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1. Planteamiento. Por qué una campaña de animación a la lectura en Primaria La lectura es una de las principales destrezas humanas, con la que se desarrollan un buen número de habilidades lingüísticas y otras destrezas, así como el correcto desarrollo intelectual del niño y la educación en valores. La lectura ofrece: . • Desarrollo de la capacidad expresiva y comprensiva. . • Adquisición de vocabulario y expresiones. • Desarrollo de la habilidad de reunir información e interpretarla en términos de categorías útiles. •Independencia, criterio y elecciones personales. Pero la lectura, según constatan padres y docentes, cada vez se encuentra más en detrimento entre los alumnos, con los consecuentes fracasos escolares. Debido a ello, hoy, quizás más que nunca, se hace necesario generar hábitos lectores, de forma que la lectura y los libros, junto con los contenidos curriculares de Primaria, no caigan sobre los niños como un peso externo o como una tarea aburrida y tediosa, sino que sea algo que salga de ellos y viva con ellos en pleno disfrute y aprendizaje. Hábitos y placer lectores con los que poder desarrollar las destrezas y habilidades lingüísticas que la lectura genera. En este sentido, no debiéramos olvidar que la finalidad de la enseñanza de la lengua y literatura, en los niveles primario y secundario, es, ante todo, el desarrollo de las capacidades verbales de expresión y comprensión. La actividad educativa debe dar preeminencia a la práctica, al uso de la lengua, a la lectura y a la expresión oral y escrita. Además, también debe proporcionar conocimientos sobre la lengua, de carácter gramatical, siempre que estén relacionados con el uso y tengan, por lo tanto, un carácter práctico normativo. La enseñanza de la literatura, por su parte, no puede efectuarse al margen de la lectura y del comentario de los textos. El desarrollo de todos estos aspectos será de utilidad en todas las áreas de conocimiento y trabajo de Primaria, así como en una campaña de animación a lectura (tal y como hemos hecho en la que aquí presentamos).
2. Fundamentación teórico-lingüística 2.1. Fines sociales en la didáctica del texto y en la animación a la lectura Según los aspectos indicados, una campaña de animación a la lectura debe tener en cuenta lo que González Nieto (2001) denomina “los fines sociales de la enseñanza y de los contenidos textuales”. Según este autor, el contenido de un determinado campo del conocimiento o de una disciplina académica no se determina en abstracto, sino en relación con unos fines sociales, que deben regir también la selección de textos y materiales. Según esto, debemos considerar qué demanda la sociedad en cada área de conocimiento y asumir una “practicidad” dentro de los conocimientos y contenidos propios de cada área, así como dentro de su enseñanza, lo que se tendrá en cuenta en la campaña de animación a la lectura y en los textos seleccionados para tal fin. Entre esos fines sociales se deberá encontrar también la “sociabilización”, sociabilizar al alumno con su entorno social, y con la lectura, el libro y sus contenidos. De ahí que el nombre dado a nuestra campaña haya sido el de “Campaña Haciendo amigos de educación en valores, animación a la lectura y didáctica del texto en Primaria”.
2.2. Importancia de la pragmática en los textos de animación a la lectura En relación con los fines sociales, el texto, especialmente el utilizado en una campaña de animación a la lectura, tiene que ser relevante para el lector (Fernández, Claudia, 1998: 103): Ser relevante no es una propiedad intrínseca de los enunciados sino de una propiedad que surge de la relación entre enunciado y contexto, esto es, entre el enunciado, por una parte, y un individuo con su particular conjunto de supuestos en una situación concreta, por otra. Lo que puede ser relevante en un momento para una persona puede no serlo en otro momento. Un buen texto, además, deberá ser significativo para el lector teniendo en cuenta el principio de cooperación de Grice y sus máximas conversacionales de calidad, cantidad, relación y manera, o de lo contrario perderemos la atención y el interés del lector, como ya hace notar Berceo en sus obras, según analizaremos a continuación.
