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Resumen El artículo está dedicado a las dos principales versiones del Libro de Alejandro Magno en la literatura medieval de la Eslavia Ortodoxa: el Libro Cronográfico de Alejandro y el Libro Serbio de Alejandro. Se investigan los problemas de la recepción del antiguo original griego de Pseudo-Calístenes. Se llega a la conclusión de que el Libro Cronográfico de Alejandro es traducido en el siglo XI -la época del Primer Reino búlgaro- y se incorpora solamente a las recopilaciones históricas, mientras que el Libro Serbio de Alejandro aparece como nueva versión de la novela en el siglo XIV o XV y se copia en las misceláneas de contenido mixto. Este hecho es indicativo de la diferente función que tienen las dos versiones de la novela. Palabras clave: Libro de Alejandro Magno, Eslavia Ortodoxa, recopilaciones históricas, misceláneas de contenido mixto.
Abstract The two Variants of the Book of Alexander the Great in the Medieval Literature of Slavia Orthodoxa
Key Words: Book of Alexander the Great, Slavia Orthodoxa, historical compilations, miscellanea.
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La novela de Pseudo-Calístenes sobre Alejandro Magno, aparecida probablemente en el siglo III de nuestra era, es una obra de extraordinaria vitalidad y capacidad de adaptación: basta mencionar que sobre su base surgieron unas doscientas versiones, que abarcan un extenso ámbito temporal y espacial. Una pequeña parte de ellas se ajustan al original sin alterarlo: la posibilidad de incluir nuevos episodios fabulados de origen literario y folclórico -debida a que en la obra se conjugan de una manera peculiar las tradiciones del libro popular y de la novela helenística- conduce a la creación de nuevas obras construidas sobre la conocida base de fábula y argumento. Incluso en las versiones más tempranas de la novela, la armenia del siglo V y la traducción latina de Julio Valerio, ya aparecen ciertas desviaciones del original. En este sentido, la historia de las hazañas de Alejandro Magno es una de aquellas fértiles bases narrativas que impulsan una nueva creación propia, la cual lleva intrínsecos los rasgos característicos de la literatura étnica en cuyo seno ha sido situada. Las diferencias resultantes de la adaptación de la conocida base de la trama a las tradiciones literarias regionales, de la integración del nuevo material fabuloso y, a menudo, de la recomposición del prototipo griego brindan razones para considerar todas las versiones de la novela en el contexto de una literatura popular o de un grupo de literaturas formadas sobre la base de una concepción religiosa común y afines entre sí en lo que a las etapas de su aparición se refiere, tal como consta en las literaturas eslavas ortodoxas de la Edad Media. Esto explica el enfoque empleado aquí: la distinción entre las dos versiones eslavas de la novela, el Libro Cronográfico de Alejandro y el Libro Serbio de Alejandro, distinción a la cual se llega en razón de su diferente función literario-pragmática y de su marcada diferencia genérica, ideológica y estructural. Los problemas que rodean a las primeras traducciones eslavas del Libro Cronográfico de Alejandro y del Libro Serbio de Alejandro aún no han sido aclarados en suficiente medida. Para el Libro Cronográfico de Alejandro es esencial la investigación de V. Istrin, quien fija cinco redacciones de la novela, relacionadas con los diversos Cronógrafos rusos; estudia el carácter de las interpolaciones en ellas y, en general, concibe el Libro de Alejandro como una de las partes estructurales del Cronógrafo (HCTPHH 1893). En algunas transcripciones no se da esta variante de la novela de Alejandro. En cuanto a la localización de la traducción más temprana, V. Istrin y otros investigadores posteriores no aventuran una opinión categórica. La aparición de la traducción se fecha en el siglo XI sobre la base de los préstamos de otros textos traducidos que figuran en la primera redacción. En ésta, el Libro Cronográfico de Alejandro aparece con el episodio agregado de la entrada de Alejandro en Jerusalén, tomado de la crónica de Gueorguios Hamartolos. Además, está vinculado con la crónica de Ioannis Malalas: según V. Istrin, este vínculo