Introducción.

El actual territorio de La Rioja fue desde la antigüedad pieza clave en las comunicaciones este-oeste del norte peninsular. La derivación en Virovesca (Briviesca), de la vía que desde Asturica por Pompaelone comunicaba con Aquitania, de la que se dirigía a Tarracone por Caesaraugusta, confirió a este territorio una importancia estratégica singular al ser atravesado por esa carretera romana de oeste a este en toda su actual extensión.

Importantes ciudades romanas como Libia (Herramélluri-Leiva), Tritio Magallum (Tricio), Vareia (Varea), Calagurris (Calahorra) y Graccurris (Alfaro), florecieron sin duda al amparo de esta vital vía de comunicación.

Toda la historia posterior de La Rioja se apoya ineludiblemente en esta columna vertebral cuyo corredor no ha dejado de usarse hasta nuestros días, en que en forma de autopista sigue cumpliendo su misión.

Gran parte de ella sirvió, como no podía ser de otra forma, a ese flujo humano y cultural que supuso la peregrinación a Santiago. En función de la coyuntura política e histórica, del estado de las comunicaciones, de los intereses de los monarcas, de las fundaciones religiosas y de otros factores varios, los caminos de peregrinación cambiaron a lo largo del tiempo. Este fenómeno fue seguramente más acusado al principio, antes de que el Camino quedase consolidado por los centros religiosos y hospitalarios fundados a propósito para la atracción y atención del peregrino.

Aun no existiendo acuerdo unánime entre historiadores sobre este tema, existen magníficas obras aún no superadas a pesar de su antigüedad[2], que aclaran mucho el discurrir de la peregrinación a Santiago. En ellas me basaré e intentaré no redundar aquí en lo ya probado si no en lo insuficientemente probado y en los asuntos novedosos de la comparativa que quiero establecer. Tampoco me extenderé mucho al tratar las vías romanas que ya han sido objeto de anteriores publicaciones mías[3], pero a cambio profundizaré en los tramos de caminos insuficientemente tratados y en los que de algún modo se pueden aportar novedades de interés.


Los primeros Caminos de Santiago en La Rioja. Un poco de historia.

Como se ha apuntado, se sabe que existieron en un primer momento caminos de peregrinación forzados por las circunstancias político-sociales que discurrían seguramente más al norte del actual. Según unos autores, la influencia de la cultura islámica hasta el siglo IX dificultaba y hacía peligroso el tránsito por la meseta castellana[4]. Otros opinan que eran más bien razones de rivalidad entre monarcas las que movieron el camino, porque durante el reinado de Sancho el Mayor, en que desplazó el camino más al sur, no se movió apenas la frontera navarro-castellana con los moros y de todas formas cualquier precaución para con las expediciones de Almanzor distaba mucho de ser eficaz. Recordemos que Almanzor arrasó sin dificultad León y la propia ciudad del Apóstol[5].

Es precisamente la Crónica Silense la que nos apunta la clave: La decisión del rey Sancho el Mayor (1005-1035) de hacer pasar el Camino de Santiago por Nájera. Esto asegura el corredor Pamplona, Nájera, Burgos.

Lo más probable es que en este primer momento su trazado no fuera todavía el definitivo. Seguramente no pasaba todavía por Logroño y aún menos por Santo Domingo de la Calzada y Belorado, ya que ninguna de estas ciudades existía, si no que desde Nájera seguirían por la vía romana hacia Cerezo y Briviesca, alcanzando aquí de nuevo la Vía Aquitana[6].

El corredor definitivo, hoy mejor conocido, se consolida a partir de 1076, en tiempo de Alfonso VI. Entonces se establecen puentes y albergues, primero por Santo Domingo, el de la Calzada, y luego por su discípulo Juan de Ortega. En 1095 se repuebla Logroño con elementos franceses[7] por el propio rey. Se construye su puente y se establecen nuevos albergues y santuarios al pie del camino.

Dado que la situación de los caminos de peregrinación en los primeros tiempos no alcanza acuerdo unánime entre los distintos historiadores que han tratado el tema y descartando hipótesis camineras poco probadas y menos probables, que para estos primitivos caminos de peregrinación lanzan muchos autores[8], nos quedamos con lo que Lacarra, vehemente, afirma: "la realidad es que no tenemos ninguna noticia concreta de que caminos pudieron seguir los peregrinos con anterioridad al siglo XI"[9].

La primera noticia de peregrinación jacobea que tenemos es la del obispo de Puy Gotescalco que en el año 950 llega desde Aquitania con una gran comitiva y descansa en el monasterio riojano de La Albelda[10]. Es de suponer que cruzase el Pirineo por uno de los dos pasos (Summo Pyreneo) atestiguados en el Itinerario de Antonino en las rutas de Astorga a Aquitania (nº 34) y de Zaragoza a Benearm (nº 33). Pero nada más se puede decir con certeza del resto del camino que este personaje recorrió.

En 959 apareció en Compostela el abad Cesáreo del monasterio Catalán de Cecilia de Monserrat, y en el mismo siglo, años más tarde, se tienen noticias puntuales de otros peregrinos de allende el Pirineo. Finalmente en 997 Almanzor llega a Santiago y destruye la ciudad[11].

