AL REY NUESTRO SEÑOR

    Dignissimo de imperio
no menos por belleza que por suerte
rarrissimo (sic} mysterio
en quien Marte cortes Adonis fuerte
se adora por la vista y el oydo
en estrellada flor y astro florido.

Sol de la humana esfera
en quien se restituye el siglo de oro
por quien ya no se espera;
que siendo del mayor caudal thesoro
das como si debieras y pagaras
y mejoras el don qual si sembraras.

Escucha adoraciones
pues no puedo a1cançarte con açentos

y presta a mis razones
tus altos, tus augustos pensamientos
y pues por si mi pluma poco alcanza
de persuasion te sirua tu alabanza.

Eres tan alto objeto
que ilumina tu luz al que te adora
y assi como el objeto
el claro Apolo de la blanca aurora
y resplandor y rayos del recibe
eres la luz del que en tu honor escriue.


 

   Eres en bulto humano
jurisdiccion y dignidad divina
y descanso tu mano
del orbe pues en ella se reclina
y como en centro asienta firmemente
bien que a tu pie también esta obediente.

    Que ay que ser que no seas
si lo mejor del sol es tu retrato
y que ay, que no poseas
pues fuera con tus meritos ingrato
si con manos, y pies, con reynos tuyos
no repartiera los tesoros suyos.

    Pues el se manifiesta
aunque se oculte en nubes muchas vezes
y es de los campos fiesta
muestra que en los efectos le parezes
conçedeme el semblante soberano
que seras mas diuino, mas humano.

    No acuerdo lo que pido
que todo está presente a las Deidades
y en ti no caue oluido
pues tienes las diuinas calidades

meritos represento de mi esposo
yo pido, el sirve, tu eres poderoso.