3. Punto de partida histórico-literario pragmático. Por qué Berceo 3.1. Despertar cultural del S. XIII. Oralidad / escritura Gonzalo de Berceo, magnífico narrador nato, primer poeta en castellano de nombre conocido, y uno de los mejores escritores que ha dado nuestra lengua, realiza su labor poética en los ámbitos del monasterio de San Millán de la Cogolla (La Rioja, España), en lo que fue un magnífico scriptorium medieval, como evidencian las famosas glosas emilianenses y los descubrimientos realizados por las investigaciones de los hermanos García Turza3. Con Berceo, nos encontramos ya en una época que Deyermond (1985: 102) califica como “el despertar cultural del siglo XIII”, en plena Edad Media. Época que Zumthor (1989) considera en relación con la importancia de la oralidad en la literatura medieval. Distingue Zumthor una tradición oral frente a una tradición escrita. Según él, la edición y difusión del texto medieval es oral. La palabra echa voz, editada oralmente al principio por el juglar o el trovador 4, escrita y leída en el manuscrito después. Se trata, según Zumthor, de una literatura que surge al margen de la escritura. Es durante 1150-1250 que se produce el paso de la literatura en lengua vernácula del estado de oralidad al de la escritura. Aún así, estamos todavía en un mundo en que lo oral predomina sobre lo escrito. Son los juglares durante los siglos X-XIII los editores de la literatura oral. Su prestigio va decayendo conforme avanza el siglo XIII, tras haberse impuesto la escritura sobre la oralidad, la prosa sobre el verso, una sociedad monárquica y urbana sobre las cortés y feudal. Los juglares, conservan, recrean y actualizan la memoria del imaginario colectivo, que es la literatura de esta época. La oralidad es, por lo tanto, un rasgo que caracteriza la literatura de los siglos XII y XIII, rasgo al que se suman los poetas clérigos como Berceo. De esta forma, aunque el trovador o el clérigo dicten o escriban, lo hacen para la edición oral del texto. Según Zumthor se da una convivencia de la oralidad y la escritura (1989: 116, 117, 186). Los textos escritos en esta época, especialmente los escritos en latín, son sinónimo de fiabilidad, certeza y veracidad histórica, frente a los textos meramente orales de los juglares. A lo largo de la extensa obra de Berceo aparecen diversas alusiones a lo escrito, es decir, a las fuentes latinas en las que él se basa para componer sus obras y a las que tan fielmente se apega (Fernández Pérez, 2005), como el mismo Berceo insiste en poner de manifiesto (Signos 1 a-d; Martirio 2 c; Sto. Domingo 5 a; 316 b; 351 a-b; San Millán 73 a; 108 c; 377 a-b; 456 a-b). Le interesa recalcar esto para dar mayor credibilidad a su historia. Estas alusiones dan al público noticia de que su arte, frente al de los juglares, es algo riguroso, no realizado de cualquier manera, sino basado en fuentes latinas, serias y fiables, lo que se nota en el estilo y el léxico culto utilizados por Berceo. Sin dejar de lado las fuentes cultas latinas, quiere Berceo contar las que más le interesan, como la del Martirio de San Lorenzo, “en romanz, que la pueda saber toda la gent” (Martirio 1 c-d). Ensalza enorgullecido Berceo el “román paladino”, la lengua “en la qual suele el pueblo fablar con so vecino”, como lengua de cultura, “ca non so tan letrado por fer otro latino” (Sto. Domingo 2 a-c). Como la gente del pueblo no tiene acceso a las historias escritas en latín, quiere Berceo darlas a conocer hablando claro de forma que todos le entiendan. Partiendo de esta conciencia de las lenguas populares (entendibles por todos) frente a las lenguas cultas (entendidas sólo por los letrados), distingue Berceo las canciones religiosas de las populares, las cantadas en latín de las cantadas en romance (Sto. Domingo 270). Pone especial énfasis en que lo que él cuenta, aunque recitado a la manera de los juglares (pero con otro tipo de estrofa y verso), sigue bien de cerca las fuentes latinas, lo que para la época es sello de calidad y autenticidad. Como ya señalara Manuel Alvar (Berceo, 1992: 38), “en la conciencia del escritor Gonzalo de Berceo convergen la trayectoria del erudito y la del cantor popular”. Se da en Berceo una voluntad expresa de acercar al pueblo en su lengua las obras latinas que le parecen de interés para tratar con su auditorio. Auditorio al que pretende sociabilizar a través de la lectura con su entorno y con los textos escritos. Realiza Berceo un acertado uso de los fines sociales de la enseñanza y de la practicidad de los mismos en función sus propios intereses y los de su auditorio.