Vemos entonces que caminos no faltaban y que probablemente eran las rutas comerciales romanas las utilizadas, pero sería temerario apuntar cuales con precisión, teniendo en cuenta la parquedad de noticias de estos viajes y la pobre labor identificadora que de las vías se ha hecho hasta la fecha[12].

No obstante, en esta serie de trabajos, intentaré acercarme a la determinación de algunas de las vías romanas que se encontraban entre las rutas de peregrinación.

Tratando del territorio riojano obviaremos aquí las rutas romanas que acercaban al peregrino hasta Pamplona, fundamentalmente las dos que superaban los dos pasos pirenaicos principales (Summo Pyreneo), las vías nº 33 y nº 34 del llamado Itinerarium Provinciarum Antonini Augusti[13]. Tampoco hablaremos de los caminos de peregrinación anteriores a los que efectuaban su paso por la Rioja, como son la Vía Aquitana y el Camino de Bayona a Burgos, el de la Costa y otros.

Si que señalaremos sin embargo los caminos que a partir de Pamplona penetraban en la Rioja, así como los que luego llegaban hasta Burgos. De esta forma rebasaremos ampliamente el espacio de la actual Rioja, pero esta es una cuestión que creo necesaria para abordar con garantía el análisis que se pretende.


El primer momento del camino de Pamplona a Nájera.

En el siglo X, Nájera es la capital del reino de Navarra. La comunicación entre Nájera y Pamplona tuvo que ser sin duda de las más principales y resueltas en ese momento.

Entre los obstáculos principales a salvar estaban los ríos Arga y Ebro. El Ponte Regina (Puente la Reina) sobre el río Arga se atribuye a la Reina Mayor, esposa de Sancho el Mayor (1005-1035). Su primera mención documental se encuentra ya en 1090[14] pero se desconoce la fecha real de construcción, mientras que Logroño se repuebla con francos a la vez que se construye su puente en 1095.

Con anterioridad a esta fecha, Logroño carecía de entidad. Si bien se menciona en algún documento del siglo X[15] no empezó a cobrar importancia hasta que Alfonso VI incorpora la Rioja al Reino de Castilla y lo repuebla[16].

El camino más directo entre ambas poblaciones y el usado en este primer momento pasa por Puente la Reina, Viana, Oyón, el mítico puente de Mantible sobre el río Ebro y Huércanos. Ya indiqué en anteriores trabajos[17], que la comunicación en ese tiempo tuvo que hacerse por el paso del puente Mantible sobre el río Ebro, puente que por cierto nada tiene de romano y es que, a pesar del sentimiento generalizado hoy, la romanidad del Puente Mantible está muy lejos de ser real por varios motivos:

-  No existe camino romano constatado ni antes ni después de él.

-  La existencia del paso romano en Varea certificada por Estrabón[18] es mucho más lógica desde todos los puntos de vista. En ese punto la vía principal de Tarragona a Astorga toca el Ebro, y el rosario de yacimientos romanos en torno a Viana[19], frente a Varea, apoyan este argumento mucho más que al paso por el Cortijo.

-  Los argumentos empleados por algunos investigadores no tienen el peso mínimo exigido que certifiquen su romanidad[20]; otros han preferido pasar de puntillas, evitando tratar sobre él en obras cuyo calibre no excusa tal actitud[21].

-  La excesiva heterogeneidad de la geometría de la estructura en sí y sobre todo del aparejo se aleja mucho del modo constructivo romano[22].

-  Si empleamos como método de estudio la sistematización basada en el análisis comparativo, no sólo de la métrica sino sobre todo de la técnica de construcción, tal y como aconsejan los más serios investigadores actuales de las fábricas romanas, tenemos que concluir que el parecido en el diseño estructural, métrico y del aparejo, con el puente de Puente la Reina (1030?), es extraordinario.

Ambos casos presentan una irregularidad generalizada de la sillería, de menor tamaño en las partes altas del puente, un diseño mediante arquillos de aligeramiento de gran tamaño y con luces distintas entre ellos, así como unas proporciones generales en ambos puentes que delatan un sospechoso parecido.

Esto convierte a ambos puentes, pertenecientes al mismo camino, como veremos, no sólo en coetáneos si no seguramente en fábricas realizadas por las mismas personas.

  

Efectivamente, entre el puente Mantible y Nájera se ha podido constatar un camino antiguo por Buicio y Huércanos, cuyos restos aún permanecen sin transformación notable entre Fuenmayor y Buicio. También permanece en gran parte de la jurisdicción de Cenicero donde se le llama Camino Mayor tras cruzar el barranco de la Galiana, topónimo este común en el medievo que delata la presencia de camino con destino a la Galia, como era éste, que nada tiene de romano. Luego coincide con la carretera de Huércanos a Cenicero. Este camino aunque hoy se encuentra interceptado y perdido en varios sitios, se puede seguir perfectamente en la fotografía aérea antigua[23].

