Samaniego (Álava) Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción. Seguir enlace para ver imagen general y comentario artístico.

 

 

 

Debo agradecer al profesor Rafael Cano su amable invitación para participar en esta mesa redonda sobre la documentación del romance primitivo por dos razones: en primer lugar por suponer que soy una investigadora apropiada para disertar sobre este tema en el espacio geográfico que él ha dispuesto, y en segundo, y no por ello menos importante, porque me permite exponer aquí uno de los aspectos que más me ha interesado en estos últimos años, y al que he dedicado numerosas horas de trabajo.

Voy a intentar exponer, en el período de tiempo que se me ha asignado, los aspectos de mi trabajo que considero de mayor interés y novedad .

 

 

1. Informe general sobre nuestro ámbito geográfico

Es algo ya bien sabido, y no hemos sido precisamente nosotros los primeros que hemos alertado sobre ello, la despreocupación de los historiadores de la lengua española sobre la suerte del romance en el territorio que actualmente ocupan las provincias de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya; esta falta de información lingüística respondía, según las informaciones generales que emanaban de los estudios histórico-lingüísticos, de una escasez de fuentes escritas procedentes de estos territorios y en consecuencia de la inexistencia de recopilaciones, Cartularios, Fuentes Documentales, Colecciones Diplomáticas..., sobre la zona; por lo que la par-ticularización del primitivo romance era poco menos que inalcanzable. Sin embargo, los historiadores medievalistas se ocuparon para la reconstrucción de la historia medieval del País Vasco de escritos de otras zonas geográficas colindantes ( La Rioja, Burgos, Castilla, Aragón...) que recogían testimonios que relataban acontecimientos relacionados con nuestra área geográfica, de las que dependían en principio aquellos tres territorios. Al editar y analizar estos documentos específicos, los historiadores advertían que sus redactores tenían conciencia de que las gentes que les rodean hablan una lengua distinta del latín de sus documentos1.

Así pues, sobre la base de ciertas puntualizaciones históricas 2 pudimos iniciar nuestra investigación;en ellas se argumentaba, que ya en el siglo xi el nombre de Guipúzcoa aparece por primera vez en la historia:

Ego quidem senior Garcia Agenariz et domina Gayla, pro remedio anime nostre [...] et sub inperio senior Garcia Acenariz de Ipuscua [1025]3;

en el año 1051 figura Iñigo López como 'conde' de Vizcaya,

Ego Garsea rex [...] Placuit nobis simul et comitj Enego Lopez qui est dux in illa plitria que uocitatur Bizcaia 4;

y se encuentra ya en el siglo X el nombre del territorio alavés, así como la alusión de Garcia, obispo de dicho territorio, una centuria después:

Facta carta era dcccª .(X)ª., kalendas decembris, regnante Regimiro in Legione, et comite Fredinando Gondissalviz in Castella et in Alava [937 ] Ego igitur señor Enneco Lopez, gratia Dei comiti, una pariter cum uxore mea dompna Tota, concedimus tibi patri spirituali Garsia Alavensis terre episcopo [1051] 5

A estas citas específicas se puede añadir que, según J.A. García de Cortázar 6, en el siglo xii, los testimonios ayudan a perfilar con cierta seguridad las vicisitudes del dominio político de los territorios de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

Con estos antecedentes históricos nos quedaba la alternativa real de emplear la técnica de los medievalistas y acudir a los testimonios indirectos que ellos nos habían ido determinando en sus investigaciones. Seleccionamos de las Colecciones documentales de Castilla, Rioja, Aragón, etc. aquellos escritos que relataban acontecimientos relativos a los tres territorios. Ya en un trabajo anterior anotamos ciertos datos al respecto; por lo que ofreceremos exclusivamente aquí estos otros 7:

En el Cartulario de Valpuesta los documentos 17 y 32 se copian textos en que,

"El obispo Fredulfo da a la iglesia de Valpuesta y al obispo Juan todos los bienes que poseía en Alcedo [Álava]", [944] y "El presbítero Severo jura ante los jueces Lope Scemenez y Fortún Scemenez que la casa de San Cipriano, situada en Pando [Vizcaya] [956]".