ya existía en el siglo XIII (HCTPHH 1893: 134-136). Está reflejado también en el Cronógrafo de Archivo, manuscrito del siglo XV-XVI (nOnOB 1866). La crónica de Gueorguios Hamartolos es considerada como una de las obras traducidas durante la época del zar Simeón el Grande (893-927), es decir, en el período de florecimiento literario y cultural de la época del Primer Reinado Búlgaro. Por ello, la suposición más fiable sigue siendo que la primera traducción del griego al eslavo antiguo de la novela de Alejandro Magno de Pseudo-Calístenes se hizo en el siglo X-XI en la misma escuela de traductores y literatos. El Libro Serbio de Alejandro aparece como nueva versión de la novela sobre Alejandro en las literaturas eslavas ortodoxas en los siglos XIV-XV (МАРИНКОВИЧ 1969). Se remonta a una fuente originaria griega, que, según se cree, surgió sobre la base de la redacción C de la novela de Pseudo-Calístenes, de acuerdo con la clasificación de las copias griegas que hace Karl Müller. Independientemente de la existencia de opiniones contrarias, en la ciencia se va corroborando la opinión de que se trata de una traducción eslavo-dálmata del Libro Serbio de Alejandro, que alcanzó gran popularidad entre los eslavos meridionales y orientales (БОТВИННИК 1965) . La investigación pormenorizada de la historia del texto de este monumento realizada por R. Marinkovih se funda, en lo esencial, en 11 copias eslavas meridionales, habiendo sido usadas otras 17 para cotejar. Con independencia de su carácter de obras traducidas y del hecho de que estén al margen del principal sistema de géneros de la literatura medieval relacionada con la religión cristiana, el Libro Cronográfico de Alejandro y el Libro Serbio de Alejandro se insertan en el desarrollo de la literatura medieval eslava ortodoxa, son copiadas múltiples veces y conservan su importancia para el público lector hasta la época renacentista. A comienzos del siglo XIX, por ejemplo, aparece una nueva traducción del Libro Serbio de Alejandro hecha del rumano (МИЛЕТИЧ 1936). Tanto en la literatura antigua búlgara como en la rusa se observa una influencia de estas obras literarias sobre el folclore: se conoce un ciclo de canciones populares sobre Alejandro en el folclore búlgaro, mientras que en Rusia el Libro de Alejandro demuestra con la mayor claridad su reencarnación como libro popular, habiendo dejado su huella en el folclore narrativo ruso. El Libro Cronográfico de Alejandro se encuentra solamente en las recopilaciones históricas. Esta ubicación tradicional viene a corroborar la afirmación de que durante la Edad Media eslava el Libro Cronográfico de Alejandro fue considerado lectura histórica y hasta historiográfica. Es posible que ya en su traducción inicial la obra se relacionase con las crónicas de Ioannis Malalas y Gueorguios Hamartolos, es decir, que la necesidad literario-pragmática que condiciona las tres traducciones es la misma y que en la concepción de la escuela (o escuelas) de traducción que acometió las traducciones, las narraciones tipológicamente diferentes de las dos crónicas universales y del Libro de Alejandro se uniforman. Las constataciones en cuanto a las diferencias en el estilo narrativo de Hamartolos y Malalas son válidas sólo desde el punto de vista del enfoque de la teoría y crítica literaria modernas: en la Edad Media, tanto el Libro de Alejandro como las crónicas de Hamartolos y Malalas tenían el común denominador del concepto funcional común de lectura histórica. Las diferentes particularidades genéricas y artísticas del Libro de Alejandro y de las crónicas históricas se ven eliminadas por el patetismo de su interpretación historiográfica. Esta aseveración es corroborada también por el corpus de la redacción arquetipo del Cronógrafo Helenístico y Romano, reconstruido hipotéticamente: en esta recopilación historiográfica, que se remonta a los siglos XI y XII, el Libro de Alejandro es uno de los elementos constructivos. Procede lógicamente preguntarnos si esta interpretación de la novela como lectura histórica es un fenómeno inherente sólo a la Edad Media eslava o es provocado por algunas particularidades del original, teniendo en cuenta que el Libro Cronográfico de Alejandro se ajusta fielmente a su prototipo griego. La