Vista panorámica del valle de San Millán, el pueblo de mismo nombre y el monasterio de Yuso


 

Móviles de Berceo
 


Brian Dutton 

 

 

Galeria cubierta sobre el claustro de Yuso y accesos a biblioteca y otras estancias

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"¿escribía Berceo puramente ars gratia artis? " 

       

     Si la respuesta no es una afirmación total, enseguida surge una serie de problemas, que estriban todos en el móvil básico que impulsó a Berceo la composición de sus obras. Menéndez Pidal expresa una opinión generalmente aceptada, a saber, que Berceo quería servir de intermediario entre la ciencia de los clérigos y la ignorancia del vulgo. Saca sus materias de los tratados en latín de la biblioteca del monasterio de San Millán de la Cogolla, y compone con ellas sus obras en cuaderna vía, «sin que al poeta se le ocurra alterar en lo más mínimo el relato hagiográfico, sino sólo adornarlo con imágenes y fraseología nuevas...». Su público es en esencia el de los juglares, y para publicar sus obras, tendría que recurrir a los «habituales propagadores de toda literatura», y estos juglares devotos recitarían sus obras en las romerías de los santuarios.
     [En cualquier caso, es necesario advertir que los santos cuyas vidas escribe Berceo están todos estrechamente vinculados al monasterio de San Millán de la Cogolla (en la Rioja, al sur de Nájera), donde el poeta se crió y verosímilmente ejerció como «notario» del abad Juan Sánchez (1209-1253). Aparte custodiarse en el cenobio las reliquias del propio fundador y patrón, también Santo Domingo de Silos -nacido en Cañas, junto al «barrio de Berceo»- había sido monje y prior de San Millán, mientras Santa Oria -- de la cercana Villavelayo-- se hizo allí «emparedada» y fue sepultada en la peña detrás del monasterio. San Millán, por otro lado, está «al pie de Sant Lorent»; y las coplas que faltan al Martirio de San Lorenzo posiblemente contenían los milagros póstumos del Santo --como ocurre en los demás relatos hagiográficos de Berceo-- y entre ellos había un portento que relacionaba a Lorenzo con San Millán y explicaba por qué se llama «de Sant Lorent» el pico que domina la región.] ¿Por qué, pues, se restringió Berceo a estos santos, sin escribir de otros santos de fama universal? Desde luego, no faltaban materias en la biblioteca de San Millán. Puesto que Berceo se limitaba a escribir las vidas de los santos emilianenses, podemos suponer, por ahora, que quería dar más publicidad a estos santos, y que los demás no le interesaban.
     Las tres obras dedicadas a Nuestra Señora son, a primera vista, de interés e importancia universales. Sin embargo, tenemos razones bien fundadas para indicar que hasta estas obras tienen especial relación con San Millán de la Cogolla: [por ejemplo, no sólo la nueva iglesia de San Millán de Yuso estaba dedicada a la Virgen, sino que incluso a ella -y no a San Millán- se consagró el altar mayor. ] En el claustro de Silos se halla la famosa imagen de Nuestra Señora de Marzo, y parece que había una imagen parecida en el claustro de Yuso, a la cual vendrían muchos peregrinos. Es a estos peregrinos a quienes se dirige Berceo en los Milagros (500): «Sennores e amigos, companna de prestar, / de que Dios se vos quiso traer a est logar. ..» .Había, por lo tanto, una devoción particular a la Virgen en Yuso, y en razón de esta devoción Berceo compondría sus obras marianas. [ ...]
     [A finales del siglo XII, por la competencia del gran número de nuevos centros de peregrinación, San Millán pasó por una etapa de declive. Los monjes supieron reparar las pérdidas -y con creces- por medio de una serie de documentos falsos forjados entre 1210 y 1250. La más significativa fue la falsificación del Privilegio de los Votos de San Millán, que se pretendía otorgado por Fernán González --en gratitud a la ayuda del Santo en la lucha contra los moros- para imponer a todos los pueblos de Castilla ya muchos de Navarra la obligación de ofrecer un tributo anual al monasterio de la Cogolla. La parte culminante y más extensa de la Vida de San Millán ( «lo más granado» del poema, según el propio autor) es justamente una recreación de tal Privilegio. Ahí, Berceo abandona su fuente principal -la Vita Beati Aemiliani de San Braulio, que había venido siguiendo con bastante fidelidad- y relata la historia de los Votos desarrollando libremente los datos del Privilegio, insertando episodios dramáticos, armonizando tradiciones locales sobre Fernán González y la batalla de Simancas-Hacinas-Toro, con vistas a propagar la fama del Santo y del monasterio y urgir el pago del tributo. Ya en las primeras coplas habla claramente de las donaciones a San Millán ( «verá a dó embían los pueblos so aver» ) y señala que quien oiga «el dictado» que va a narrar no se lamentará «de dar las tres meajas» que supone el satisfacer los votos.]