 

Este camino no puede entenderse como una comunicación romana entre Tricio y el Ebro, ya que las características de los tramos conservados no indican precisamente este extremo. No presenta trazado, infraestructura o afirmado que lo avalen como camino romano, la pendiente de la subida entre Buicio y Fuenmayor, a pesar de existir cierto entalle en la roca, es excesiva para el tráfico rodado. Sin duda Tritium nunca hubiera utilizado este camino teniendo la magnifica calzada que le comunicaba con el paso del Ebro en Vareia, que además era punto de embarque fluvial[24].

Al otro lado del Ebro, los caminos entre Assa y Oyon presentan parecidas características. El viejo camino de las Muñecas y el de la Serna ya están asfaltados, pero nunca han reunido características de trazado romanas, al igual que el llamado Camino de Laguarda a Oyón, que además carece de todo tipo de infraestructura.

Existen no obstante suficientes vestigios de camino antiguo entre Pamplona y el Río Ebro, con empedrado de tipología no romana y del mismo estilo entre si. Se conocen en varios sitios distantes entre ellos, como el camino empedrado de Cirauqui y los encontrados entre Viana y Oyón.

Aunque no sean romanos, indican claramente que ha existido unicidad de criterios constructivos en todo el recorrido y que seguramente sean coetáneos. En todos los casos se trata de un encintado estrecho en ambos laterales, con piedra de tamaño irregular toscamente escuadrada y empedrado de tamaño heterogéneo en el centro.

Este camino diferirá en su trazado del que posteriormente se consolidó para la peregrinación, probablemente tras la temprana ruina del Mantible y la construcción del puente de Logroño, en el tramo comprendido entre Viana y Nájera. Bien entendido que este primero era más directo y corto que el segundo.

La constancia del paso de peregrinos por este tramo no ha sido estudiada hasta el momento a causa del propio desconocimiento de su existencia y probable utilización con estos fines. De cualquier forma sólo en momentos iniciales de peregrinación jacobea pudo producirse y por poco tiempo, algo más de medio siglo, por lo que poca huella pudo dejar.

Esto parece indicar el fuero de Miranda[25] cuando en 1099 ordena que no haya puente ni barca entre el de Logroño y el de Miranda, prueba clara de que ya existe el puente de Logroño reconstruido en 1095 y de la ruina del de Mantible.


El primer momento del camino de Nájera a Burgos.

Entre Nájera y Burgos, el camino seguido en un primer momento fue sin duda la vía romana de Italia a Hispania, cuyo uso comercial sólo decaería en épocas posteriores en las que el camino de peregrinos se consolida por Santo Domingo y Belorado como veremos.

La identificación del tramo riojano de esta vía romana, así como la del tramo burgalés, fue llevada a cabo en trabajos anteriores míos ya citados, por lo que no me entretendré mucho en este aspecto aunque si que la describiré brevemente.

Expondremos el recorrido hasta Burgos donde Vía Romana y Camino de Santiago coinciden de nuevo.

El recorrido, recogido en el Itinerario[26], tanto de esta vía de Italia a Hispania, reseñada con el número 1 en la edición de Saavedra[27], como de la descrita de Astorga a Tarragona, la número 32, con la que coincide en todo este recorrido es el siguiente:


Wess.

387,

4

DE ITALIA IN  HISPANIAS

 

 

5

A Mediolano Vapinco trans Alpes Cottias

6

mansionibus supra scriptis

m.p.

CCLV

7

inde in Galleciam ad Leug. VII Ge

8

minam

m.p.

DCCCCLXXV

---

-

-----------

------

392,

1

Caesaraugusta

m.p.

XLVI

2

Cascanto

m.p.

L

393,

1

Calagorra

m.p.

XXVIIII

2

Vereia

m.p.

XXVIII

394,

1

Tritio

m.p.

XVIII

2

Libia

m.p.

XVIII

3

Segasamunclo

m.p.

VII

4

Verovesca

m.p.

XI

---

-

-----------

------


Wess.

448,

2

Item ab Asturica Tarracone

m.p.

CCCCLXXXII

3

sic:

---

-

------------

------

450,

6

Deobrigula

m.p

XV

1

Tritium

m.p

XXI

2

Virovesca

m.p.

XI

3

Atiliana

m.p.

XXX

4

Barbariana

m.p.

XXXII

5

Graccurris

m.p.

XXXII

451,

1

Bellisone

m.p.

XXVIII

2

Caesarea Augusta

m.p.

XXXVI

---

-

------------

------


La vía única que describen estos dos recorridos va conectando los siguientes yacimientos conocidos entre Zaragoza y Burgos:


Vía

Mansio

Yacimiento

1, 28 y 32

Caesaraugusta

Zaragoza

28

Alauona

Alagón

28 y 32

Balsione

Junto a Mallén

1

Cascantum

Cascante

32

Graccurris

Junto a Alfaro

1

Calagurris

Calahorra

32

Barbariana

Junto a Agoncillo

1

Vareia

Varea

1

Tritio Magallum

Tricio

32

Atiliana

Yacimiento en Azofra - Valpierre

1

Libia

Herramélluri - Leiva

1

Segasamunclo

Junto a Cerezo de Riotirón

1, 32 y 34

Virovesca

Briviesca

32 y 34

Tritium

Alto de Rodilla

32 y 34

Deobrigula

Junto a Tardajos


Los primeros vestigios de este tramo de la vía romana desde Nájera se pueden encontrar ya a su paso por Hormilla, donde aún queda una tajea original y donde se evidencian los primeros terraplenes.