novela de Pseudo-Calístenes sobre Alejandro Magno engloba en sí diversas tendencias literarias que podrían situarse, grosso modo, entre los "hitos" de la novela helenística-libro popular. Estos dos polos de la estructura genética adquieren prioridad según las particularidades de la época literaria que la adapta. La interpretación histórica de la obra debe ser considerada como la revelación de las particularidades del principio novelístico propio del texto. Si bien la novela helenística clásica posee un esquema argumental un tanto diferente, la obra sobre Alejandro también se cataloga como perteneciente a la tradición novelística de la Antigüedad, siendo manifestación de una de las líneas de su desarrollo: la biográfica. Las fuentes utilizadas para la novela sobre Alejandro son objeto de investigación ya desde el siglo XIX: es conocida la concepción de E. Rohde, quien busca en la base de la novela una recopilación pormenorizada de cartas reales y ficticias, en las cuales están relatados los mismos acontecimientos que se encuentran en Pseudo-Calístenes (ROHDE 1876). Cada una de las fuentes generadoras tiene la posibilidad de actualizarse, es decir, que el acento recae en ella, y de este modo se configuran las interpretaciones totalmente diferentes del argumento común. En el caso del Libro Cronográfico de Alejandro, obviamente adquiere prioridad la concepción de la novela per se como obra historiográfica plasmada implícitamente en el original. Las fuentes de Pseudo-Calístenes han sido expuestas detalladamente también por Merkelbach, quien parte del planteamiento de que éstas son una combinación premeditada de una voluntad creativa. (MERKELBACH 1954). Ha quedado establecido que la mayoría de las cartas entre Alejandro y sus familiares -que constituyen una de las fuentes de la novela- son ejercicios retóricos o bien revisten un carácter fabuloso-fantástico y teratológico. Las tradiciones folclóricas son la segunda fuente de la novela; es también una fuente relevante la tradición histórica sobre Alejandro, que estuvo relacionada inicialmente con la obra de Clitarco y que conoció un desarrollo ulterior en las obras de Quinto Curcio y Diodoro y, si bien en un plano diferente, en la biografía de Plutarco. En la obra de Quinto Curcio, por ejemplo, el enfoque historiográfico se combina con detalles fantásticos, arrebatos retóricos del personaje y una moralización expresada en numerosas sentencias (KOCTIOXHH 1972: 6-21). Todos estos elementos se encuentran también en el Libro Cronográfico de Alejandro. Por consiguiente, la prioridad del principio histórico en la primera traducción eslava de la novela de Pseudo-Calístenes, el Libro Cronográfico de Alejandro es resultado de la actualización de una de las concepciones plasmadas en el prototipo griego. Esto presupone también la nueva función que asume la novela traducida en el contexto de la literatura eslava antigua: constituir una lectura histórica que subsane la falta de datos más detallados sobre Alejandro Magno en las auténticas crónicas históricas traducidas en la etapa más temprana del desarrollo de la cultura eslava ortodoxa. Sin embargo, independientemente de la función de la obra como historiografía, la naturaleza genérica de la novela sigue siendo actual: se revela aunque sólo fuera en el hecho de que el Libro Cronográfico de Alejandro se vincula con la crónica de Ioannis Malalas, la cual, por su parte, es una especie sui generis de "historia novelada". Como indicación de la conciencia del tipo algo particular de narrativa que constituye el Libro Cronográfico de Alejandro, llama la atención el lugar que en las recopilaciones historiográficas ocupa la obra: ésta siempre lleva su título individual ("Knigui Alexandr", "Libros de Alejandro", en el Cronógrafo de Archivo) y es concebida como parte independiente de la recopilación histórica. También es significativo al respecto el volumen de la obra: en la composición del "Cronógrafo Helenístico y Romano", el Libro Cronográfico de Alejandro ocupa una séptima parte de todo el cronógrafo: existe como ente aparte en el texto del cronógrafo y se distingue de los demás artículos historiográficos por sus particularidades en lo que concierne a composición y argumento (TBOPOГOB 1985: 103-106).