     En la copla 167, Berceo declara que los pagos debidos se especifican claramente en la fuente que emplea, a saber, el Privilegio de Fernán González, pero que, por alguna razón, las cosas han cambiado, y para mal: «Cada tierra qe deve, secund qe fue mandado, / dizlo el privilegio ond esto fue sacado- / mas non sé por qual guisa, ca todo es cambiado, / por qequiera qe sea es mucho grand peccado». No sólo era pecado grave no pagar los votos, sino que éstos no se pagaban. Este no pagar se hace muy claro a continuación: «Frómesta del Camino, cerca es de Fitero, / Ferrera con sus villas, Avia, la del otero, / devién ocho casados envïar un carnero, / assín lo enviavan en el tiempo primero» (468). Los verbos en esta copla son imperfectos, del tiempo pasado, y la frase adverbial «en el tiempo primero» indica que las cosas no seguían como antes cuando escribía Berceo. El tiempo de los verbos cambia al presente en el verso 469d: «Amaya con sue tierra, Ibía otro tal, / devién dar cada casa un cobdo de sayal; / tierra de Valdevielsso, el un e el otro val, / deven cada casado de lienço un cobdal». Berceo emplea el tiempo presente desde aquí en adelante para toda la lista de pagos debidos (coplas 470-474). Esta treta psicológica es muy hábil, pues Berceo familiariza, al principio, a su público con algo al parecer ya perdido en el pasado, para dar validez actual a lo que revela, cambiando el tiempo del verbo del imperfecto del pasado al presente. Continúa explicando que es difícil «en rimas acoplar» los nombres de todos los lugares que han de pagar, y que muchos de estos lugares ya están despoblados o entonces no se habían fundado, pero, a pesar de todo esto: «Granadas e menudas, por poblar e pobladas, / fueron en dar en esto todas pronuncïadas; / las qe non dan est voto, bien sean seguradas, / crean bien sines dubda qe fin. can perjuradas» (477). Esta copla resume lo dicho en 365d, [«dizre- des quil'retiene que faze gran peccado» ] , 464cd y 467. Los que no pagan los votos cometen un pecado grave, se exponen a ser descomulgados, y, para más, se hacen perjuros. La copla 478 introduce una amenaza de más consecuencias funestas: «Muchas veces udiemos dezir e retraer / que los qe esti voto quisieron retener / oviéronse por ello en cueta a veer, / tanto qe lo ovieron doblado a render». La copla 479 hace aún más hincapié en la necesidad de pagar los Votos: «Si estos votos fuessen lealment enviados, / estos santos preciosos serién nuestros pagados; / avriemos pan e vino, temporales temprados, / non seriemos com somos de tristicia menguados». El poeta se aprovecha aquí de las eternas preocupaciones de las comunidades agrícolas. Los votos no se pagan y por lo tanto hace mal tiempo y las cosechas son malas, ¡razones de mucha fuerza para los que vivían en una época que sacaba el 95 por 100 de su riqueza de la labranza! [...]
     Miras parecidas -pero menos vocingleras- motivan la composición de la Vida de Santo Domingo de Silos. Esta obra debe su existencia al éxito tenido por su predecesora, la Vida de San Millán. Silos y San Millán tenían un pacto de cooperación y ayuda mutua, firmado en 1190 y renovado en 1236, como queda indicado. Sospecho que la renovación de esta Carta de Hermandad en 1236 fue la ocasión inspiradora de la vida del santo silense. En esta obra también tenemos indicaciones de que se proponía atraer a los peregrinos a Silos, como se ve claramente en las coplas 385-386, 755 y 773, pero ya faltan las súplicas directas, tales como las hallamos en la Vida de San Millán, de que se pague algún tributo. [ ...]
     Mis conclusiones básicas, pues, son que la Vida de San Millán, como la forja del privilegio de Fernán González y de los otros documentos falsos sobre las traslaciones del santo, se debe primariamente a razones económicas, además de a los deseos de enseñar y deleitar que descubrimos en la Vida de Santa María Egipciaca y hasta en el Libro de Alexandre. Se diferencian las obras de Berceo por sus conexiones expresas con una localidad y sus santos, concentradas en San Millán de Suso. A medida que se suceden las cuatro vidas que compuso, los móviles economicos se van haciendo menos explícitos, pero siempre existen. A la luz de estas indicaciones, creo que Berceo escribía pensando en alguna forma de presentación oral, [bien en el monasterio, ante los grupos de peregrinos, bien en los centenares de dependencias de San Millán repartidas por Castilla y Navarra, donde monjes, hermanos legos o juglares asalariados recitarían sus relatos hagiográficos.] El gran público en que piensa afecta a su estilo. [ ...] Lo que se ha considerado como sus objetos, o sea, la instrucción y el entretenimiento de su público, son de hecho los medios que emplea para conseguir su objeto principal: la mayor nombradía de San Millán y la mayor prosperidad de su monasterio.  

