M. G. TICKNOR. Historia de la literatura española. 185!. (Hispanista lleno de prejuicios protestantes, como Fitzmaurice Kelly.) Bien se echa de ver que en estilo como éste (de Berceo) no cabe gran poesía ... ; artificio no hay ninguno, si bien en la parte narrativa se halla a menudo naturalidad y energía, y algunas veces, aunque pocas, poesía. Los mismos Milagros pertenecen por su clase a las tradiciones piadosas de la Edad Media y están muy bien calculados para estimular a los fieles al culto y devoción de la Virgen ... Pero nada caracteriza tanto al autor y a su siglo como la sencillez pueril y religiosa ternura que respira el "Duelo de la Virgen», sencillez y ternura hijas de aquella devoción dulce, fiel y crédula que animaba al pueblo español en lucha con los árabes y que demuestra al mismo tiempo la ignorancia general del mundo en aquella época oscura y turbulenta ...
AMADOR DE LOS RÍOS. Historia crítica de la Literatura española. 1861. Así como Berceo no puede en modo alguno sacudir el yugo de las costumbres y de las creencias populares, que le exaltan y fortifican, así tampoco le es dado levantarse de un vuelo a las regiones desconocidas adonde se dirige, cuando aceptado ya el idioma vulgar para sus obras, se ve obligado a tomar del mismo vulgo las formas del lenguaje, cuya rudeza contrastaba grandemente con el intento que guiaba su pluma. Poníale esta necesidad en situación contradictoria, haciéndole fluctuar entre los dos principios que daban la vida al arte erudito, e inclinándole alternativamente a uno y a otro ... Siempre que Berceo olvida sus pretensiones de hombre docto, siempre que apartando la vista de los autores que le sirven de guía, se apoya en las tradiciones vivas y palpitantes de su pueblo, aparece en su verdadero terreno, describiendo o contando con notable facilidad y desembarazo ... Pero a pesar de esta contradicción palpable, hija al par de las circunstancias generales que rodean a Berceo y de su educación literaria, luego que penetrando más allá de las formas exteriores, nos detenemos a estudiarle cual merece, hallamos en él un fondo de admirable unidad, brillando en todas sus poesías, como único elemento de vida, como única ley de existencia, el sentimiento religioso. (Tomo III, cap. V, páginas 251-252-253).
TOMÁS ANTONIO SÁNCHEZ. Poesías de Gonzalo de Berceo. 1864. Preliminares al tomo de «Poetas castellanos anteriores al siglo xv» de la Biblioteca de Autores españoles, XXIII.) El estilo que generalmente usa nuestro poeta en sus composiciones es el familiar, como el más acomodado a la capacidad del pueblo en cuyo beneficio trabaja ... Escribió, pues, don Gonzalo en un estilo natural, sencillo, claro y elegante.
MENÉNDEZ y PELAYO. Antología de poetas líricos castellanos .. 1891.
Nadie le ha calificado de gran
poeta, pero es sin duda un poeta sobremanera simpático y dotado
de mil cualidades apacibles que van penetrando suavemente el
ánimo del lector, cuando se llega a romper la áspera corteza de
la lengua y la versificación del siglo
XIII. Causa admiración en Berceo, en medio de sus caídas y
prosaísmos, no sólo la perfección relativa a la lengua, hábil ya
para decirlo todo con rapidez y energía, a pesar de las habas de
un metro tan acompasado, monótono e ingrato, sino el arte de
versificador y el sentimiento de la armonía que parece haber
poseído como por instinto ... El realismo de la narración, el
suave candor del estilo, no exento de cierta socarronería e
inocente malicia que ha sido siempre muy castellana y que se
encuentra hasta en las obras más devotas y en los autores más
ascéticos: la mezcla no desagradable de lo monacal
y
lo popular, acaban de
imprimir un sello propio y personalísimo en el arte de Berceo
... Más enseñanza y hasta más deleite se saca del cuerpo de sus
poesías que de casi todo lo que contienen los cancioneros del
siglo xv. (Prólogo, XLII-XLIII-LVIII.)