En la segunda redacción del Libro Cronográfico de Alejandro, el acento recae en otro elemento más del prototipo de la obra: la fantasía etnográfica. A ella pertenecen, por su carácter, los numerosos episodios nuevos tomados de la Revelación de Metodio Patarski y de otras fuentes. Están vinculados al deseo de reforzar el elemento cognoscitivo de la novela, con independencia de que esté encarnado en los milagros y la fantasía. Este enfoque, relacionado con la interpretación de plantas, piedras y animales raros, es bien conocido a través de El Fisiólogo, un conjunto de viejos universalia culturales que tiene sus raíces en el principio folclórico. La selección deliberada en la II redacción de episodios fantásticos de otras obras sugiere que se ha recurrido precisamente a este enfoque (TBOPOГOB 1970). La acumulación de estos episodios, que deben revelar las cosas que están "al margen" del mundo visible, puede deberse también al interés por la escatología, que crece sobremanera en épocas "limítrofes" del desarrollo histórico-cultural del mundo eslavo: basta recordar el ciclo de obras escatológicas que se originó en Bulgaria en los siglos XI y XII. La segunda redacción del Libro Cronográfico de Alejandro se realizó a mediados del siglo XV: la época de la caída de los Estados cristianos balcánicos bajo la dominación otomana. Dicha caída fue reflejada indirectamente en varias obras literarias. La selección de episodios que relatan lo que Alejandro vio "fuera" del mundo es estimulada por la cosmovisión propia de una época trascendental para el mundo cristiano y marcada, para la conciencia cristiana, por dos acontecimientos: la caída de Constantinopla en 1453 y el esperado fin del mundo que, según los cálculos, iba a suceder en 1492, de acuerdo con la leyenda de que su existencia duraría exactamente siete milenios. En una segunda redacción del Libro Cronográfico de Alejandro se actualiza una de las particularidades plasmadas en la novela de Pseudo-Calístenes: la descripción fantástica de las hazañas de Alejandro. Esto, sin embargo, no altera su finalidad funcional: sigue siendo copiada sólo en los Cronógrafos y sigue siendo concebida como lectura histórica. El Libro Serbio de Alejandro hace su entrada en la literatura eslava ortodoxa en el siglo XIV, pero se divulga sobre todo en el XVI y en el XVII. Es de destacar que el Libro Cronográfico de Alejandro y el Libro Serbio de Alejandro se difunden en la literatura medieval rusa simultáneamente, siendo copiado el Libro Cronográfico de Alejandro en la composición de las recopilaciones históricas y el Libro Serbio, principalmente, en las misceláneas de contenido mixto. Esto es indicativo de la diferente función que tienen las dos versiones de la novela. Con frecuencia se pone de manifiesto también la interacción entre estas versiones, motivada por el natural afán del copista por completar una u otra de las obras con los diversos relatos sobre Alejandro a los que tiene acceso. De este modo surge en la composición del Cronógrafo Ruso un texto redactado del Libro Cronográfico de Alejandro con añadidos del Serbio. Reviste particular interés, por ser ilustrativo de la penetración inversa, un conjunto de copias del Libro Serbio de Alejandro formado en el siglo XVII y llamado "Grupo de Barso": conjunto de copias del Libro Serbio de Alejandro formado en el siglo XVII (BAHEEBA 1982: 57-69)._Hay en ellas numerosas interpolaciones tomadas de la segunda redacción del Libro Cronográfico de Alejandro que están incluidas en este grupo en forma compacta, en dos lugares del texto: después del episodio de la salida de Alejandro de la cueva oscura: relato de la Tierra de Cobre, de la Gorgona, de la prueba de lo alto del cielo y lo profundo del mar, y después de su victoria sobre el rey indio Poros; sobre los pueblos cíclopes e impuros. Es significativo que en la segunda redacción del Libro Cronográfico de Alejandro estos episodios no aparecen en el mismo orden. Esto quiere decir que esta ramificación de la tradición manuscrita se ve completada -no de forma mecánica, sino concienzudamente- sobre la base del Libro Cronográfico de