Portada de la iglesia de San Bartolomé en Logroño (La Rioja)  

   Sub Christi et eius clementia videlicet Patris, et Filii, et Spiritu Sancti amen. Ego Aldefonsus Dei gratia totius Ispaniae imperator una cum consilio uxor mea Berta facimus hanc cartam ad illos populatores de Logronio omnibus presentibus et futuris sub potestate nostri regni atque imperii in Dei nomine constitutis pax et felicitatis tempora. Notum acimus itaque quali et dominus Garsia Comes fideissimus et coniux eius contisa dopna Urraca qui fuerunt gloriae nostri regni gerentes nazarensium previdentes utilitati nostri palaci, nostro consilio et assensu decreverunt populare Villam quae dicitur Logronio, quam etiam populantes perfecerunt, et consilium dederunt, qui ibi populare voluerint legem et fuero...

Fuero de Logroño

 

 

 

  La importancia del Fuero de Logroño (desde ahora FL) de 1095 es algo que no se ha ocultado desde antiguo a los historiadores del derecho, aunque -por regla general- se ha insistido más sobre la difusión del texto que sobre otra cosa. Nuestro interés aquí no va a ser otro que el de estudiar este texto en sí mismo, examinando cada una de las instituciones que surgen en él -prescindiendo de otros docs. logroñeses que pudieran proporcionarnos una visión contextual diferenciada- , pero no fijándonos en la proyección del FL en el ámbito extralogroñés -entendido como ciudad de Logroño, stricto sensu- , es decir, su expansión o influencia en Miranda de Ebro (1099), Castrourdiales (1163), La Puebla de Arganzón (1191 ), Navarrete (1195), San Cristobal de Labraza (1196), Laredo (1200), Santo Domingo de la Calzada (1207), Orduña (1229), Bermeo (1236), Ochandiano (1254), Grañón (1256), Contrasta (1256), Briones (1256), Salvatierra (1256), Corres (1256), Santa Cruz de Campezo (1256), Tolosa (1256), Mondragón (1260), Vergara (1268), Villafranca de Ordicia (1268), Arceniega (1272), Lasarte de Alava (1286), Lanestosa (1287), Deva (1294), Plencia (1299), Bilbao (1300), Azpeitia (1311), Portugalete (1323), Lequeitio (1325), San Vicente de Arana (1326), Ondárroa (1327), Salinas de Leniz (1331 ), Eigueta (1335), Villaro de Vizcaya (1338), Placencia (1343), Eigoibar (1346), Villaviciosa de Marquina (1345), Elorrio (1356), Guernica (1366), Guerricaiz (1366), Ermua Villaférrea (1372), Villanueva Miravalles (1375), Rigoitia (1376), Munguía (1376), Villanueva Larrabezúa (1376) y ViIlarreal (1383)' , sino tratando de exponenciar lo que el FL dice y, al mismo tiempo, procurando descubrir las posibles fuentes que inspiran las realidades institucionales latentes en el mismo.

 

     Son conocidas las copias del texto manuscrito del FL gracias a los trabajos del P. Gonzalo Martínez Díez y de Narciso Hergueta, que luego comentaremos, sin embargo, hay otras versiones de dicho fuero conservadas en la Biblioteca Nacional de Madrid que, citadas en algunos casos, no son -no obstante- tan tenidas en cuenta y valoradas como aquellas otras más primigenias, por tratarse en buena parte de calcos tardíos. Así, en el ms. 9194 ( = Cc-80, en la sig. ant.) que lleva por título «Copia de varios documentos y especialmente de los privilegios y donaciones otorgadas por reyes de España, desde Ordoño II a Sancho III, a diversas iglesias y monasterios de Galicia, León y Castilla» aparece el FL en fols. 11r-12v2.También lo encontramos en ms. 5.741 (= 0-91) y en ms. 700 ( = D-52), que contiene «Privilegios y escrituras diversas», reproduciendo el FL en fol. 2793 .Sin aparecer directamente relacionados con el fuero, conviene no perder de vista otros manuscritos de la Nacional que no vamos a estudiar en nuestro caso, pero que por hacer referencia a la localidad logroñesa exponenciamos para futuros trabajos de aquellos que pretendan acercarse a la realidad institucional del Logroño medieval. En primer término, el ms. 704 ( = D-63), que aparece bajo la titulación de «libro de privilegios y escrituras antiguas sacadas de los originales en las ciudades de Calahorra y Logroño, por mandado del Licenciado Gil Ramírez de Arellano, del Consejo de su Mag(esta)d y su Oydor en la Real ChanciIleria de Valladolid», no siendo otra cosa que un conjunto de textos iushistóricos sacados de sus originales y, entre los que se encuentra el privilegio del rey D. García de 1084 (fols. 1r-3r), el de Alfonso de 1114 (fols. 3r-v) y los 36 privilegios de la Iglesia de Santiago de logrona (fols. 67v-116r), junto con la descendencia de la casa de Ayala (fols. 116v-117v). En el códice 11.877 (= Z-139) se halla la alegación en derecho sobre que la ciudad de Logroño no debe diezmos al monasterio de San Millán (fols. 26r-29v seu CLVr-CLVlllv)4. El ms. 712 ( = D-41) es una copia del siglo XVI que recoge privilegios diversos de Logroño en fols. 195r-215r y el ms. 834 ( = D-94) no es otra cosa que una «Relación sumaria de algunos privilegios y otras escrituras del Archivo de la ciudad de Logroño» en la que los privilegios logroñeses surgen en los fols. 41r-59v.