Desde Hormilla, pasando por el alto de Valpierre donde se hallaba Atiliana[28], hasta San Torcuato se suceden los vestigios de infraestructura con elevados terraplenes al estilo de los que presentan estas vías romanas en tantos sitios. Desde muy antiguo se conoció este camino como romano y en la cartografía así quedó reflejado, cosa que no ha evitado la desgraciada conversión reciente en moderno camino agrícola, en el término de Azofra.

En las extensas llanuras por las que discurre y por las que se conserva aún en gran medida[29] se desarrollaron las famosas batallas de Valpierre entre los castellanos del Conde Fernán González y los navarros del Rey Sancho Abarca, en el siglo X, probablemente por la facilidad que la vía daba al acceso de todo tipo de tropas y pertrechos. Una piedra (Valpierre) recordó en el lugar el acontecimiento durante siglos[30].

Entre san Torcuato y el río Oja se conserva también, aunque por desgracia se ha llegado a asfaltar recientemente y hasta Herramélluri-Leiva, donde estaba Libia, es ya camino de concentración, sin embargo estaba en perfectas condiciones todo él hasta hace pocos años.

Aún pueden verse tramos inalterados entre el río Reláchigo y el río Encemero y los dos magníficos puentes romanos conservados en Cerezo de Río Tirón, uno de los cuales servía para el paso de la vía y el otro para el acceso a Segasamunclo.

En todo este recorrido la vía romana discurre por una orografía de inmejorables condiciones para el trazado carretero.

Sus características geométricas y de rodabilidad son excelentes, en contraposición con el Camino de Santiago equivalente entre Nájera y Belorado de muy malas condiciones geométricas, al discurrir por un terreno muy accidentado que sólo con el transcurso de los siglos y con mucho esfuerzo pudo convertirse en carretera.

Parecidas circunstancias concurren en el tramo entre Cerezo (Segasamunclo), Briviesca (Virovesca), el alto de Rodilla (Tritium) y Burgos capital por donde pasa la vía[31].

Entre Cerezo y Burgos hallamos importantísimos vestigios viarios en forma de terraplenes con excelente cimentación de material pétreo que se prolongan durante kilómetros, que ya he descrito en publicaciones anteriores.

Mientras, entre Belorado y Burgos el Camino de Santiago, al igual que ocurría en su tramo anterior, discurre por terreno accidentado poco apto para el trazado de caminos y exento del más mínimo rastro de infraestructura, como puede observarse en los tramos sin transformar.

En cuanto a la constatación del paso de peregrinos por la vía romana, entre Nájera y Briviesca, éste parece acreditado por la presencia de indicios claros que así lo confirman. En Hormilla se sabe que hubo hospital y una fortaleza de templarios[32]. Entre Leiva y Tormantos, aún en territorio riojano, encontramos la ermita de Nuestra Señora La Peregrina junto al camino mismo, advocación ligada indudablemente a la peregrinación.

 

En Cerezo se han recogido varios testimonios del paso del Camino de Santiago. La existencia del hospital de Sanjurjo en Cerezo[33] situado en la misma calle de la iglesia de San Nicolas, la strata maiore mencionada en un documento del 913[34], la propia vía romana a su paso por Cerezo.

En el Museo Parroquial de Cerezo se guarda una concha de peregrino, con las dos perforaciones características en la parte superior, procedente de las ruinas del ábside de la iglesia de Nuestra Señora de la Llana[35], ofrenda de peregrino recogida en ese templo en tiempo inmemorial.

En Briviesca existió en tiempo remoto un templo dedicado a Santiago, junto al camino para Belorado[36]. También existió un hospital llamado de los Peregrinos o de Santa María la Mayor[37], situado extramuros, dirección a Burgos, pero este ya servía también para la acogida de los peregrinos que llegaban por la Vía Aquitana.


El segundo momento del camino de Pamplona a Nájera

Una vez asegurado el paso por Logroño en 1095, el paso del Ebro se acerca mucho al existente en época romana en Varea. Parece lógico entonces que la vía romana entre Varea y Nájera sea aprovechada de nuevo, pues su arranque junto a la desembocadura del río Iregua la hace perfectamente accesible desde Logroño por cuyas inmediaciones pasa la larguísima alineación de la vía llamada la Calleja Vieja.

Desde aquí, por Navarrete y Tricio, la vía romana que ya causó la admiración de los eruditos que pudieron verla en el siglo XVIII[38] mostraba magníficos restos[39] hasta hace poco en que fueron destruidos, sin ningún miramiento, de la mano de administradores de escasas luces y conocimientos[40].

Este camino romano y el más moderno que discurre por la Grajera, hoy empleado por los peregrinos, discurren paralelos y muy próximos a partir de Navarrete.

Las condiciones del camino romano en cuanto a trazado y aún más de afirmado, así como de visibilidad, al discurrir por cuerda alta y bien saneada son inmejorables. Los magníficos restos que pueden verse a lo largo de él en este tramo hacen inexcusable hoy que los peregrinos no lo utilicen[41].