Por su parte, el Cartulario de San Millán de la Cogolla recoge entre otros los documentos 29 y 42 respectivamente; en los que:

"Munio Jiménez de Añana [Álava] entrega su cuerpo y su alma a San Millán además de una casa con ocho eras de sal y su pozo" doc. 29 [942] ,"El abad Folio funda el monasterio de Santiago de Villa Pun (Valdegobia) [Álava], y le señala sus límites y posesiones" doc 42 [947].

En definitiva, deben saber que contábamos con muy escasas fuentes, escasas si las comparamos con otra zonas peninsulares, castellana, leonesa, aragonesa o navarra, aun con todo pensamos que el intento merecería la pena y comenzaríamos nuestro proyecto.

 

 

2. Fuentes documentales y trabajos realizados

Si tomamos como fuente indiscutible de caracterización de los comienzos del romance en la Península Ibérica la monumental obra llevada a cabo por don Ramón Menéndez Pidal, los Orígenes del español 8 observamos que su autor había contemplado para esta monografía una documentación concreta y específica, referida exclusivamente a los reinos de León y Castilla a los que añadirá, como advierte en la página 1:

dos series de Glosas, una de ellas inédita, y varios documentos que sirvan de muestra y de base a mi trabajo. Pueden añadirse [advierte en nota 1] dos textos de los Documentos lingüísticos de España (1044 y 1110).

Por orden cronológico y geográfico tras la trascripción de las Glosas (págs.3-24) indica

Publicamos a continuación alguna muestra de los diplomas de que me sirvo para mi estudio, escogidos entre aquellos que ofrecen más abundancia de fenómenos interesantes. Los ordeno geográficamente, de occidente a oriente (pág.24)

Transcribe en primer lugar( págs.24-44) tres documentos de "tierra de León"; la "Lista de quesos gastados por el despensero del convento...en Rozuela" (980),el "Embargo y atropello padecidos por la casa de Santa María ..." (h.1050) y el escrito por el que "Féliz Pérez y sus hijos venden [...] en tierra de León [...][1061], más un texto de "León o Monzón de Campos"del año 1078.

En el apartado IV agrupa tres legajos de los condados de Carrión, Monzón y Liébana (años 938, 1055 y 1097 respectivamente); mientras que el apartado V y VI están compuestos por las fuentes castellanas: la primera de 1011 en la que "Gómez Díez cambia [....] la villa de Oña [...] la "declaración de los derechos [...] a nombre del conde de Castilla [...] [1030];a continuación figura la donación al "monasterio de Oña de la villa de Fenosa " [1063].

Los legajos aragoneses ocupan el párrafo VI y en él transcribe otros dos textos: "Doña Adulina instituye herederos suyos al señor Sancho Galíndez...[1062-63] y "Partición que hizo el señor Sancho Garcés" [1090].

Puede observarse que del área lingüística que nos ocupamos en esta Mesa redonda no se adjunta copia alguna pues, como hemos advertido en trabajos anteriores, se ha tratado el territorio como si no existiera ningún tipo de documentación latino-romance y por lo tanto la consecuencia más inmediata era considerar que en dicho territorio no se había empleado lengua románica alguna.

Sin embargo advertiremos que hemos conseguido reunir en un corpus lingüístico en cierta medida homogéneo unas copias testimoniales que contienen lo siguiente:

- Una gran parte registran documentos notariales que relatan donaciones , confirmaciones o cesiones de particulares, fundamentalmente nobles y clérigos, a los monasterios de San Millán, San Juan de la Peña, San Vicente de Ocoizta... junto a algún testamento particular.

- Cartas reales de donación de ciertos territorios vizcaínos (Orduña), agregación de monasterios guipuzcoanos (San Andrés de Astigarribia) y confirmaciones de iglesias (la de San Sebastián, por ejemplo).

- Bulas papales que establecen los límites de las iglesias y textos eclesiásticos que recogen los acuerdos entre los abades de ciertos monasterios.

- Los Fueros de Alava (Vitoria, Arganzón, Bernedo...) y el de San Sebastián editados respectivamente por G. Martínez Díez y J. M. Lacarra9.

Ya en el Congreso anterior de Historia de la lengua española celebrado en Valencia informamos de que sobre la base de esta documentación iniciamos nuestro primer trabajo toponímico y añadíamos

hemos conseguido editar un, creemos, valioso corpus documental onomástico en el que recogemos la toponimia, mayor y menor, que figura en los Cartularios y Diplomas medievales referidos a acontecimientos históricos de las tres provincias vascas del territorio hispano y de Navarra ($1)10

Se trata de cuatro volúmenes completos editados gracias al interés y financiación de Euskaltzaindia/Academia de la lengua Vasca, Universidad del País Vasco (EHU) y Diputación Foral de Álava11.