     Una excelente edición del FL de 1095 la constituye la recogida en Tomás Muñoz y Romeros, en su versión de 1847 -no en la anastática de 1970, que ha omitido este fuero parcialmente al hacer los fotolitos, saltándose las páginas correspondientes de forma en extremo desordenada- . De interés igualmente documental es el trabajo de Narciso Hergueta -del que ya hemos hablado lineas atrás-6 , a quien incomprensiblemente no cita algún estudio anterior sobre el FL/1095 y que sólo dedica apenas tres págs. (325-328) a sus comentarios a la fuente y el resto a la ed. del fuero. La consulta del artículo de José María Ramos Loscertales publicado en 1947 resulta sumamente alentadora. Aunque algo complejo, este estudio, terminado de redactar en Salamanca en mayo de ese mismo año y dedicado a Ruperto Gómez de Segura, nos abre los ojos de la realidad institucional logroñesa. Ramos liga el incremento demográfico a los nuevos ingresos para la hacienda real y a la propia honra del monarca. Desde un punto de vista iushistórico revela un conocimiento en profundidad del derecho privado, penal y procesal altomedieval que en ciertos puntos aparece oscurecido en el artículo de Fernández de la Pradilla Mayoral. Ramos, sin embargo, no ofrece una complementación bibliográfica y algunos aspectos de su argumentación quedan ya desfasados, debido a que existen estudios posteriores sobre la honra en el derecho medieval castellano que, en el 47, se carecía de ellos -esto es algo que no dejó de intuir el propio Ramos Loscertales en p. 367-. G. Martínez Díez estudia el FL dentro de un trabajo de conjuntos, aunque se mueve más por el área de las confirmaciones y refleja fenómenos ya conocidos por los trabajos de Ramos y Hergueta. La obra de M. Defourneaux 9 , pese a ser algo clásica en el sentido de nostálgicamente primípara, no se puede llegar a afirmar que fue -ya que en buena parte es- una oferta cultural de elementos importantes, sendas por las cuales intentar hacer una reconstrucción de los elementos generadores de influencias en la carta logroñesa de 1095; no diciendo nada al respecto -punto que hemos de clarificar desde un primer momento-, insinúa, sin embargo, vías de penetración de las modas e instituciones extranjerizantes galas en la Península que resultan ser activos ponderables a la hora de una valoración de los principios inherentes al FL. Algunos libros, ensayos y artículos de J. Calmette y P. Vidal 10 , Georges Melchior  11 , Ch. Petit-Dutaillis12 , P. C. Timbal 13 , F. Benoit 14 , M. Aubenas 15 , P. Ourliac 16 , J. Decap 17 , Ferdinand Lot 18 y los estudios que en el siglo XVII publicó Pedro de la Marca 19 son alentadoramente interesantes para encontrar similitudes entre el FL y textos normativos franceses, al mismo tiempo que para racionalizar la penetración del derecho franco en nuestro país. Los trabajos de Hergueta, Ramos Loscertales y G. Martínez Díez no se plantean las posibles fuentes de este fuero. ¿Quiere ello acaso decir que carece de ellas?. A nuestro modo de ver, no. En un primer momento nuestras indagaciones las orientamos hacia las influencias castellanas, navarras y francesas, buscando, de manera preferente para esta tercera área geográfica, chartes de franchises y documentos de las regiones de Aquitania, Languedoc, Provence, Garonne y Bearn y de las ciudades de Bayonne, Pau, Oloron, Argelès, St. Gaudens, Tarbes, Toulouse, Auch, Cahors, Perpignan, Carcassone, Bagnères, Foix, Agen, Montauban, Castelnaurady, Condom, Dax, Mont-de-Marsan y Orthez. El mayor imponderable ante el que nos topábamos no es otro que el hecho de que las coutumes francesas comienzan a proliferar a partir del XIII, siendo el FL de finales del XI. Descartada la posibilidad de las coutumes, nos restaban las cartas de franquicia anteriores, los numerosos privilegios reales, otras disposiciones emanadas tanto del monarca como de los nobles surfranceses de las centurias X y XI -que son abundantes- y un no despreciable cúmulo de legislación monástica francesa que incidió a lo largo de la alta edad media en la Península, manifestándose en este último punto poco acertadas nuestras indagaciones.