Los peregrinos coinciden hoy de nuevo con la vía romana en el puente del Najerilla, en Nájera. Sin embargo, los peregrinos ya no pasan por Tricio aunque está bien documentado su paso también por este tramo de la vía romana, así como la existencia de un hospital de peregrinos en el mismo Tricio[42]. La propia presencia de la ermita de Santa María de los Arcos al pie del camino tuvo que atraer muchas devociones por este tramo de vía romana.

 

El segundo momento del camino de Nájera a Burgos.

A partir de aquí, se aprovechó el camino ya establecido por los intereses políticos de los reyes, Sancho el Mayor primero y Alfonso VI después, así como por la labor hospitalaria emprendida por los santos Domingo y su discípulo Juan, en su atención a los peregrinos, más tarde atraídos por los santuarios consagrados en el propio camino a sus benefactores.

Este camino es ciertamente de muy mal trazado y sin ningún tipo de afirmado, tal y como se puede ver aún hoy donde no ha sido transformado.

Para los fines espirituales que se pretendían y el tránsito normalmente peatonal, o a lo sumo de caballerías, junto con la ausencia de transportes de mercancías con fines comerciales por parte de este flujo migratorio, cualquier camino valía si recorría los puntos de interés religioso u hospitalario.

Como apuntamos, la consolidación de este camino definitivo se produce como consecuencia del esfuerzo establecedor de poblaciones en el siglo XI, normalmente de francos, así como un buen número de santuarios y hospitales[43].

Ya en 1047 el Conde Gómez de Carrión funda en Arconada un monasterio y hospital de peregrinos. García el de Nájera fundó en el monasterio de Irache un hospicio de peregrinos y en Nájera una espléndida alberguería (1052). Pero el gran impulso, en Castilla y León, vino de la mano de Alfonso VI: Suprime el portazgo del Puerto de Valcárcel (1072) y funda el hospital del Cebrero. En Burgos capital, el de San Juan y el del Emperador (1085), etc.

En 1076 el santo ermitaño Domingo se establece a orillas del Oja para la atención a los peregrinos. Funda un hospital y construye un puente sobre el Oja y dicen que también reconstruye el antiguo paso romano del río Najerilla, en Nájera.

El Obispo Osmundo de Astorga construye la Pont Ferrada, que dio origen a esa ciudad, el obispo Pedro de León funda en 1096 un hospital en León y en Carrión, el conde Gómez Díaz, funda otro junto al monasterio de San Zoilo.

Alfonso VI repuebla con francos Sahagún (1085), Villafranca del Bierzo y tal vez la de los Montes de Oca y finalmente repuebla Logroño (1095), a la vez que construye su puente.

En Navarra y Aragón, Sancho Ramírez favorece las alberguerías de Jaca (1084) y Pamplona (1087), elimina para los peregrinos el portazgo del Somport, que ya contaba con el gran albergue de Santa Cristina. También les exime del pago del portazgo de Roncesvalles donde ya funcionan varios establecimientos al servicio del Peregrino. En 1090 crea con francos la población de Estella.

Este definitivo camino es el que nos describe la Guía de Peregrinos del Codex Calistinus, códice del siglo XII cuyo libro V forma la Guía del Liber Sancti Jacobi atribuida a Aymerico Picaud, canciller del Papa Calixto[44].

Es interesante exponer aquí la parte de este itinerario entre Pamplona y Burgos y su relación con el itinerario del Camino Real descrito por Villuga cuatro siglos después, entre Santiago y San Juan de Pie de Puerto:

Liber Sancti Jacobi (¿1120?)

Repertorio de Villuga (1546)

Actual

 

   

Pampilona

Pamplona

Pamplona

La Austia de Remiega

Pons Regine

Arga et Runa f.

La Puente la Reina

Puente la Reina

Lorca

Rivus Salatus

Lorca

Aldea

Stella

Aega fl.

Estella

Estella

Arcus

Los Arcos

Los Arcos

Hospicium

Turres

Flumen laetiferum

Torres de Sansol

Covas

Flumen laetiferum

despoblado

Viana

Viana

Grugnus

Ebra fl.

Logroño

Logroño

Villa Rubea

despoblado

Nauarrete

Navarrete

Nagera

Nájera

Nájera

Zafra

Azofra

Sanctus Dominicus

Santo Domingo de la Calzada

Santo Domingo

Grañón

Grañón

Radicellas

Redesilla

Redecilla

Villa Miesta

Villambista

Belforatus

Villorado

Belorado

Todos Santos

Tosantos

Francavilla

Villafranca de Montes de Oca

Villafranca Montes de Oca

Nemus Oque

Montes de Oca

Valdehuentes

Valbuena

Altaporca

Atapuerca

San Dueldo

Zalduendo

Ibeas

Ibeas

Carbadel

Nuestra Señora la Blanca

Burgas

Burgos

Burgos

etc.

etc.

 

 

 

Vemos que, con la omisión de algunas de las estaciones por parte de uno u otro itinerario, ambos describen el mismo camino.