3.2. Oralidad y “narratividad” en Berceo Inmerso en esta cultura de lo oral, Berceo escribe sus obras poéticas para ser leídas (narradas) en voz alta, de forma activa, a un público que va a escucharlas: los peregrinos o las gentes del pueblo que se congregan en el monasterio de San Millán de la Cogolla, a los que quiere enseñar, aleccionar, adoctrinar. Instruir deleitando mediante historias ejemplares, auténticas narraciones en cuaderna vía. Nos encontramos, pues, con una literatura escrita oralizada, en la que predomina la intención de educar al auditorio enseñándole determinados modelos de conducta a través del relato. Relato que el público no lee, sino escucha (San Millán 1-2; 29 d; 108-109; 199; 435; Milagros 1; Sacrificio 258 a). Es decir, Berceo escribe para ser escuchado, lo que implica tener muy en cuenta al público, con todo lo que ello conlleva. Algunos indicios y manifestaciones de esta oralidad en Berceo son: -las repetidas apelaciones al público que le escucha (evidenciado en los ejemplos reseñados). -la representación de la actividad narrativa con verbos que se refieren a la ejecución oral y a la recepción auditiva (recitar, hablar, cantar, escuchar, oír). -la utilización de las técnicas de los juglares5. -el estilo utilizado por el autor, con especial mención de la frescura, el dinamismo, el atractivo y la expresividad de las partes dialogadas por sus personajes (Sto. Domingo 142-157). -el uso de un léxico y unas expresiones cotidianas para el auditorio al que Berceo se dirige6. -la cercanía de los personajes y lugares escogidos por Berceo para su auditorio (San Millán, Sto. Domingo, Sta. Oria, Nájera, Berceo…). -las variantes textuales (evidenciadas al cotejar los textos de unas mismas obras en diferentes manuscritos). Cuando Berceo escribe, piensa, pues, claramente en términos de un público específico y en la presentación oral de su obra. Continuamente se dirige Berceo a su público de oyentes. Público al que nos pareciera estar viendo apretujado, escuchando como él les habla. Gonzalo de Berceo, como narrador nato, lleva a cabo precisamente lo que hoy se realiza en una campaña de animación lectora, tanto al elegir los textos y temas en función de su auditorio, como al leer de forma dinámica sus textos al gran público que se reúne en torno a él. En Berceo se produce un encuentro entre el mundo del texto, el mundo del lector y el mundo del oyente espectador. Y es que, como dicen Guglielmo Cavallo y Roger Chartier (1998) el texto no se actualiza, no se termina de realizar, hasta que el lector o el oyente lo recibe y hace suyo. La lectura, como señalan ellos, es siempre una práctica encarnada en ciertos gestos, espacios y hábitos. Estos son aspectos que preocupan a Berceo, pues sabe que su éxito como educador depende en gran medida de la atención que les dedique. Él sabe que no es lo mismo escribir para que le lean en privado de forma individual, que para que el escuchen en grupo a las afueras del monasterio con más o menos prisa, tranquilidad, atención... El medio utilizado para la edición y recepción del texto es un importante factor a tener en cuenta en una campaña de animación a la lectura, así como la ubicación y distribución de los contenidos en el texto. También juega un papel fundamental la ubicación y distribución de la clase (tanto de los alumnos, como del espacio físico y del mobiliario que la conforman). Estos factores condicionan en gran medida lo que vayamos a hacer y cómo se vaya a desenvolver todo. En la atmósfera de normalización curricular que nos rodea se está redescubriendo el protagonismo de los diferentes elementos que configuran el entorno del aprendizaje y que configuran sus resultados. Así, junto a una preparación operativa de los contenidos, sabemos que el espacio interactúa en las relaciones didácticas. Sabemos que una configuración favorece más el trabajo personal, silencioso, y otras permiten una mayor interlocución. Además, ¿por qué aislamos a veces a un alumno molesto en una mesa aparte, o lo colocamos en las primeras mesas, o separado de...? Hay niños que rinden más junto a otros, y otros