estilo
y composición
valores
prominentes de la vida de Santo Domingo de Silos
De las tres vidas de santos escritas por Gonzalo de Berceo, las de Santa Oria, San Millán y Santo Domingo de Silos, esta última ocupa lugar central en el desarrollo de su obra y prominente por sus valores de estilo y composición. [ ...] La Vida de Santa Oria constituye un conjunto indiviso y breve frente a la equilibrada división tripartita de las otras vidas. [ ...] De acuerdo con la técnica del poeta medieval formado en la retórica heredada de la antigüedad clásica, y codificada, comentada, interpretada por sucesivas generaciones desde la edad oscura hasta el siglo XII, Berceo aplica a sus fuentes latinas el procedimiento de la amplificatio, y si ello es bien visible en la comparación fácilmente realizable entre la Estoria de San Millán y la Vita Sancti Aemiliani escrita por San Braulio de Zaragoza en el siglo VII, es más patente si se comparan entre sí las dos vidas de Santo Domingo y San Millán, aquélla de 777 cuartetas de cuaderna vía, ésta de sólo 489 cuartetas.
Ante todo, ambas vidas presentan en común una división tripartita perfectamente equilibrada: la primera parte relata la vida del santo, la segunda los milagros hechos en vida y el tránsito de la vida terrena a la de bienaventuranza, la tercera los milagros del santo después de la muerte. Tal división tripartita no se da en las vidas latinas que con minuciosa sujeción al contenido factual del relato sigue Berceo. [ ...] El sentido de esa división tripartita, su valor simbólico, se declara al terminar el libro segundo de la Vida de Santo Domingo (estrofas 533 ss.): «Señores e amigos, Dios sea end laudado, / el segundo libriello auemos acauado, / queremos començar otro a nuestro grado, / que sean tres los libros e vno el dictado. / / Como son tres personas e vna Deidat, / que sean tres los libros, vna certanidat, / los libros que signifiquen la Sancta Trinidat, / la materia ungada la simple Deidat...» [...]
Semejante necesidad de puntualización y explicación está de acuerdo con el mayor desarrollo y pausa, con el tempo más lento de la Vida de Santo Domingo, y supone una conciencia artística que, si ya presidió la triple subdivisión de San Millán, aquí halla ocasión de expresar todo su sentido y carácter simbólico. Se podría objetar que en una primera obra (Santo Domingo) Berceo explicó el sentido de dicha subdivisión y en una segunda (San Millán) ya no tenía necesidad de hacerlo: creo, sin embargo, que el carácter explícito de estas estrofas está en consonancia con otros elementos de la composición que muestran a Santo Domingo como una amplificación de temas y modos más sucintamente tratados en San Millán, y ya sabemos que el arte medieval es el arte de la amplificatio, no de la abbreviatio. En los comienzos de ambas vidas --(comparables por su equilibrio arquitectónico a ciertos grandes trípticos de la pintura religiosa- se presentan hechos semejantes: San Millán y Santo Domingo fueron de niños pastores de ovejas, luego su vocación los llevó a buscar la vida de soledad en el yermo, y justamente esos dos motivos se presentan tratados más esquemáticamente en San Millán. La vida de pastorcillo de San Millán ocupa cuatro estrofas (5-8); la de Santo Domingo, trece. Descontando las coplas 26-32, que sabemos tienen su antecedente en Grimaldo, [el hagiógrafo a quien sigue Berceo en el Santo Domingo,] las restantes nos muestran cómo un mismo autor puede decir las mismas cosas, ampliándolas:
Luego que fue criado que se podio mandar mandolo yr el padre las ouejas guardar. Obedesçio el fijo, fue luego las curiar de
con abito qual suelen los pastores usar. Guardaua bien su grey como muy sabidor,
su cayado en la mano a la ley de pastor, bien refiria al lobo e al mal robador;
las oueias con elli abian muy grant sauor.(San Millán, 5-6)
Quando fue peonçillo que se podia mandar, mando lo yr el padre las ouejas guardar; obedesçio el fijo, ca non qujso peccar,
jxo con el ganado, pensolo de guiar .
Guiaua su ganado como faz buen pastor,
tan bien non lo faria alguno mas mayor,
non quería que entrasse en agena lauor:
las oueias con elli aujan muy grant sauor.(Santo Domingo, 19-20)
El notable paralelismo muestra en Santo Domingo cierta tendencia a la expresión menos precisa (19c, 20c); luego, las estrofas 21-23 son en realidad desarrollo del último verso de la estrofa 20, y la 24 presenta a Dios como pastor (a, b) y como guarda del ganado de Domingo, y termina en un verso paralelo al 6c de la Estoria de San Millán: «El Pastor que no duerme en ninguna sazón, / que fizo los auissos que non auen fondon, / guardaua el ganado de toda lesion, / non fazia mal enello nin lobo nin ladron». La estrofa siguiente vuelve a insistir en el cuidado que el pastorcillo da a su rebaño, el cual, con la gracia de Dios, mejora cada día. En resumen, el mismo motivo básico permite ver claramente, para Santo Domingo, la ampliación de lo ya dicho más sobriamente para San Millán, y de la gran similitud de palabras y aun de hemistiquios o versos hay que concluir que Berceo, al escribir la Vida de Santo Domingo de Silos, tenía muy presente la Estoria de sennor Sant Millán y fue desarrollando ciertos elementos, sin duda impulsado por un original más extenso y detallado.Frida Weber de Kurlat, «Notas para la cronología y la composición literaria de las vidas de santos de Berceo», Nueva Revista de Filología Hispánica, XV (1961), pp. 113-130 (113-119).