Asentado el tránsito entre Nájera y Burgos, por el camino de Santo Domingo y Belorado, la vía romana se abandona rápidamente para la peregrinación y probablemente para el escaso tránsito comercial del medievo.

La razón fundamental fue sin duda que, a la par que se poblaba el corredor del Camino de Santiago, se despoblaba el de la vía romana.

Así se puede atestiguar aún hoy. Entre Hormilla, cerca de Nájera, y Tormantos, cerca de Cerezo, la vía romana transcurre por despoblado y no atraviesa ningún pueblo, prueba evidente del escaso o nulo tránsito por la vía, al no asentarse poblaciones junto a ella.

Incluso las poblaciones más próximas no se acercaron al camino ni encontraron prosperidad por esta circunstancia. Tales son los casos de los pueblos más próximos a la vía en este tramo.

De la aldea de San Torcuato Se tienen noticias desde 1175 con el nombre de Villaporquera. En 1541 tenía cuarenta y cuatro vecinos y conservaba aún ese nombre, en 1846 solo ascendían a cincuenta y dos vecinos[45].

Villalobar, con noticias desde 1120 y a pesar de capitalizar el paso del río Oja, cerca del lugar donde antes lo hacía la vía romana, tenía en 1571 veintinueve vecinos y en 1830 cincuenta[46].

Y de esta forma discurre por esta zona la vía romana durante 26,5 kilómetros sin atravesar poblado.

A cambio y al amparo de los pueblos, algunos ya importantes, en 1546 Villuga nos describe en varios itinerarios el Camino Real por Santo Domingo y Belorado, el más importante de ellos el que llama de Santiago de Galicia a San Juan de Pie de Puerto.

 

Conclusión:

La importancia cultural y turística del Camino de Santiago en todo su recorrido es un hecho fuera de toda duda, además de una apuesta de futuro y una fuente de ingresos para las localidades que atraviesa.

No ocurre por desgracia lo mismo con la vía romana, pasto de la ignorancia y la desidia más pueril.

A pesar de la importancia cultural y patrimonial de todo el tramo de la vía romana descrita en esta Comunidad de la Rioja, su futuro es realmente poco halagüeño. En los últimos años se vienen sucediendo agresiones y transformaciones irreversibles impropias de una Comunidad moderna y culturalmente avanzada.

El rosario de destrucciones sobre la carretera romana se hace interminable. Ya en 1999 fueron transformados varios kilómetros de la vía romana en todo el término de Azofra,  expresamente llamada "Camino de los Romanos", en moderno camino agrícola, con el aval de un informe arqueológico previo incomprensiblemente favorable.

En sucesivas ocasiones se fueron pavimentando y transformando otros muchos tramos hasta que, en enero de 2003, se destruyeron los mejores vestigios de la vía romana en toda La Rioja que sin duda eran los terraplenes excelentemente conservados de Tricio.

Invertir esta tendencia es una labor urgente que deben de emprender los responsables del Patrimonio de la Comunidad, corrigiendo errores del pasado, para que las futuras generaciones puedan conocer lo que fue la primera carretera en esta parte del mundo.

Tal vez la incentivación del turismo cultural, como ruta alternativa de peregrinación, sea el instrumento más adecuado para dar uso y comenzar una nueva época de conservación y de respeto hacia lo que queda de este patrimonio histórico-cultural riojano de primer orden.

 


NOTAS

[1] El capítulo I de esta serie, Moreno Gallo, I. 2002. La Vieja Carretera Castellanoleonesa, recoge el análisis comparativo del Camino de Santiago y las vías romanas en toda la Comunidad de Castilla y León y ha sido publicado en:

- Revista Cimbra nº 346 (junio de 2002) del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas.

- Publicaciones de la Institución Tello Téllez de Meneses nº 73. 2002. Diputación de Palencia.).

- Ver también: http://www.traianvs.net/viasromanas/santiago01_es.htm

[2] Me refiero fundamentalmente a la obra de VÁZQUEZ DE PARGA, L; LACARRA, J. M.; URÍA RÍU, J. 1949. Las Peregrinaciones a Santiago de Compostela.

Existen otras obras también voluminosas pero no tan valiosas para el fin que aquí se busca como la de HUIDOBRO Y SERNA, L. 1950. Las Peregrinaciones a Santiago. 3 volúmenes.

Y otras más reducidas pero bien documentadas, que evidencian que el autor ha examinado y recorrido detenidamente el Camino, como las de PASSINI, J. 1993. El Camino de Santiago. Itinerario y Núcleos de Población y 1988. Aragón. Los Núcleos Urbanos del Camino de Santiago.

[3] Moreno Gallo, I. 2001: Descripción de la Vía de Italia a Hispania en Burgos y Palencia. Diputación Provincial de Burgos y la Diputación Provincial de Palencia.

Moreno Gallo, I. La Red Viaria Antigua en La Rioja (noviembre de 1999). Gobierno de La Rioja. Consejería de Cultura, Juventud y Deportes.

Edición de 2001. El Miliario Extravagante. Anexo 2. La Red Viaria Antigua en La Rioja, parte I. La Vía de Italia a Hispania en La Rioja.

