1529). En 1529 realiza, entre otras, dos impresiones del Corbacho de Alfonso Martínez de Toledo, arcipreste de Talavera, y el Libro de Marco Polo de Rodrigo Fernández de Santaella. El traslado de Eguía a Alcalá tampoco debilita la naciente industria riojana, pues la imprenta se ha asentado firmemente en Logroño. A los citados libreros e impresores de la primera mitad del siglo XVI se incorporan en la segunda Diego de Toledo (1563), Matías Mares (1588-1606), Tomás Porralis (1590) y Juan de Mongastón Fox (1599-1637). Matías Mares imprime en 1588 el Libro de Albeítería de Pero López Zamora y un compendio de pasos de Lope de Rueda que titula El Deleitoso. Las resmas de papel necesarias para la confección de ambas obras se las proporciona Francisco de Soria, uno de los papeleros logroñeses 4. La consolidación de la imprenta en Logroño en el siglo XVI pasa por la existencia de una sólida industria del papel. En la ribera del Ebro, la familia Soria posee un molino papelero, próximo a Logroño. Su papelería abastecerá a las imprentas de la ciudad hasta comienzos del siglo XVII. Otro molino papelero se halla en la localidad circunvecina de Lardero. Su propietario es Francisco Barnuevo (o Barrionuevo), cuya actividad se intensifica durante la última década del XVI y las primeras del XVII. Un tercer molino, situado en Baños del Río Tobía, proveía de papel a Nájera, a Santo Domingo de la Calzada y a sus centros religiosos 5. La imprenta de Santo Domingo de la Calzada debe su origen a Matías Mares y da indicios de actividad en la fecha de 1588. La de Nájera, algo más tardía, deberá su creación a Mongastón. La existencia en La Rioja de numerosos ríos y valles y la localización en ellos de pagos con los nombres de molinos y batanes permiten suponer que la actividad papelera fuera más amplia, sobre todo cuando, ante la falta de demanda, el molino papelero podía ser convertido fácilmente en molino harinero, almazara, batán o similares. A comienzos del siglo XVII dos impresores de origen francés, Matías Mares y Juan de Mongastón, dominan el panorama logroñés. Ambos utilizan el papel de Francisco Barnuevo 6. Continuando la tradición de Brocar, constituyen dinastías de impresores, que se extienden a lo largo de toda la primera mitad del siglo, e imprimen simultáneamente en varias localidades. Matías Mares lo ha hecho en Salamanca (1564-1566), Bilbao (1578-86), Logroño y Santo Domingo de la Calzada (1588), Irache y Pamplona (1595, 1606). En 1606 imprime en Logroño los Diálogos de apacible entretenimiento de Gaspar Lucas Hidalgo. Su hijo Diego Mares realiza impresiones en 1619. Juan de Mongastón, por su parte, es el primer impresor que centra su actividad librera en La Rioja. En Logroño asienta, entre 1599 y 1637, su taller principal, que expande a Nájera (1615-1624) y Haro (1627-1632) 7. Notables impresiones logroñesas serán la Historia de Nuestra Señora de Valvanera de Fr. Gregorio Bravo de Sotomayor (1619) 8 y el tristemente célebre Auto de Fe de 1611. No obstante, deberá su fama a sus prensas najerenses, donde realiza la Declaración magistral sobre los Emblemas de Alciato (1615) de Diego López y Las Eróticas (1618) de Esteban Manuel de Villegas. En Haro materializará obras con su hijo y maestro de imprenta, Pedro de Mongastón, que heredará las prensas logroñesas y realizará impresiones entre 1638 y 1639. Otra dinastía de impresores, los Valderrama, constituida por Juan Días de Valderrama y Bastida (1645-1659) y por José de Valderrama (1698) tomará el relevo de Mares y Mongastón en la segunda mitad de siglo y tratará de mantener intacta la industria editorial logroñesa.
