26 Una sibila

Lienzo. 64 x 58 cm

DalIas. Meadows Museum of Art, Southern Methodist University

PROCEDENCIA    Milán, colección particular / Munich, colección Julius Böhler / Nueva York, Reinhardt Gallery / Toledo (Ohio), Isabel van Wie Willys; venta Parke Bernet, Nueva York, 1945/ Nueva York, colección particular / DalIas, Meadows Museum of Art.

BIBLIOGRAFIA    Mayer 570, Pantorba 104, López Rey 591, Bardi 41, Gudiol 134.

 

     

 

     Mayer recogió este boceto como autógrafo de Velázquez, conectándolo con Las hilanderas y pensando que la modelo para la figura de Aracne del cuadro fue usada para esta sibila. En cambio, López Rey la relaciona en facciones y ejecución con La Venus del espejo [CAT. 63], dándole una fecha entre 1644-48, aceptada por Gudiol. Bardi (1969, n.º 41-B} en cambio, relaciona este perfil con el de Apolo en La fragua de Vulcano (en especial el boceto de esta cabeza [CAT. 24], aunque señalando que la autografía no está unánimemente aceptada. Pantorba y Camón no hablan de esta pintura, Brown (1986, págs. 178-81} asignándola a Velázquez y a la década de 1640 la califica de "pequeño pero vibrante lienzo de argumento incierto", y apunta su relación con la Sibila del Museo del Prado [CAT. 34], al tratarse de "ambas son medias figuras de mujer en estricto perfil que miran hacia la derecha y que tienen una tablilla en las manos", aunque reconociendo que carece de los habituales atributos, ropajes y tocado, de las sibilas. Para William B.Jordan (1974, págs. 20-21) pudiera tratarse de una alegoría de la Pintura. Pero, apunta Brown, ninguna de esas interpretaciones es totalmente convincente, ya que los datos que aporta el cuadro son sucintos: "una mujer joven con el cabello y el atuendo desaliñados, que tiene una tablilla hacia la que señala" (ibid); por eso, pudiera ser Clío, que suele presentarse con una tablilla donde apunta los hechos de la Historia (en apoyo de esta hipótesis reproduce un grabado de Hendrick Goltzius del Metropolitan Museum de Nueva York). Es innegable que esta figura lleva una pluma en la diestra y sostiene,junto con la tablilla, un tintero con la izquierda. Según la Iconología de Cesare Ripa (Roma, 1593) la Historia será una mujer alada (no), vestida de blanco (sí), que ha de mirar hacia atrás (no), sosteniendo una tablilla con la mano izquierda (sí) o un libro sobre el que está escribiendo. Unos datos coinciden (marcados con un sí) pero otros no (id. con un no). López Rey prefiere identificarla con Aracne, basándose en el discutible parecido de facciones, vestido, color y luz.
    
Tampoco hay certeza de fecha. López Rey y Gudiol la datan entre 1644-48; para Brown este cuadro es de las dos últimas décadas de la vida del pintor; acaso más propio de la década de 1640 que del 50, en la que la técnica de Velázquez se hace "extraordinariamente suelta y transparente".
 
     
López Rey piensa que lo que sostiene esa joven es una tela, acaso envolviendo un bastidor de bordar o un lienzo de pintor; acaso la sombra que el dedo proyecta sobre la tela sea alusión al origen de la pintura, que fue una sombra perfilada en un muro, leyenda muy conocida en los círculos de Pacheco y Velázquez.

 

JULIÁN GÁLLEGO

 

 

Del Catálogo de la exposición sobre el Diego Velázquez,
que se presentó en el MUSEO DEL PRADO a principios del año 1990,
bajo las auspicios del Ministerio de Cultura de España y 
el patrocinio de la Fundación BANCO HISPANO AMERICANO

 

     

Indice del monográfico
LA MUJER EN ESPAÑA

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