que se estorban. De igual manera, en la recitación y lectura de los textos en una campaña de animación a la lectura, la propia metodología, según sea activa-constructiva o pasiva-reproductiva, producirá una muy diferente interiorización de los contenidos trabajados. La lectura y recitación públicas se ven marcadas por las distancias interpersonales en la labor educadora, algo que tiene muy presente Berceo cuando recita sus obras al público que se congrega para escucharle. No cesa de tener en cuenta a su público, al que apela constantemente; público que le está escuchando recitar sus obras cual juglar a lo divino. Es consciente Berceo de la relación afectivo-social que se da entre él y su auditorio, al que constantemente llama su atención (Milagros 1, 625; San Millán 132 b, 181 d, 185 c, 197 d), le pide aguante y paciencia (Milagros 75 a-b, 182 a-b; San Millán 320-321; Sto. Domingo 315), y trata de mantener su atención un poco más (Sto. Domingo, 335; Sacrificio 297 a-b), lo que consigue a veces generando la curiosidad en sus oyentes por lo que les va a contar (San Millán 377 c-d). A veces se excusa Berceo y expresa su deseo de no ser largo, pues le preocupa el enojo y tedio de su auditorio (Sto. Domingo 759 c-d; Milagros 749 a-b; Martirio 17 a-b). En Berceo está siempre presente la preocupación de poder molestar al auditorio alargando su relato, aunque sea con fines didáctico-morales. Por eso pide paciencia y conformidad. O acude, si no, al lugar retórico común de decir que abreviará la historia, debido a que no se podría contar todo lo que hizo el protagonista (San Millán 68, 362), aunque en realidad no abrevie nada, pues no omite ninguno de los milagros póstumos contados por el biógrafo latino (en el caso de San Millán, San Braulio, autor en el que se basa él para escribir la vida de San Millán en romance). A veces se le hace necesario tardar, alargar la historia, la explicación (San Millán 377 a-b). Pero nada se puede alargar excesivamente. Tarde o temprano llega el momento de tener que terminar la sesión lectora y de irse a descansar. Así que Berceo se despide (San Millán 108). Parece indicar en pasajes como ése que hubo un intervalo entre la presentación oral de cada uno de los tres libros de la Vida de San Millán. Por último, al final del tercero, pretende además movilizar a la acción a su auditorio (San Millán 480) para que paguen los votos y ofrendas al monasterio de San Millán en reconocimiento agradecido por todo lo realizado por el santo. Éste es el móvil por el cual, según Brian Dutton (1984), Berceo compone y recita sus obras, tal y como se evidencia en la presentación y apelación inicial a la historia de San Millán (San Millán 1-2), que es retomada al final de la obra. Como hacemos constatar en las notas 5ª y 6ª del presente artículo, Berceo realiza un acercamiento consciente y premeditado hacia su público. Se esfuerza continuamente para que sus textos sean relevantes para el auditorio al que se los recita. Al hablar del receptor de las obras de Berceo habría que hablar de una diversidad de públicos. Don Ramón Menéndez Pidal (1991: 353-354) habla de un público iletrado, el mismo para el que cantan los juglares, y don José Amador de los Ríos y Menéndez Pelayo hablan de un público letrado, culto y reducido. Al realizar una campaña de animación a la lectura también nos encontraremos con un público, es decir, con un grupo de alumnos, diverso y heterogéneo en cuanto a procedencia, cultura, nivel de estudios... Y debemos ponernos entre medio para poder llegar a todos los niveles, como hace Berceo al escribir para un público diverso y heterogéneo, al que se dirige en su lengua popular, pero sin dejar de lado tampoco las fuentes cultas y los giros latinos (que utiliza con cierta frecuencia en su obra). Berceo, por lo tanto, piensa constantemente cuando escribe en la importancia de sensibilizarse con su grupo de relación o auditorio, con quien no deja de interrelacionarse siempre que puede. Sabe que sólo así se potenciará asombrosamente lo que hoy llamamos el rendimiento académico, la asimilación de lo que quiere enseñarles.