Alejandro, tomando prestados episodios de contenido fantástico y fabuloso. Esta inclusión de episodios del Libro Cronográfico de Alejandro al Serbio en un conjunto de copias del Libro Cronográfico de Alejandro, formado en el siglo XVI, revela que las funciones de las dos versiones de la novela se igualan hasta cierto punto, a pesar de que el Libro Cronográfico de Alejandro sigue siendo concebida, con arreglo a la tradición, como parte de las grandes recopilaciones históricas. Otra tendencia característica de la adaptación del Libro Serbio de Alejandro a las necesidades de los lectores se manifiesta en el hecho de que se complete con los relatos de la Guerra de Troya de la literatura rusa del siglo XVII: en ese período los relatos de Troya son muy populares en Rusia. Semejante tendencia se observa en la tradición manuscrita de los eslavos meridionales: en un manuscrito del siglo XV, por ejemplo, están unidos el Libro Serbio de Alejandro y la Fábula Troyana. Esta combinación de ambas obras en el manuscrito es indicativa de la idéntica función artística que desempeñaron las dos obras narrativas en un determinado período de la evolución de la literatura eslava ortodoxa. A menudo, en sus copias rusas, el Libro Serbio de Alejandro se encuentra en la composición de las misceláneas de contenido mixto, que surgen para satisfacer la necesidad de disponer de una lectura entretenida en el siglo XV (ДМИТРИЕВА 1972).. En la tradición manuscrita búlgara, los compendios de contenido mixto tienen análoga composición narrativa y función de lectura aleccionadora y a la vez entretenida. Sin embargo, en la tradición manuscrita de los eslavos meridionales, el Libro Serbio de Alejandro se encuentra sobre todo como texto independiente. Basándonos en las observaciones se puede generalizar que, a diferencia del Libro Cronográfico de Alejandro, el Libro Serbio de Alejandro tiene la función de novela medieval de entretenimiento y a la vez aleccionadora, al tiempo que algunos elementos de tratamiento novedoso del argumento la acercan al género de las novelas caballerescas. Los modelos genéricos y las tendencias literarias de la época contribuyen a la existencia independiente del Libro Serbio de Alejandro, en el seno del sistema genérico básicamente vigente y no permitiéndole que se adapte a otros géneros ni asuma una determinada función pragmática. Esa variante de la novela constituye la típica narrativa medieval y de esta manera desarrolla una de las tendencias que se dan en el original de Pseudo-Calístenes. El Libro Cronográfico de Alejandro es una manifestación de la historiografía novelada de la Edad Media eslava, mientras que el Libro Serbio de Alejandro tiene un desarrollo mucho más dinámico desde el punto de vista de su funcionalidad literaria y social. Se convierte en exponente del desarrollo del proceso literario global, puesto que su texto no está comprometido directamente con el desempeño de una determinada función práctica. Precisamente por ello, el Libro Serbio de Alejandro se convierte en reflejo de los cambiantes gustos literarios de los lectores, llegando a veces a modificaciones sustanciales. Son indicativos en ese sentido los ejemplos del carácter de "novela corta costumbrista" que la obra adquiere en la literatura rusa del siglo XVII y del relato del rey Alejandro en el compendio del pope Puncho, relato modificado de uno de los episodios de la novela. Volviendo a los hitos que marcan el carácter de la composición de Pseudo-Calístenes, novela y libro popular, podemos generalizar que, en su evolución literaria y en su función social, el Libro Serbio de Alejandro recorre el camino que va desde la novela caballeresca hasta el libro popular. El concepto "libro popular" no expresa en este caso la composición inicial de la obra (como se interpreta, por ejemplo, en la investigación de E. Rohde), sino que ha de ser entendido como exponente de la nueva función social, acorde con los gustos del nuevo público lector, que la obra posee en el desarrollo de la literatura búlgara antigua.
Referencias bibliográficas
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