La imprenta de Juan de Mongastón Fox. En 1961 publicó José Zamora Mendoza un artículo relativo a La imprenta en Logroño que intentaba complementar anteriores estudios de González, Hergueta y Lope Toledo sobre la misma materia 9. Ofrecía, sin pretensiones de exhaustividad, diversas noticias relativas a los Mongastón y a su imprenta. Determinados protocolos notariales eran sus fuentes. Aunque los primeros testimonios de la actividad del impresor Juan de Mongastón estén vinculados desde 1599 a Logroño, existen en 1591 noticias de una familia Mongastón, ubicada en la localidad de Igea, que se hallaba constituida por Juan de Mongastón, viudo de Catalina Sáenz Espinosa, y por sus hijos, Juan, Francisco y Úrsula 10. Un Francisco de Mongastón, residente en Logroño, emerge de una escritura de 1603 11. Diversos personajes con el nombre de Juan de Mongastón se localizan en Nájera. Uno de ellos, menor en días, aparece casado con Isabel de Prado el 24 de abril de 1620 12. En el acta bautismal del niño Juan de Mongastón, de 21 de octubre de 1524, se hallan registrados sus padres, Juan de Mongastón e Isabel del Castillo. Firma como testigo del nacimiento el capitán Bartolomé de Zuazola, hermano de Angela de Zuazola, cuñada de Esteban M. de Villegas 13. La ausencia de mención explícita en protocolos y libros parroquiales a la realidad laboral o profesional de los personajes citados impide delimitar con precisión su pertenencia a la familia de libreros del mismo apellido. En 1615, entre las composiciones laudatorias que dedican a Diego López, editor y comentarista de Alciato 14, se encuentra un soneto de Juan de Mongastón, hijo del Impresor, al Autor. Por tanto, existen al menos tres personajes con el mismo nombre y apellido, Juan de Mongastón, el anciano que habita en Igea en 1591, el impresor logrones (1599), najerino (1615) y harense (1627), y un hijo de éste, aficionado a la poesía. A falta de pruebas documentales, la rareza del apellido, que denota origen transpirenaico, permite únicamente advertir el paso y asentamiento por localidades riojanas de personajes con denominación común. Algunos de ellos acabarán constituyendo una familia de impresores y libreros. En julio de 1646 Úrsula Mares y Juan Díaz de Valderrama reclaman la imprenta logroñesa del licenciado Pedro de Mongastón, difunto, quien, a su vez, la había heredado de Juan de Mongastón, su padre. Mares y Valderrama, apellidos de impresores logroñeses, solicitan que se realice el inventario, pesado y tasa de los diversos útiles que componen la imprenta que fue de Juan de Mongastón. Salen a relucir las letras atanasias, las bastardas, parangonas, versales, trasversales, floreadas y redondas. Aparecen cajas repletas de tipos, puntos, comas, interrogaciones, quebrados y cuadratines, que son pesadas en libras y onzas. El censo queda concluido con la relación de cruces, viñetas, orlas y toda suerte de elementos gráficos auxiliares 15. Del inventario se deduce que ésta imprenta logroñesa de Juan de Mongastón y que sus tipos acabarán sirviendo a los Valderrama para realizar impresiones durante la segunda mitad del siglo XVII. Imprenta tan bien provista hubo de necesitar mano de obra abundante y especializada. Sin embargo, en Logroño debía escasear, porque, en abril de 1607, Juan de Mongastón contrata a Juan Loat, mozo catalán y oficial de imprenta, durante un año 16. Asimismo, Juan y Pedro de Mongastón, impresores de libros de Logroño, dan poder, en 1635, al padre de Martín de la Serna, Procurador General de la Compañía de Jesús en Valladolid, para que
La escasez de oficiales hábiles obliga al impresor a destinar miembros de su familia a tal menester. Surge así una dinastía de impresores que se hace cargo de las prensas de Logroño, Nájera y Haro a lo largo de la primera mitad del siglo XVII. La actividad de las prensas de Mongastón es incesante. En julio de 1611 recibe licencia del Consejo de Castilla para poder imprimir coplas, oraciones y romances que faciliten el aprendizaje de la lectura a los niños de Logroño:
Este conjunto de impresiones constituye la producción menor del impresor entre 1611 y 1630 aproximadamente. Simultáneamente realiza en Logroño impresiones de mayor densidad. Son la Historia de Nuestra Señora de Valvanera (1610), el Auto de Fe de Logroño (1611) y los comentarios al Cantar de los Cantares (1637) 19 en dos tomos, entres otras obras. De la primera de ellas, la Historia de Nuestra Señora de Valvanera, se ha conservado el compromiso contractual habido entre el impresor y Fr. Benito Marín, abad del monasterio de Valvanera. La edición se realizó en cuarto, en papel de calidad, como el elaborado por el papelero riojano Francisco Barrionuevo (a quien se cita), y alcanzó la tirada de 1500 ejemplares 20. Si a las prensas logroñesas cabe la impresión de libros religiosos, dogmáticos y didácticos, a las de Nájera parecen estar destinados los de letras humanas o humanidades. En Nájera se imprimen los Emblemas de Alciato y Las Eróticas de Esteban M. de Villegas 21. Mongastón utiliza en ambos casos idéntica tipografía. Domina la letra redonda romana o humanística de 2 mm. de altura y de 4 mm. para los astiles. El papel es de peor calidad en los Emblemas y carece de filigrana. Las Eróticas se abordan con cierto esmero compositivo, que decae progresivamente. El maestro impresor empieza utilizando capitales decoradas con grecas y orlas para los grafemas que encabezan los poemas. Paulatinamente va suprimiendo el decorado de las capitales y reduciendo su tamaño. En los libros de la segunda parte de Las Eróticas pasa a igualar las capitales iniciales con las mayúsculas y en el cuadernillo final, para que no queden páginas sin impresión, reduce el cuerpo del tipo, con lo que la composición de algunos sonetos, todos los epigramas y el libro de Las Latinas, evidencia falta de uniformidad con el resto de la obra. Diversas deficiencias (ausencia de alineación en cajas y rótulos, mezcla de tipos y letras, erratas variadas, etc.) afloran en otras partes de la obra. Aunque el resultado final de la impresión no se vea totalmente afectado por estas limitaciones tipográficas, llama la atención la ausencia de un criterio homogéneo de ejecución gráfica que lleve a obrar con coherencia al maestro impresor, a sus oficiales y aprendices. En este sentido, la impresión está descuidada, pues permite advertir la descoordinación tipográfica de los elementos que componen la obra a medida que ésta va avanzando hacia el final. Por ello, resulta chocante el contenido de la siguiente cuarteta de romance, que corresponde a la monóstrofe 64, dedicada al maestro de la emprenta:
Mongastón, ea, amigo,
Con las dificultades, advertidas documentalmente, para encontrar oficiales válidos y con las preocupaciones causadas al tener que dirigir simultáneamente tres imprentas, pertenecientes a otras tantas localidades, la vigilancia de Mongastón remitió y Las Eróticas, de la mano de este impresor itinerante, se realizaron con impericia o descuido. Acaso el largo proceso editor de esta obra, que consume más de dos años, no sea ajeno a la peripecia del impresor. Emblemas y Eróticas fueron costeadas por sus respectivos autores y se vendieron en Nájera, en cassa del Impresor. Mongastón, impresor y librero, hubo de establecer, pues, vínculos de avecindamiento en su persona o en la de sus hijos, y su apellido quedó registrado en los libros parroquiales de la iglesia de la Santa Cruz. Delimitar en ellos su genealogía es cuestión más complicada. En 1627 Juan de Mongastón Fox era el impresor de la villa de Haro. En diversos documentos, dados a conocer por Hergueta 22, solicita del mayordomo de esta villa cantidades que se le adeudan. Al frente de la imprenta de Haro sitúa, entre 1627 y 1632, a su hijo Pedro Mongastón, su maestro de escuela. En 1632 Pedro Mongastón realiza en Haro la primera parte de la Apología por San Millán de la Cogolla, patrón de España, de Fr. Martínez. A partir de este año se pierde en Haro la pista de ambos impresores, pero reaparece en Logroño, donde el licenciado Pedro de Mongastón se hace cargo de la imprenta de su padre.