4.1. Destinatarios, fases y desarrollo de la campaña A partir de lo expuesto líneas arriba sobre la figura, obra y praxis de Gonzalo de Berceo como ejemplo de lo analizado en la fundamentación teórico-lingüística previa, consideramos en la campaña de animación a la lectura en Primaria algunos aspectos de base. Como desarrollaremos brevemente más abajo, abarcan desde la elección de los textos, hasta la finalidad y los objetivos de la campaña, los destinatarios de la misma y sus contenidos textuales. Somos conscientes de que no toda la responsabilidad y las posibilidades de actuación están en manos del profesorado, dada la importancia de los padres en el proceso lector de sus hijos. De ahí que los tengamos a los tres en cuenta como destinatarios directos a los que va dirigida la campaña. En función de estos tres destinatarios claros e interdependientes la campaña consta de tres fases: 1. Con los padres (de manera formativa previa, como agentes activos en este proceso, a través de un seminario que les resulta de gran interés sobre los condicionantes externos de la lectura, ya que son ellos como padres de los alumnos los que más directamente pueden controlar en sus hijos esos condicionantes, así como favorecer la lectura). 2. Con el profesorado (de manera formativa previa, como agentes activos en este proceso, a través de un seminario teórico-práctico en el que se presentan los procedimientos de trabajo que, como propuestas metodológicas, fundamentan la campaña. Así mismo, se presenta un exhaustivo y completo análisis de los factores internos de la lectura, con las actividades posibles para trabajarla con los niños, de forma que luego los mismos docentes puedan seguir por su cuenta con ellos). 3. Con los alumnos (poniendo en práctica con ellos, de forma dinámica y atractiva, todo lo expuesto previamente a los profesores). La actitud del adulto ante los libros puede ser muy estimulante. De ahí la importancia de contar con los padres y docentes, además de con los niños, en una campaña integradora que no los deje a ninguno de ellos de lado como hasta ahora.
.–Sociabilizar al alumno a través de la lectura con su entorno o medio natural y social, y con los textos, consiguiendo de esta manera que los niños, de la mano de sus padres y docentes, se hagan amigos de la lectura, los libros y sus temas, presentados a través de diversos personajes e historias que educan en valores de manera entretenida. .–Concienciar a los padres de la importancia de la lectura frente a otros medios mostrándoles cómo incentivar y favorecer la lectura en sus hijos al dotarles de medios y propuestas de actuación, ilusionándoles así en el proceso lector de sus hijos motivándoles a participar en él incentivando como padres la lectura en sus hijos y creando gustos lectores en ellos. .–Ilusionar de nuevo al profesorado en el fomento de la lectura y la didáctica del texto involucrándoles en el proceso lector de sus alumnos al recuperar y redescubrir a Berceo entre los docentes, de donde extraer pautas y propuestas metodológicas para ellos en relación con la animación a la lectura, formándoles y capacitándoles a través de cinco dinámicos temas teóricoprácticos con los que renovar y poner al día en los docentes la fundamentación teórica, la capacitación, los medios y los materiales para el fomento de la lectura y la didáctica del texto entre los alumnos de Primaria, dotándoles de las herramientas adecuadas para que luego puedan seguir desarrollando estas actividades con los niños que asisten a sus clases, los cuales habrán participado también de esta campaña de didáctica del texto y la lectura. .–Poner en práctica con los alumnos todo lo visto con los docentes consiguiendo desarrollar en los niños la capacidad de elección lectora y la libre lectura por disfrute, generadora de placer, fomentándola en ellos como actividad natural y entretenida con la que comenzar a descubrir en sí mismos los niveles de degustación lectora (incluso entre los textos impuestos, consiguiendo que tales lecturas impuestas no se sientan como tales).