 MÓVILES DE BERCEO Brian Dutton, ed., Vida de San Millán de la Cogolla, en G. de Berceo, Obras completas, I, Tamesis, Londres, 1967 (pp. 163, 166, 168, 171-172, 174-175).

  Francisco Rico  
HISTORIA Y CRITICA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA 

VOL 1 -EDAD MEDIA- ALAN DEYERMON
Editorial Crítica 
Barcelona  1979

 (págs.148-152)


Esta obra quisiera mostrar una imagen nueva de la literatura española: un panorama no compuesto ya de resúmenes y catálogos de datos, sino formado por las mejores páginas que la crítica moderna, desde las perspectivas más originales y reveladoras, ha dedicado. a los aspectos fundamentales de la historia literaria de España, de las jarchas a nuestros días. .El núcleo de Historia y crítica de la literatura española es una selección de los trabajos de mayor importancia sobre cada tema publicados en los últimos decenios y aquí dispuestos sistemáticamente para proporcionar una visióncabal de los grandes autores, obras y épocas, según las conclusiones de la crítica más atenta a los factores propiamente literarios y más diestra en relacionarlos con la trama entera de la historia. Junto a ese núcleo, cada capítulo ofrece una presentación general de la materia abordada y, por otra parte, un balance ricamente informado de los estudios sobre la cuestión, con una rigurosa guía a la bibliografia pertinente. (Texto de la contraportada)

 

       NOTAS PREVIAS de la edición
    
1. A lo largo de cada capítulo (y particular mente en la introducción, desde luego ), cuando el nombre de un autor va asociado a un año entre paréntesis rectangulares, [ ] , debe entenderse que se trata del envío a una ficha de la bibliografía correspondiente, donde el trabajo así aludido figura bajo el nombre en cuestión y en la entrada de la cual forma parte el año indicado.*** En la bibliografía, las publicaciones de cada autor se relacionan cronológicamente; si hay varias que llevan el mismo año, se las identifica, en el resto del capítulo, añadiendo a la mención de año una letra (a, b, c...) que las dispone en el mismo orden adoptado en la bibliografía. Igual valor de remisión a la bibliografía tienen los paréntesis rectangulares cuando encierran referencias como en prensa o análogas. El contexto aclara suficientemente algunas minúsculas excepciones o contravenciones a tal sistema de citas. Las abreviaturas o claves empleadas ocasionalmente se resuelven siempre en la bibliografía.
     2. En muchas ocasiones, el título de los textos seleccionados se debe al responsable del capítulo; el título primitivo, en su caso, se halla en la ficha que, a pie de la página inicial, consigna la procedencia del fragmento elegido. Si lo registrado en esa ficha es un artículo ( o el capítulo de un volumen, etc.), se señalan las páginas que en el original abarca todo él ya continuación, entre paréntesis, aquellas de donde se toman los pasajes reproducidos. En el presente tomo I, cuando no se menciona una traducción española ya publicada o no se especifica otra cosa, los textos originariamente en lengua extranjera han sido traducidos por Carlos Pujol.
     3. En los textos seleccionados, los puntos suspensivos entre paréntesis rectangulares, [...], de notan que se ha prescindido de una parte del original. Corrientemente no ha parecido necesario, sin embargo, marcar así la omisión de llamadas internas o referencias cruzadas ( «según hemos visto», «como indicaremos abajo», etc.) que no afecten estrictamente al fragmento reproducido.
     4. Entre paréntesis rectangulares van asimismo los cortos sumarios con que los responsables de HCLE han suplido a veces párrafos por lo de más omitidos. También de ese modo se indican pequeños complementos, explicaciones o cambios del editor ( traducción de una cita o substitución de esta por solo aquella, glosa de una voz arcaica, aclaración sobre un personaje, etc.). Sin embargo, con frecuencia hemos creído que no hacia falta advertir el retoque, cuando consistía sencillamente en poner bien explícito un elemento indudable en el contexto primitivo (copiar entero un verso allí aducido parcialmente, completar un nombre o in troducirlo para desplazar a un pronombre en fun ción anafórica, etc.).
     5. Con escasas excepciones, la regla ha sido eliminar las notas de los originales (y también las referencias bibliográficas intercaladas en el cuerpo del trabajo ). Las notas añadidas por los responsables de la antología -a menudo para incluir algún pasaje procedente de otro lugar del mismo texto seleccionado se insertan entre paréntesis rectangulares.

***Normalmente ese año es el de la primera edición o versión original (regularmente citadas, en cual quiercaso, en la bibliografía), pero a veces convenía remitir a la reimpresión dentro de unas obras completas, a una edición revisada (o más accesible), a una traducción notable, etc., y así se ha hecho.

 

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