Sobre este corpus onomástico hemos pergeñado algunas cuestiones filológicas.

2.1. En primer lugar, advertíamos que en los textos altomedievales se incluían nombres de persona y de lugar de origen vasco junto a voces pertenecientes a su léxico común12; pero en la representación de la onomástica latino romance figuran ya la representación gráfica de los sonidos palatales en Ballellio, Casteillon, Campopaggares, Comungoni,Barçena, Espeio, Formaza,... Los nombres geográficos comienzan a ofrecer grafías romances en la representación de los diptongos ie, ue en Flumenciello, Forniello, Castiello, Berguenda, Billaluenga..., así como cierta vacilación en un mismo topónimo entre el mantenimiento de la sorda y sonora intervocálica de Apricano/Abricanno, Bernetum/Bernedo, Elceto/ Elzetu... propia de los inicios románicos.

2.2. Los escribanos empleaban en su redacción el latín, lengua aprendida para su oficio; pero conocían y utilizaban en su comunicación oral un registro o variedad que se le escapa continuamente en sus escritos en el léxico común; en ocasiones los términos conviven junto con la forma latina, son los ejemplos de : area /era ; argenteos /argenzosariento; eremo /hermo ; foro/fuero; malleolo/malquelo ; sinera/sernas etc. La presión del registro cotidiano era muy intenso y hace sus incursiones en los textos, en estructuras morfosintácticas, bien analizadas en los conocidos trabajos de R. Blake, J.A Frago o W. Wright, así como en el vocabulario13.

 

 

3. Algunas puntualizaciones a modo de conclusión

3.1. En realidad nuestra investigación no puede rechazar ni apoyar presupuesto anterior alguno sobre las primeras manifestaciones del romance en Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, ya que ninguna noticia se ha tenido al respecto hasta el presente. Sin embargo, creemos que pueden constituir una confirmación o apoyo de la tesis expuesta por el maestro de la filología vasca y románica, el profesor Michelena, quien suponía que en esta zona latín y euskera primero , y lengua vasca y romance después han convivido desde siempre en este territorio. El cambio en el empleo de las lenguas, así como la introducción de innovaciones en su estructura, es siempre el resultado de la decisión de los propios hablantes de aceptar o desechar la innovación o la nueva variedad 14; las lenguas no siempre responden a la política lingüística de sus gobernantes.

Con nuestra iniciativa nos hemos propuesto realizar la primera particularización del romance en estos territorios, como resultado de estos intentos hemos advertido la necesidad ineludible de recopilar y transcribir en una obra de conjunto sus fuentes documentales15. Para que la particularización lingüística del romance en la etapa altomedieval pueda aceptarse como definitiva y fiable, como para la de cualquier otra época de la historia de la lengua basada en fuentes escritas, es aconsejable trabajar con buenas y definitivas ediciones -las fuentes pueden ser copias y no necesariamente originales16-, que respeten ciertas normas elementales para el estudio filológico; bien es sabido que al historiador de la lengua le interesa fundamentalmente cómo se relatan y ponen por escrito los hechos y no exclusivamente los acontecimientos relatados.

3.2. En los trabajos que hemos dedicado a la particularización del léxico altomedieval concretamos algunos sintagmas romances que se difunden por estos textos. A la vista de ellos, podemos advertir que en su forma y significado en nada divergen con las voces escrutadas por Menéndez Pidal en sus Orígenes del español concernientes a otras áreas geográficas peninsulares. Es más, nos atrevemos a afirmar que si intentamos caracterizar dialectalmente el vocabulario, en numerosas ocasiones tendremos que doblegarnos a la evidencia de que son formas idénticas a las del denominado "castellano primitivo"; son los ejemplos de acenia, adelantado, aviento, calzata, carrera, fornicio, manzanares, oterum, radices... Otros lemas nos recuerdan a la variedad determinada por Menéndez Pidal como navarro-aragonesa ; son los casos de alode, boquinas, donar, drapos, nietrum, ordeo, pardina, plaito, squiros y otros.