 

     El folleto de María Concepción Fernández de la Pradilla Mayoral 20 , de momento, es lo mejor con que contamos sobre el Logroño altomedieval y su fuero de 1095. Deviene algo deudor de aportaciones ajenas. No convence el hecho de remitir a una bibliografía final, evitando las indicaciones en cada uno de los pasajes. Por otro lado, aunque ella estructura la materia de sus comentarios, muchos de esos puntos ya habían sido ampliamente glosados por Ramos 21 , a quien sólo se cita al final del trabajo dentro de la indicada relación de conjunto, y en la nota 4, no sabemos si con ánimo de que pase desapercibida esta aportación o bien con un interés claro de desmerecerla, cuando los aspectos procesales, la honra de los pobladores y, en general, todo lo concerniente al estatuto jurídico I de la ciudad había sido apuntado por el trabajo de 1947. Fernández de la Pradilla ignora la problemática de las posibles fuentes y raíces del FL/1095. Algunos cartularios y colecciones diplomáticas como los de Antonio Ubieto Arteta 22 o el de Ildefonso Rodriguez de Lama 23 aportan documentos interesantes para situar en su entorno geográfico-histórico e institucional el FL, aunque como ya indicamos al principio no va a ser este el punto central de nuestra argumentación. Por su conexión indubitable con el FL algún estudio no filológico ni de interés semítico del fallecido prof. Francisco Cantera Burgos 24 es muy útil. Entre los manuales de historia del derecho encontramos comentarios al FL en el de D. Alfonso García Gallo 25 , y en los de Pérez Prendes y Muñoz de Arracó 26 , Francisco Tomás y Valiente 27 , J.M. Font i Rius 28 , Rafael Gibert y Sánchez de la Vega 29 y el clásico Curso de Galo Sánchez 30 .El texto del FL es igualmente citado por Salvador Minguijón Adrián 31 , quien ya partía de considerarlo como un fuero tipo o por el Manual de Román Riaza y García Gallo 32 .La referencia, más o menos completa, de las veces que ha sido publicado el FL, puede verse en el Catálogo de la Colección de Fueros y Cartas-pueblas de España 33 y en el artículo de G. Martínez 34. Cantera, como ya dijimos, ha editado un excelente y documentado trabajo, que constituyó su tesis doctoral, sobre el Fuero de Miranda de Ebro, estudio que le había dirigido el prof. López Ortíz. Un año antes había salido en forma abreviada el comentario y el texto del Fuero en el Anuario 35.


     Respecto a la incidencia del derecho franco en el FL, hemos de precisar que no es el primer texto jurídico local que recoge influencias ultrapirenaicas, ya que antes las había habido en el Fuero de Sahagún de 1085 36. Ahora bien, es difícil suponer una incidencia muy ponderable de textos eclesiásticos benedictinos en el FL. Sin ir más lejos, de las Consuetudines Farfenses 37 que son las costumbres del monasterio de Farfa, cuyo códice más antiguo datado es del período que va desde 1039 a 1048, transcripción del original hecha en Cluny por un monje de la Apulia discípulo de San Romualdo, se encuentran similitudes en algunas instituciones con el FL, pero estas eran substrato común de la Europa de su época; tampoco se puede colegir, como no sea desvirtuando la realidad histórica, de la documentación contenida en el Cartulario de S. María del Mare en Tremiti, algunos de cuyos docs. tienen un extraordinario interés jurídico, remontándose al año 1005 38 .Lo mismo puede decirse del regesto de textos de Farfa de los siglos VII al XI, conteniendo menciones específicas de donaciones, adquisiciones de bienes, etc., elaborado y compilado por Gregorio di Catino entre 1092 y 1103 39 , que además nos permitiría contrastar con el FL los textos de privilegios de papas y emperadores allí contenidos. Sin embargo, como veremos más adelante, sí es presumible una incidencia institucional de textos de origen laico y eclesiástico franceses.


     Sobre los conceptos de «franco» y «franquicia», términos que surgen en el texto y que dan lugar a posibles controversias, conviene señalar los puntos siguientes:

1°) El FL precisa en su introducción que dicho texto es otorgado «tan francigenis quam etiam ispanis vel ex quibus cumque gentibus vivere debeant ad foro de francos».