-Textos que instruyen y educan deleitando, elaborados con rigurosos criterios pedagógicos y fuentes adecuadas, en donde los contenidos y la forma de presentarlos se llevan a cabo de acuerdo a las edades a las que van destinados. -Textos relevantes para los niños y aptos para despertar el interés al resultar atractivos en su presentación y contenido, breves, claros y sencillos, cuya lectura está vinculada a situaciones reales, significativas para el niño, pues con ello se incentiva el interés por conseguir una información que se le presenta al lector necesaria y atractiva. -Textos que conforman un todo homogéneo, con una cohesión sintagmática y enunciativa. -Textos que tienen en cuenta los denominados “modelos interactivos de procesamiento lector”, formulados en el marco de la psicología cognitiva. -Textos que activan los conocimientos previos, muestran referencias socioculturales, y desarrollan las estrategias lectoras implicando ciertas exigencias cognitivas, correspondientes a Primaria. -Textos que vienen agrupados por contenidos o temas en varios libros: dos libros fijos por ciclo (uno de conocimiento del medio natural, y otro de conocimiento del medio social y de la historia a través de sus protagonistas), más uno optativo con el que podemos trabajar de forma opcional en cualquiera de los ciclos aspectos relacionados con el hecho religioso y la persona de Jesucristo, cuya vida marcó un antes y un después en la historia de este mundo. Según esto, los contenidos textuales para la campaña de animación a la lectura en Primaria son los siguientes (Lopes, 2005): -Contenidos textuales que refuerzan los vistos en clase, alusivos a los de las áreas de conocimiento de Primaria, adaptados al mundo infantil, y que, además, sirven para educar en valores de manera entretenida, algo tan importante y necesario en la sociedad actual. -Contenidos generales agrupados por volúmenes, con subcontenidos agrupados por textos presentados en breves capítulos o apartados constituyendo unidades didácticas temáticas. -Textos que, al igual que Berceo (Milagros 2-13), se sirven de la naturaleza como alegoría y, sobre todo, como medio de conocimiento del mundo natural. -Textos que, como Berceo, utilizan los personajes célebres para dar a conocer la historia y el medio social a través de historias ejemplares. -Textos que, haciendo amigos, tratan de sociabilizar al lector con su medio natural y social, ayudándole a desenvolverse en la vida. -Textos que incentivan en el joven lector la creatividad, perseverancia y toda una serie de importantes valores prácticos. -Textos relacionados con el bagaje cultural del alumno que resultan útiles en el descubrimiento del mundo por parte del niño lector. -Textos que favorecen una rentabilidad funcional de los mismos teniendo en cuenta los fines sociales y la practicidad de los contenidos presentados. -Textos con un tipo de lenguaje adecuado al nivel de Primaria, con un uso limitado de los tiempos verbales más complicados y menos habituales para facilitar la comprensión lectora. -Textos adecuados para los niveles de Primaria y significativos para el lector, con personajes e historias cercanos, con los que se identifica el joven lector infantil. -Textos con una narratividad dialogada de los contenidos, en forma de breves historias dinámicas que unos personajes les cuentan a otros despertando el interés por lo que se cuenta. -Textos en los que se da una cercanía con el lector mediante la relación entre el narrador, los personajes y el lector, lo que ofrece la vinculación necesaria del alumno con el texto. -Textos en los que el lector-narrador aparece personificado, en clara vinculación con los personajes de dichas historias y el lector-espectador de las mismas, que también aparece personificado como protagonista-espectador (activo-pasivo) de esas historias contadas. -Textos con personajes-narradores infantiles, cercanos al lector, que aparecen en cada historia o serie de historias formando un todo homogéneo y un hilo conductor a través de los varios volúmenes de los que consta la serie de textos que se utilizan para la campaña. -Textos que a cada rato llaman y mantienen