Idéntico fenómeno lingüístico advertimos en el vocabulario empleado en los Fueros de Vitoria y de San Sebastián: no hemos atestiguado término alguno propio y exclusivo del área geográfica que analizamos,todos ellos ( arinzaticum, batallam, carceraticum, caueçalero, cisso, fidançam, hostalaje, pesquira, portague...) se difunden con regularidad en el lenguaje foral de otros ámbitos geográficos.

Como conclusión final, y en el momento en el que nos encontramos en nuestro proyecto, en cuanto al aspecto fonético y léxico, el romance que figura en los textos documentales altomedievales de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, está lejos, en principio, de ser considerado como propio, exclusivo y autóctono del territorio. A idéntica conclusión había llegado ya Cristina Osés Marcaida en su investigación doctoral, El romance medieval en el País Vasco: Los documentos del Concejo de Segura (Guipúzcoa 1290-1450) defendida en la Universidad de Deusto, Bilbao, 1991; por su parte, la profesora Isabel Echevarría Isuzquiza afirma:

Al emprender la exploración del romance en Vizcaya a partir de su toponimia, se advierte que éste dista de mostrarse como una realidad unitaria [...] el de las Encartaciones tiene comunidad de rasgos y origen con las comarcas vecinas cántabras y burgalesas, y no manifiesta muestras de [tal] bilingüismo17.

Mención particular merece para este período más próximo al que nos referimos en nuestro proyecto el artículo del profesor Santiago Lacuesta, quien tomando como corpus lingüístico los testimonios notariales de Álava editados por Menéndez Pidal en sus Documentos lingüísticos del Reino de España I Reino de Castilla caracteriza la variedad lingüística alavesa que los escritos ofrecen como:

Castellano de los siglos XIII y XIV, arcaizante en alguna de sus manifestaciones y particularmente teñido de dialectalismos de origen oriental (navarro.aragonés) o riojano18.

Uno de los criterios que se han argumentado

Cuestión tradicional del sustrato vasco en el castellano primitivo (Alarcos, Lopez García y Frago).

Parece que no quedó claro la cuestión del sustrato vasco ni siquiera en los orígenes; además no todos los fenómenos tienen idéntica antigüedad y difusión. La cuestión de la diptongación es más antigua que la aspiración de la F inicial; la cual por otro lado no encontramos en Navarra (zona de gran contacto con la lengua vasca) y que hizo rechazar esta teoría a González Ollé. Hay numerosos problemas, incluso en los trabajos actuales de Política lingüística, para determinar la influencia o sustrato lingüístico de una lengua sobre otra. Creo que la postura más coherente es que la lengua vasca actuó sobre una tendencia propia del romance. Son teorías sobre las que no tendremos nunca pruebas concluyentes y muchos menos de todo el territorio.

1. Lloyd, Del latín al español..., p.355 y ss “Dispuestos a buscar una sola causa al fenómeno y han rechazado arbitrariamente la posibilidad de que no se debiera a un solo factor(356), Echenique “Lo noción de sustrato”, p. 212-3. No puede hablarse de sustrato ibérico de F- en el castellano de Burgos

2. Existencia de documentación romance en la zona vasca. La que yo empleo de época excesivamente temprana (Altomedieval), los fueros y los docs. notariales nada apuntan hacia el “romance autóctono vasco”. Quizá los trabajos de C. Isasi, pues la tesis de Cristina Tabernero sobre documentación donostiarra no indican nada diferente a lo que yo mantengo. De todas maneras cf. lo que indica Echenique sobre que zona y épocas. Incluso según un estudio de la toponimia de las Encartaciones

3. FRAGO, “El paso del romance...64.” Sabido es que el reajuste se ha localizado su foco de difusión en comarcas norteñas, con el llamado sistema “cantábrico” como punto de partida. Pero a los mentores de tal doctrina no les ha preocupado demasiado, a algunos nada en absoluto, precisar el cuándo, el dónde y el cómo ... de tan crucial fenómeno.

4. Los resultados del trabajo ¿modifica los presupuestos tradicionales de M. Pidal (cf. lo que indica sobre todo Frago y Pascual en sus trabajos sobre “los orígenes del romance”... y “Las grafías” y presupuestos de orígenes. T. Bustos Tovar “Texto, discurso e historia de la lengua” (Lingüística...). No puedo decir que en realidad modifica, puesto que sobre la zona no se sabe nada, lo que queda claro es que cada vez con la documentación notarial podemos concretar y afinar más la caracterización de los orígenes y sus zonas. Sin el trabajo de Pidal, no podrían haberse adelantado nada. El puso muy buenas bases para que la filología y la técnica de reconstrucción pudiera adelantar.