Francisco Rico VOL 1
-EDAD
MEDIA- ALAN DEYERMON |
|
Esta obra quisiera mostrar una imagen nueva de la literatura española: un panorama no compuesto ya de resúmenes y catálogos de datos, sino formado por las mejores páginas que la crítica moderna, desde las perspectivas más originales y reveladoras, ha dedicado. a los aspectos fundamentales de la historia literaria de España, de las jarchas a nuestros días. .El núcleo de Historia y crítica de la literatura española es una selección de los trabajos de mayor importancia sobre cada tema publicados en los últimos decenios y aquí dispuestos sistemáticamente para proporcionar una visión cabal de los grandes autores, obras y épocas, según las conclusiones de la crítica más atenta a los factores propiamente literarios y más diestra en relacionarlos con la trama entera de la historia. Junto a ese núcleo, cada capítulo ofrece una presentación general de la materia abordada y, por otra parte, un balance ricamente informado de los estudios sobre la cuestión, con una rigurosa guía a la bibliografia pertinente. (Texto de la contraportada) |
NOTAS PREVIAS de la edición
1. A lo largo de cada capítulo (y particular mente en la introducción, desde luego ), cuando el nombre de un autor va asociado a un año entre paréntesis rectangulares, [ ] , debe entenderse que se trata del envío a una ficha de la bibliografía correspondiente, donde el trabajo así aludido figura bajo el nombre en cuestión y en la entrada de la cual forma parte el año indicado.*** En la bibliografía, las publicaciones de cada autor se relacionan cronológicamente; si hay varias que llevan el mismo año, se las identifica, en el resto del capítulo, añadiendo a la mención de año una letra (a, b, c...) que las dispone en el mismo orden adoptado en la bibliografía. Igual valor de remisión a la bibliografía tienen los paréntesis rectangulares cuando encierran referencias como en prensa o análogas. El contexto aclara suficientemente algunas minúsculas excepciones o contravenciones a tal sistema de citas. Las abreviaturas o claves empleadas ocasionalmente se resuelven siempre en la bibliografía.
2. En muchas ocasiones, el título de los textos seleccionados se debe al responsable del capítulo; el título primitivo, en su caso, se halla en la ficha que, a pie de la página inicial, consigna la procedencia del fragmento elegido. Si lo registrado en esa ficha es un artículo ( o el capítulo de un volumen, etc.), se señalan las páginas que en el original abarca todo él ya continuación, entre paréntesis, aquellas de donde se toman los pasajes reproducidos. En el presente tomo I, cuando no se menciona una traducción española ya publicada o no se especifica otra cosa, los textos originariamente en lengua extranjera han sido traducidos por Carlos Pujol.
3. En los textos seleccionados, los puntos suspensivos entre paréntesis rectangulares, [...], de notan que se ha prescindido de una parte del original. Corrientemente no ha parecido necesario, sin embargo, marcar así la omisión de llamadas internas o referencias cruzadas ( «según hemos visto», «como indicaremos abajo», etc.) que no afecten estrictamente al fragmento reproducido.
4. Entre paréntesis rectangulares van asimismo los cortos sumarios con que los responsables de HCLE han suplido a veces párrafos por lo de más omitidos. También de ese modo se indican pequeños complementos, explicaciones o cambios del editor ( traducción de una cita o substitución de esta por solo aquella, glosa de una voz arcaica, aclaración sobre un personaje, etc.). Sin embargo, con frecuencia hemos creído que no hacia falta advertir el retoque, cuando consistía sencillamente en poner bien explícito un elemento indudable en el contexto primitivo (copiar entero un verso allí aducido parcialmente, completar un nombre o in troducirlo para desplazar a un pronombre en fun ción anafórica, etc.).
5. Con escasas excepciones, la regla ha sido eliminar las notas de los originales (y también las referencias bibliográficas intercaladas en el cuerpo del trabajo ). Las notas añadidas por los responsables de la antología -a menudo para incluir algún pasaje procedente de otro lugar del mismo texto seleccionado se insertan entre paréntesis rectangulares.***Normalmente ese año es el de la primera edición o versión original (regularmente citadas, en cual quiercaso, en la bibliografía), pero a veces convenía remitir a la reimpresión dentro de unas obras completas, a una edición revisada (o más accesible), a una traducción notable, etc., y así se ha hecho.