[4] MARTINEZ DÍEZ, G. 1998, p. 15 y 16. El camino de Santiago en la provincia de Burgos.

[5] LACARRA. 1949, tomo II, Cap. I, pp. 11 y ss. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[6] LACARRA. 1949, tomo II, Cap. I, pp. 12 y 22. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[7] LACARRA. 1949, tomo II, Cap. I, p. 21. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[8] HUIDOBRO Y SERNA, L. 1950. Las Peregrinaciones a Santiago.

MARTINEZ DÍEZ, G. 1998. El camino de Santiago... ob. cit.

UBIETO ARTETA. 1993. Los Caminos de Santiago en Aragón.

[9] LACARRA. 1949, tomo II, Cap. I, p. 11. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[10] VÁZQUEZ DE PARGA. 1949, tomo I, Cap. I, p. 41 y ss. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[11] Idem.

[12] No es la primera vez que elevo una queja por este aspecto y me temo que seguiré haciéndolo. Por desgracia queda por identificar con precisión casi toda la red viaria romana y a cambio, existen demasiados caminos empedrados de infames características técnicas imputados por los historiadores a la ingeniería romana. Ver a este respecto:

MORENO GALLO, I. 2001. Infraestructura Víaria Romana I. Revista Obra Pública. Ingeniería e Historia. Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos.

MORENO GALLO, I. 2002: Infraestructura Víaria Romana II. Libro de ponencias. Ponencia presentada y publicada con motivo del I Congreso sobre las Obras Públicas Romanas celebrado en Mérida el 15/11/2002.

[13] ROLDÁN HERVÁS, J. M. 1975, p. 98. Itineraria Hispana.

[14] LACARRA. 1949, tomo II, capítulo I, p. 23. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[15] SERRANO PINEDA, L. 1930, p. 24. Cartulario de San Millán de la Cogolla.

[16] LACARRA. 1949, tomo II, capitulo VII, p. 150. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[17] Moreno Gallo, I. 1999. La Red Viaria Antigua en La Rioja... ob. cit.

[18] ESTRABÓN, III, 4, 12.

[19] ESPINOSA RUIZ, U. 1995, pp. 126-127. En Historia de la ciudad de Logroño. Tomo I.

[20] Sobre el Puente Mantible ronda desde antaño un halo de romanticismo que queda reflejado en los eruditos del siglo XIX y en diversas obras que se ocupan de él:

RUIZ GALARRETA, J.M. 1959, pp. 117-119. La Leyenda del Puente Mantible. Berceo, 50.

A esto se refiere también MENÉNDEZ PIDAL, G. 1951, pp. 38-39. Los Caminos en la Historia de España, al hablar de la admiración que los medievales tuvieron por puentes como éste, origen de múltiples leyendas.

Otros, al apostar por su romanidad, llegan a efectuar comparaciones de este puente con los grandes clásicos del mundo romano como el de Alcántara, Mérida, Alconetar, etc. Martín Bueno, M.A. y Moya Valgañón, J.G. 1972, p. 176 El Puente Mantible. Estudios de Arqueología Alavesa. Tomo V. Vitoria 1972.

FERNÁNDEZ CASADO, C. 1980, p. Historia Del Puente en España. Puentes romanos. En esta dilatada obra de marcado carácter inflacionista, el autor se apoya en lo dicho por MARTÍN Y MOYA y califica al puente como de "indubitablemente romano".

Por otro lado LIZ GUIRAL, J. 1985, p. 50, Puentes romanos del Convento Jurídico Caesaraugustano, se basa en argumentos meramente geométricos, de valor muy discutible, con los que también demuestra la romanidad de otros puentes cuya modernidad ha sido ya constatada, como el de Agoncillo sobre el río Leza de finales del siglo XVIII.

[21] AZCARATE GARAY-OLAUN, A.; PALACIOS MENDOZA, V. 1996, pp. 333-334, puentes de Álava. Gobierno Vasco. En un trabajo exhaustivo y específico sobre todos los puentes de Álava, se alude a un próximo estudio específico sobre el puente, evitando así pronunciarse sobre su romanidad. Los autores se limitan a remitir al lector a los trabajos existentes sobre el tema.

[22] Es preciso citar aquí los trabajos del ingeniero de caminos Manuel Durán, plasmados en su tesis inédita, de la que sólo se han avanzado algunas conclusiones, pero cuya publicación urge en aras a la necesaria ordenación y cuerda catalogación de los puentes romanos en Hispania.

DURÁN FUENTES, M. 2001. La identificación de los puentes romanos en Hispania: Una cuestión a desarrollar. Revista Obra Pública Ingeniería y Territorio nº 57. Monográfico Ingeniería e Historia III. Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos. Diciembre de 2001.

Durán Fuentes, M. 2002. Análisis constructivo de los puentes romanos. Libro de Ponencias del I Congreso sobre las Obras Públicas Romanas. Mérida, noviembre de 2002.

[23] S.G.E. Vuelo americano de los años 1956 y 1957.

[24] ESTRABÓN, III, 4, 12.

[25] CANTERA BURGOS, F. 1945, p. 56. Fuero de Miranda de Ebro.