5. El trabajo de Wright supuso un cambio importante en la visión y análisis de los documentos. Efectivamente pienso que es más bien una cuestión terminológica, pero me inclino más a pensar en el primitivo romance que el latín vulgar... de la zona propiamente dicha. De todas maneras su teoría encaja bastante bien con la estructura fonética y morfológica. Hay muchos más problemas con la sintaxis. Para este último tenemos bastante con el trabajo de Ángel López.

 

 

NOTAS

1 Lacarra, José M., Vasconia medieval: Historia y Filología, Excma. Diputación . San Sebastián, 1957, pág. 12 afirmaba: "los notarios o "escribas" de los documentos tienen conciencia de que las gentes que les rodean hablan una lengua distinta del latín de sus documentos [...] Otras muchas veces -las más- introducen topónimos o apodos sin creerse obligados a hacer advertencia alguna [...] pero su significado era inteligible a todos". Se refería a lengua vasca.

2 Vid. Las monografías de Mañaricúa, Andrés de, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya a la luz de su historia, Bilbao, 1977, págs. 12 y ss. y "Momo, conde de Vizcaya", Estudios vizcaínos 3, 1972, págs. 249-301; Barrena Osoro, Elena, La formación histórica de Guipúzcoa. Transformaciones en la organización social de un territorio cantábrico durante la época altomedieval, Universidad de Deusto. San Sebastián, 1989 y García de Cortázar, José A. ,Introducción a la historia medieval de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya en sus textos, Txertoa. San Sebastián, 1979.

3 Martínez Díez, Gonzalo, Guipúzcoa en los albores de su historia (siglos X-XII), Excma. Diputación Provincial. San Sebastián, 1975, doc. 8.

4 Rodríguez de Lama, Ildefonso, Colección Diplomática Medieval de la Rioja, Instituto de Estudios Riojanos. Logroño, 1979, doc.37.

5 Ubieto, Antonio, Cartulario de San Millán de la Cogolla (875-1076). Anubar. Valencia, 1976, doc.24 y doc. 271 respectivamente.

6 Introducción a la historia medieval... , pág 13.

7 Allí afirmábamos: "Ante esta situación concreta, deseo adelantar que he tenido en consideración el siguiente planteamiento: independientemente del lugar geográfico al que pertenezca la fuente documental o el Cartulario que los recoja, considero corpus documental para concretar y definir la diatopía lingüística románica del País Vasco aquellos documentos que refieren por el tema, la zona en la que se realiza la venta, donación o acuerdo entre partes, o el protagonista que emite el documento, al área mencionada" Angeles, Líbano Zumalacárregui, "Estructura y particularización del léxico romance en los textos altomedievales" Simposio Internacional Lengua romance en los textos latinos de la Edad Media, Hermógenes Perdiguero (ed.) Universidad, Instituto de la Lengua castellana. Burgos, 2003, pág.151.

8 Estado actual de la península Ibérica desde el siglo IX al XII, Espasa-Calpe. Madrid, 1982.

9 Gonzalo Martínez Díez, Álava medieval Apéndice documental, Diputación Foral de Álava. Vitoria, 1965 y José Mª Lacarra de Miguel Fueros derivados de Jaca. Estella y San Sebastián, Diputación Foral de Navarra, "Príncipe de Viana". Pamplona, 1965.

10 "Vestigios de romance en los documentos notariales de la Alta Edad Media de la mitad norte peninsular", V Congreso Internacional de Historia de la lengua española, Valencia, Gredos, 2002.

11 Angeles, Líbano Zumalacárregui, Toponimia medieval en el País Vasco, Bilbao, Euskaltzaindia Academia de la Lengua Vasca. Bilbao, 1995, 1997, 1999.