la atención del lector. -Textos con un tipo de letra y tamaño adecuados para la lectura infantil en Primaria. -Textos que entran por los ojos gracias a una presentación muy visual, con una maquetación y encuadernación atractivas y de calidad, y con fascinantes ilustraciones a todo color eficazmente dispuestas en la página y el libro. -Textos que interactúan con el lector de manera divertida a través de un material complementario en cd-rom, con explicaciones audiovisuales y educativos juegos interactivos seleccionables según el idioma que se quiera trabajar (español, inglés o francés). -Textos que ofrecen una rentabilidad funcional de los mismos al estar disponibles en varios idiomas, posibilitando de esta forma su uso en castellano (tanto para las clases de lengua castellana como para cualquiera de las áreas de conocimiento de Primaria) y en clase de idiomas (español lengua extranjera, inglés y francés). -Textos que de gran versatilidad según las áreas de conocimiento, cursos, idiomas o aspectos que se quieran trabajar. Las características del texto condicionan su elección, su acercamiento al mismo y su tratamiento, algo que sabía muy bien Berceo, según pone de manifiesto en su obra, praxis y persona, en donde los textos llegan a encarnarse en las recitaciones y representaciones públicas que hace de los mismos. En cualquier lectura o acercamiento a un texto, el texto interactúa con nosotros y nosotros con él. El éxito de una campaña de animación a la lectura en Primaria dependerá, por lo tanto, en gran medida de la adecuada elección de los textos que realicemos. Cuantos más referentes y vinculaciones consigo mismo encuentre el lector en el texto, más fácil le resultará introducirse en él y vincularse con el mismo afectiva y cognoscitivamente. Potenciaremos de esta forma en nuestros jóvenes lectores su rendimiento académico, la asimilación de lo que queremos enseñarles, y el desarrollo de las destrezas y valores vinculados con los textos propuestos, además del gusto por la lectura, de manera que podamos nosotros también decir al final, junto a Berceo, De fer esti trabajo ovi gran deseo, Notas 1 Dirección electrónica: luis-angel.ruiz@unirioja.es, leyendapianista@hotmail.com. Seguimos en nuestro planteamiento el DRAE en su acepción de “sociable”: hacer al alumno “naturalmente inclinado al trato y relación con las personas, o que gusta de ello”. Es decir, hacerlo naturalmente inclinado al trato y relación con el entorno social y natural que lo rodea. Como medio para conseguir esto utilizamos la lectura y los libros, con los cuales debe verse el alumno naturalmente inclinado al trato. Doble finalidad de la sociabilización lectora de alumno (con su medio o entorno, y con los textos), algo que tan magistralmente pone en práctica Gonzalo de Berceo, y que nosotros hemos querido reflejar en el nombre dado a la campaña. 3 Víd. https://www.vallenajerilla.com/berceo/autor.htm. 4 Recordemos que el juglar era el hombre que por dinero y ante el pueblo cantaba, bailaba o hacía juegos y truhanerías. También el hombre que por estipendio o dádivas recitaba o cantaba poesías de los trovadores, para recreo de los reyes y de los magnates. Hay quien también los identifican con los trovadores y poetas, aunque en un principio eran estos últimos los que en realidad componían las trovas (los versos). 5 Ya que Berceo escribe para un público enorme, y sus medios de presentación han de ser orales, es natural que emplee la técnica de la literatura oral de su época, la de los juglares. Berceo se llama así mismo juglar de Santo Domingo de Silos, recordando a los joculatores Domini de San Francisco de Asís según Dutton, además de aparecer dirigiéndose de nuevo expresamente a su público (Sto. Domingo 289, 759). Berceo se considera, pues, un juglar religioso, un juglar a lo divino. Es por ello que se encomienda a Dios, le pide su protección y se pone en sus manos (Sto. Domingo 775-776). Influenciado por lo juglares, Berceo da a sus santos ecos de un héroe épico a lo divino. El santo como soldado cristiano, en realidad todo cristiano como soldado, es un concepto nacido con la Iglesia militante, pero en Berceo el