J. FITZMAURICE-KELLY. Historia de la Literatura española. 1913. Berceo es un espíritu sencillo, un cura de aldea que en el fondo ha conservado su rusticidad; supersticioso, ignorante, maliciosamente alegre, torpe, con un respeto profundo hacia las cosas juzgadas, hacia los fuertes y hacia los mayores títulos ... Berceo está siempre molesto por su falta de imaginación, por la ausencia de modelos, por el limitado alcance de sus asuntos y por la escrupulosa honradez que le impedía ensanchar el cuadro de sus leyendas. Pero en sus momentos felices, sobre todo en la «Vida de Santa Oria, virgen», obra de su ancianidad, sabe compaginar la unción con el ingenio, y sus explicaciones de los lugares comunes teológicos, aparecen iluminadas por súbitos resplandores de inspiración mística. (Cap. lll. pp. 28-29.)
E. MÉRIMÉE. Précis d'histoire de la Litérature espagnole . ... El mérito de Berceo no está en la invención, sino más bien en el detalle de la composición, en la ingenuidad pintoresca del sentimiento, en la naturalidad y el candor sabroso del estilo ... Berceo e, lo más opuesto a un sabio: declara el mismo -tal vez no sin alguna presunción-, que no es lo bastante sabio para escribir en latín y que todo lo que puede hacer es escribir en ese romance vulgar ,en cual suele el pueblo fablar a su vecino». Es al pueblo, efectivamente, a quien se dirige: es pueblo él mismo, un simple juglar, un trovador, un versificador. No tiene ningún desprecio por las gentes populares; conserva gustoso sus fórmulas: La gesta del Confesor ... ; D. Fernand, esa fardida lanza ... ; Santo Domingo, que nasció en buen punto... ; San Millán, el buen campeador ... ; García, noble campeador ... ; El Confesor, caboso ..., etc ., y como los viejos trovadores, pide gustoso a sus auditores un vaso de vino, algunos puñados de trigo o incluso «sendos paternostres» . La naturalidad. la simplicidad. el candor infantil del estilo, hacen olvidar lo que a menudo tiene de prosaico, de difuso o de vacío. La mezcla de modismos y vulgarismos con raptos de inspiración mística, que, a veces, se eleva inconscientemente a la mejor y más alta poesía, es completamente típica en él. (Cap. l. pp. -48-49.)
ANTONIO G. SOLALlNDE. Berceo. 1922. Berceo, a pesar de sus temas religiosos, de sus fuentes latinas y de su métrica precisa, no es un poeta erudito, sino más bien un escritor que quiere popularizar estas leyendas entre sus oyentes o lectores, a los que continuamente se dirige, exhortándoles a seguirle en sus narraciones, que él transcribe al lenguaje del pueblo... Se esfuerza en que su estilo sea sencillo y su lengua clara y llena de comparaciones, frases y modos de decir inteligibles para sus coterráneos, desde los más cultos abades hasta los campesinos, y aún busca en el habla de los rústicos y en los quehaceres agrícolas sus sencillas imágenes retóricas. Su humorismo es rudo, sano, y nunca desperdicia la ocasión que sus fuentes le presentan para producir una sonrisa de inteligencia, aunque nunca brote, como de la lectura del Arcipreste, la franca risotada ... Berceo es el mayor poeta culto del siglo XIII, como es también el más fácil y perfecto versificador de su mester. (Prólogo, Xl-XII.)
RAMÓN MENÉNDEZ PIDAL. Poesía juglaresca y juglares. 1924. Gonzalo de Berceo se siente juglar de cosas espirituales cuando, después de haber versificado la vida y milagros del abad de Silos, se despide de su santo... Y no se comprenderá bien el espíritu de Berceo si no pensamos que ese sentido de juglaría por él manifestado es tan sincero como el de San Francisco de Asís ... Se trata ... de una poesía popular, que aunque procure ensayar novedad de tema y elevación de lenguaje, no se desvive tras lo extraño y rebuscado ... Berceo no se aparta, pues, desdeñoso de la juglaría. Muy lejos de eso, en él debemos ver representado lo mucho que colaboran los clérigos para enriquecer el repertorio de los juglares. (Parte III, 3.º pp. 349-350-351.)
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