12 "...se deslizan con cierta regularidad algunas voces del léxico común vasco, de conocida difusión entre los notarios, y sin especificación particular acerca de su significado romance [...] Las citas podrían alargarse pero considero las seleccionadas suficientes; sólo deseo recordar además aquí las referencias concretas -en la documentación navarra fundamentalmente- a la existencia de una lengua rústica, propia con sus vocablos y términos particulares, denominada "lengua vasca" (Angeles, Líbano Zumalacárregui, "Lengua y organización social del espacio: : espacios lingüísticos en el norte peninsular en los siglos IX a XIII", José A., García de Cortázar, Del Cantábrico al Duero. Trece estudios sobre la organización social del espacio en los siglos VIII a XIII, Universidad de Cantabria-Parlamento de Cantabria. Santander, 1999, pág. 59.

13 "Llama poderosamente la atención el empleo de ciertos términos relacionados con la agricultura, el terreno, faza, serna; propiedades rurales pardina; arrendatarios collaços/collazo?; plantas y árboles malguello, mazanos, mazanares ; nombres de tributos arribaje, hostalaje, lezda...; o que nominan estamentos sociales infanzones, funcionarios merinos o saiones los cuales en su aspecto externo y en su significado, presentan una apariencia y forma más cercana al romance que a la latina. "Angeles Líbano Zumalacárregui, "Vestigios de romance en los documentos notariales de la Alta Edad Media de la mitad norte península", Actas del V Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española , Gredos. Madrid, 2002, $2.2.

14 Juan A., Frago, Textos y normas. Comentarios lingüísticos, Gredos. Madrid, 2002, pág. 14 lo explica con claridad con la afirmación siguiente: "Los cambios lingüísticos son multiformes y lentos en su discurrir, porque lo realmente decisivo no es el cambio en sí mismo, que puede realizarse con gran rapidez, sino su aceptación social, es decir, la conversión del hecho de habla en hecho de norma, el paso del rasgo innovador a fenómeno sistemático: es precisa, pues, la conversión al cambio del cuerpo social, que habrá de abandonar el uso tradicional por la innovación".

15 La profesora Díez de Revenga, Pilar, "La importancia de la documentación en el estudio de un estado de lengua en la Edad Media", Cahiers de Linguistique et de Civilisation Hispaniques Medievales, 24, 2001, pág.29 indica: "si las copias que tantos filólogos aprovechan para sus trabajos fueran realmente fiables, la crítica textual [...] sería realmente innecesaria porque no tendría sentido buscar un arquetipo ya que todos los manuscritos que han llegado a nuestros días serían iguales, pero tenemos la certeza de que esto no es así y que las variantes que presentan unos y otros son abundantes y de diversa consideración, no ya en obras literarias sino también en obras jurídicas".

16 "La inmensa mayoría de la documentación conservada de la alta y plena Edad media ha llegado hasta nuestros días bajo la modalidad de copias [...] la documentación medieval hispana (me refiero a la del siglo VIII y posteriores), como el resto de las europeas no surge por generación espontánea; como consecuencia de las aportaciones que cada caso van "inventando" los distintos redactores, está condicionada en gran medida por los modelos precedentes: bien se trate de formularios, o bien de documentos anteriores en los que se recogían idénticos o similares negocios" comenta José A. Fernández Flórez, "Paleografía y diplomática en los documentos altomedievales de León y Castilla (siglos VIII.XII)", Perdiguero Hermógenes (ed.), Lengua romance en textos latinos de la Edad Media. Sobre los orígenes del castellano escrito, Instituto de la Lengua castellana'. Universidad de Burgos, 2002, pág. 82.

17 Corpus de toponimia carranzana: Materiales para el estudio del castellano de Vizcaya, Universidad del País Vasco (ehu). Bilbao, 1999, pág.32.

18 Santiago Lacuesta, Ramón, "Notas sobre lengua y escribanos en documentos medievales alaveses", en Boletín Sancho el Sabio 21, 1977, págs. 126-141.

 

 

 

 

 

 

EL ROMANCE PRIMITIVO EN EL PAÍS VASCO:
FUENTES DOCUMENTALES Y APROXIMACIÓN FILOLÓGICA

 

 

 

Angeles Líbano Zumalacárregui
Universidad del País Vasco (EHU)

Actas del VI Congreso Internacional de Historia de la Lengua española : Madrid, 29 de septiembre-3 octubre 2003 / coord. por José Luis Girón Alconchel, José Jesús de Bustos Tovar, Vol. 3, 2006, ISBN 84-7635-638-2, pags. 3013-3020