santo militante tiene las características del héroe épico, el caballero feudal con su honor que proteger y defender y fontas (deshonras, afrentas, vergüenzas) de las que vengarse (como la que se menciona en el poema de San Millán, 444d). Hay que tener en cuenta que Berceo escribe para un público entusiasmado por los cantares de gesta, al igual que el público del siglo XVI se entusiasmaba por los libros de caballería. Al hablar Berceo de sus santos en los términos en que lo hace se granjea la simpatía del público que le escucha, habitual oyente también de los juglares épicos, habitual oyente de epítetos como los mencionados de Buen cavallero, el caboso, en buen punto nado, lo que indica de nuevo que Berceo escribía pensando en el público que lo iba a escuchar. Se trata de encariñar al público con su santo, pues esas referencias tomadas de la juglaría tenían una gran fuerza emotiva para un público del XIII, entusiasmado por y conocedor de los cantares de gesta. Son un aspecto importante de lo que Lapesa (1981: 160) llama “un acercamiento al público” por parte del mester de clerecía. Su función dinámica, lejos del cliché, indica de nuevo, una vez más, que sus obras fueron escritas para ser destinadas a la recitación pública. Esta técnica de presentar así a sus santos es un “artificio intencional”, como lo denomina Dutton (1984: 192), destinado a captar la imaginación del público, estimular en ellos la admiración y el entusiasmo en términos conocidos de todos, ganarle la devoción general. La alusión a los juglares y la apelación al público espectador-oyente se da ya desde el principio del poema dedicado a Santo Domingo (Sto. Domingo 2-3), con la apelación al “vaso de bon vino”, que para Dutton es también una fórmula juglaresca para pedir un refresco a la voz cansada de recitar, aunque sospecha que Berceo la emplea más bien humorísticamente, por el hecho de ser riojano, piensa él (Dutton, 1984: 188). 6 Además de las ocasiones en las que Berceo se dirige a su público de una u otra forma, el estilo con el que escribe muestra también que lo hace pensando en el público y las gentes de ese lugar. Como analiza Artiles (1968), Berceo utiliza recursos, unos más sonoros que otros, pensando en que escribe para ser escuchado y que la gente no se distraiga ni pierda el hilo de la historia. Tenemos así aliteraciones (repeticiones más o menos insistentes de un mismo fonema, que además de los efectos de su valor rítmico, lleva en sí sorprendentes efectos de expresión), anáforas (repeticiones de una misma palabra al principio de varios incisos y, como fenómeno de reiteración, lleva consigo una virtud intensificadora, un poder vigorizante), paronomasias (empleo de palabras que pueden ser de distinta morfología pero que, al menos fonéticamente, guardan cierto parentesco o semejanza), paralelismos, los diálogos que introduce (lo que da pie a una posible dramatización ante su público a semejanza de los juglares). Berceo, que está sumido en el rústico vivir de los pueblos cercanos al monasterio, en íntima solidaridad con su contorno, no intenta desasirse del mundo campesino que le rodea, sino que lo aprovecha para mejor comunicarse con sus oyentes. Así, en sus poema surgen, acá y allá, las mieses, las espigas, la paja, las gavillas, el rastrojo, el trigo, la cibera, la avena, los puerros y las chirivías, las yerbas del campo, la cañavera, las viñas, el majuelo, los árboles frutales... Trata Berceo, por lo tanto, de acercarse a su público partiendo de las realidades cotidianas próximas a éste. Nos encontramos, pues, con otro importante principio a seguir para todo educador: ponerse en lugar del otro para, partiendo de su realidad, de lo conocido y dominado, avanzar a lo desconocido. Se trata, así mismo, de acercar lo que se le intenta explicar a lo que le resulta más cercano y familiar, lo que se tendrá en cuenta en la campaña de animación lectora y sus textos.
Bibliografía ARTILES, JOQUÍN, Los recursos literarios de Berceo, Madrid, Gredos, 1968.
LUIS ÁNGEL RUIZ RUIZ Nuestro agradecimiento al Profesor Luis Ángel Ruiz por permitirnos exponer su trabajo.
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