NOTAS
1 José Mª. Lope Toledo. «La imprenta en La Rioja», enBerceo, LVI, pp. 313-330 (Logroño, 1960); LVII, pp. 447-480 (Logroño, 1960); LVIII, pp. 7-24 (Logroño, 1961); LIX, pp. 143-159 (Logroño, 1961); LXX, pp. 263-279 (Logroño, 1961). Para realizar el estudio de la imprenta en La Rioja durante los siglos XVI y XVII, Lope Toledo utilizó dos fuentes manuscristas, que transcribe literalmente. Son: Narciso Hergueta. Apuntes para la historia de la imprenta en Logroño desde el año 1503 hasta fines del siglo XIX, recogidos y ordenados por Don... I.E.R. Logroño. Pedro González. Apuntes para la historia de la imprenta en La Rioja. I.E.R. Logroño. En fichas. 2 Antonio Odriozola. «Obras impresas en Logroño por Arnao Guillen de Brocar», en Bibliografía Hispánica, n° 7. Julio-Agosto. Madrid, 1943, pp. 22-37. 3 Cesáreo Goicoechea. «Impresores, libreros y papeleros riojanos», en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, tomo LXVIII, I, pp. 143-176. Madrid, 1960, José Zamora Mendoza. «La imprenta en Logroño», en Berceo, 61. Logroño, 1961, pp. 423-436. 4 José Mª a Ramírez Bañuelos. «Los molinos papeleros en La Rioja (Siglo XVI)», en Revista de Folklore, n° 100. Ed. Caja de Ahorros Popular. Valladolid, 1989, pp. 133. 5 Ibid., p. 129. 6 Ibid., p.133. 7 Para la historia de la imprenta en Haro, véase Domingo Hergueta y Martín. Noticias históricas de la muy noble y muy leal ciudad de Haro. Diputación de Logroño, 1979. Es reproducción facsímil del original. Haro, 1906. 8 El contrato de impresión que vincula a Juan de Mongastón y a Fr. Benito Marín, abad del monasterio de Valvanera puede consultarse en Archivo Histórico Provincial de Logroño (en adelante, AHPL). Simón Martínez de León. Prot. 164. F. 190. 9 J. Zamora Mendoza. «La imprenta en Logroño». Art. cit, pp. 423-436. 10 AHPL. Alonso Martínez León. Prot. 86. F. 228. 11 AHPL. Alonso Martínez León. Prot. 98. F. 482. 12 Archivo Parroquial de la iglesia de la Santa Cruz. Nájera (en adelante, APSCNA). Libro de Casados. F. 32v. 13 APSCNA. Libro 3ºde Bautismos. F. 13r. 14 Diego López. Declaración magistral sobre ios Emblemas de Andrés Alciato con todas las Historias, Antigüedades, Moralidad y Doctrina tocante a las buenas costumbres. Por... Con Privilegio. Impreso en la ciudad de Nájera por Juan de Mongastón. Año de 1615. 15 AHPL. Martín de Castellanos. Prof. 399. F. 316. 16 AHPL. Simón Martínez de León. Prot. 164. F. 190. 17 AHPL. Bartolomé de la Vid. Prot. 311. F. 496. 17 AHPL. Bartolomé de la Vid. Prot. 311. F. 496. 18 Archivo de Simancas. Registro General del Sello. Documento de 8 de julio de 1611. Inédito. 19 Existe ejemplar en la Biblioteca Pública de Logroño. 20 AHPL. Simón Martínez de León. Prot. Prot. 167. F. 9. 21 Existe ejemplar de ambas obras en la biblioteca del Instituto de Estudios Riojanos de Logroño. 22 D. Hergueta y Martín. Noticias históricas. Ob. cit., pp. 365-366.
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