[26] ROLDÁN HERVÁS, J. M. 1975, pp. 38 a 45 y pp 96 a 98. Itineraria Hispana

[27] Discursos leídos ante la Real Academia de la Historia en la recepción pública de Don Eduardo Saavedra el día 28 de diciembre de 1862, Madrid 1914.

[28] Sobre los distintos emplazamientos de Atiliana a lo largo de la historia y el finalmente propuesto, ver MORENO GALLO, I. 2001. La Vía Romana de Italia a Hispania en La Rioja.... ob. cit.

[29] En tiempos de Govantes era muy evidente. Este historiador menciona la vía en varios de los apartados de su obra, constatando igualmente su magnífica conservación: GOVANTES, A.C. 1846, p. 68, p. 142, p. 205. Diccionario Geográfico-Histórico de España. Sección II. Comprende toda la Rioja o toda la provincia de Logroño y algunos pueblos de la de Burgos.

De igual forma Francisco Coello plasma en su mapa la vía romana discurriendo por esta llanura: COELLO, F. Mapa de la provincia de Logroño de 1851

[30] GOVANTES, A.C. 1846, p. 204. Diccionario Geográfico-Histórico. ob. cit

[31] MORENO GALLO, I. 2001. Descripción de la Vía de Italia... ob. cit.

[32] GOVANTES, A.C. 1846, p. 142. Diccionario Geográfico-Histórico...ob. cit.

[33] PÉREZ AVELLANEDA, M. 1983, p. 135. Cerezo de Riotirón, Autrigón, romano y medieval.

[34] SERRANO. L. 1910. III, p. 328 y ss. Doc. 322. Fuentes para la Historia de Castilla. R.P. Don Luciano Serrano.

[35] PÉREZ AVELLANEDA, M. 1983, p. 137. Cerezo de Riotirón... ob. cit.

[36] ARGAIZ. 1669, p. 318, población Eclesiástica en España.

[37] LACARRA. 1949, tomo II. Capítulo XIX, p. 456. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[38] PRESTAMERO, L. 1796. p. 280. En la obra de González de Echavarri: Alaveses Ilustres. Biografía de Lorenzo de Prestamero. Textos. Real Sociedad Vascongada de Amigos del País: "se conserva una línea de cascajo, que precisamente se trajo de alguna distancia, pues no se halla de su especie en todo lo demás de aquél terreno. Luego que se sube a lo alto se ve el camino por un gran trecho inculto, que revuelve de mediodía a Norte, para evitar algunos valles que se presentan a la vista. El lecho de este camino es de piedra de yeso cubiertas con cascajo, y sigue por debajo de Cerezo, Quintanilleja, Tormantos, Leiva, Herramélluri, Villalobar, San Torcuato, Valpierre, Hormilla, Nájera, Navarrete, Logroño, Varea, Calahorra, Alfaro, Zaragoza. En todo este largo trecho, a más de los vestigios constantes de su dirección, se hallan muchos trozos enteros del camino romano, que he visto, particularmente en lo de Villalobar, San Torcuato, Valpierre, Calahorra, Logroño, Alfaro, de los cuales están algunos como si se acabasen de hacer...".

[39] Este trazado se identifica claramente y se establece por aquí, por primera vez, en MORENO GALLO, I. 2001. La Red Viaria Antigua en La Rioja... ob. cit.

[40] http://www.traianvs.net/viasromanas/tricio.htm

[41] Ver fundamentalmente a estos efectos:

MUNTIÓN HERNÁEZ, C. y MORENO GALLO, I. Noviembre de 2002. Nosotros proponemos... Piedra de Rayo. Revista Riojana de Cultura Popular.

Y la descripción detallada de este tramo hecha en: MORENO GALLO, I. 2002, p. 7.El Miliario Extravagante nº 81.

[42] SAENZ RIPA, E. 1994. La Atención al Peregrino. Actas de las V Semanas de Estudios Medievales de Nájera. Instituto de Estudios Riojanos.

[43] LACARRA. 1949, tomo II. Capítulo I, pp. 19 y ss. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[44] VÁZQUEZ DE PARGA. 1949 Tomo I pp. 201 y ss. Las Peregrinaciones... ob. cit.

[45] GOVANTES, A.C. 1846, p. 180. Diccionario Geográfico-Histórico...ob. cit.

[46] Idem, p. 210

 

 

INGENIERÍA ROMANA
EN LOS CAMINOS DE SANTIAGO

II - Los Caminos en la Rioja [1]

Isaac Moreno Gallo © 2004

Publicado en:
-Revista Cimbra nº 356.
Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas. Febrero 2004.
- Y parcialmente en Piedra de Rayo:  Revista riojana de cultura popular, Nº 12.

TRAIANVS © 2004

 

Nota del editor web. Salvo la imagen de cabecera, la composición  y  los enlaces de las Notas, todo lo demás pertenece al artículo de la web TRAIANVS, que gentilmente el Sr. Moreno Gallo nos ha permitido exponer en esta biblioteca berceana, y a quien damos las gracias por su magnífico estudio.
¡¡¡
También ofrecemos las versiones originales en formato PDF, en español e inglés de este mismo estudio.!!!