2°) Es clara la mención de que las libertades allí contenidas se otorgan a todos los habitantes que vayan a poblar Logroño, esperando que una parte considerable de los mismos sean extranjeros, no hispanos, hasta el punto de que «francigenis» aparece antes que el término «ispanis». Evidentemente, en este caso, dichos francos no serían de forma exclusiva gente procedente del vecino país, sino que siendo mayoritaria esta extracción, también agruparía a alemanes, flamencos e ingleses. Defourneaux ha precisado que «camino francés» es el nombre que los textos españoles otorgan a la ruta de Santiago 40 .La utilización de la palabra «francigeno» es común dentro de los textos y paralela a la de franco.

3°) Defourneaux 41 y Ramos Loscertales 42 apuntan la doble distinción entre «franco» con el sentido medieval de franquicia o libertad y «franco» como indicación de procedencia geográfica. En relación a Cataluña, Font i Rius tiene una aterrizaje feliz sobre el problema en un estudio que gira en torno a las «franquicias urbanas»43. Sin embargo, la idea de «franquicia» en su doble connotación la recoge Font de Ramos 44, estando mucho más delimitada en cuanto a su sentido por Defourneaux. Sobre el problema ya había habido posiciones controvertidas. Muñoz y Romero 45 respondía a A. Helferich y G. de Clermont 46 comentando diversos aspectos sobre la idea de franco y de franquicia. Muñoz y Romero señala que en el FL «francígena» es sinónimo de extranjero, mientras «franco» lo es de exento. Ramos y Font no citan ninguno de estos dos valiosos trabajos 47 y M. Defourneaux es en exceso deudor de las ideas del de T. Muñoz, quien -por otro lado- es bien parco de palabras sobre el FL -sólo en este punto indicado- . García Rives complementa nuestros conocimientos sobre la condición jurídica de los extranjeros en el periodo medieval en una conseguida aportación 48.

4°) Se puede añadir algo más no apercibido por los autores mencionados. Ello es que entre «francigena» y «francigenatus» hay diferencias, en cuanto el primero es aplicable al extranjero, sea o no de procedencia gálica, mientras que el segundo es necesariamente nacido u oriundo de Francia. En esta línea, el FL utiliza el primer término dando por tanto amplia cabida a extranjeros ultrapirenaicos no gálicos, con independencia de que estos fueran los mayoritariamente asentados en la localidad de Logroño. No se debe confundir el término «francígena» con el maestro de ars dictandi del siglo XII Enrico Francigena 49 .Pero, al mismo tiempo, puede aportar el término franco la forma francisca o franka, que surgen en documentos del 942 y del 1006 50, aunque para los anglosajones franca es una lanza arrojadiza 51 , significado que puede tener el término franka aludido por Menéndez Pidal, que él lo refiere a espada. Aunque, como llevamos diciendo desde el principio, «franqueamiento» podía ser exención de tributos personales y de prestaciones y, en este sentido, nos lo configura -por ejemplo y con claridad- el cap. 7 del Fuero de Usagre 52 , que dejamos al margen por superar nuestro ámbito temporal, lo mismo que el privilegio otorgado por el conde de Bar, Thibaut, en 1209 a la localidad de Beauraing 53, aunque luego no lo encontremos en la de Engleberto, señor de Enghien, a H'erinnes 54 de 1211, Puede adoptar la forma simple de frans, como ocurre en los privilegios de la ciudad de Ypres, reconocidos por el conde de Flandes el 17 de enero de 1168 55. No obstante, lo más interesante es la utilización del término en la donación que en 1121 Tota López, junto con su hija, hacía de la heredad de Sotihori y de una casa de su propiedad que poseían en Auguciana para poder alumbrar el altar de Santa María de Nájera, La donación se hace «pro remedio animae mei» (nostrarum, en este caso, ya que incluye a la madre ya la hija) 56 y como tal donación inter vivos; aparecería, sin embargo, en línea terminal romanística como una donación mortis causa 57 .Pero, algo más atinente al punto que nos ocupa, lo constituye el párrafo central, en el que pasa revista a los testigos, precisando que aparte de su hermano Diego López, y su mujer García López de Galinero, Martín Vital, García Basilio y otros, lo son también «multi alii tam de francis quam de castellanis», que es una clara mención específica a la condición nacional de parte de los habitantes de Logroño y no a un concreto status de franquicia. Ildefonso Rodríguez A. de Lama 56 sincréticamente encuentra nombres de personajes que él supone de origen franco en varios documentos, pero todos ellos del siglo XII, lo que puede deberse a tres cosas:

a) bien a una carencia de documentación del XI que, no obstante, la hay y él nos proporciona algunos ejemplos;

b) que el FL pretenda crear situaciones nuevas, más que reconocer circunstancias de hecho, cosa no lejana del sentido del texto;

c) que probablemente no hubiera un núcleo de población de origen francés en Logroño o que, si lo había, no era posible llegar a determinar en razón de criterios de diferenciación jurídica una distinción en el plano contractual, testamentario o penal de los grupos nacionales asentados en la localidad.

 

     Los supuestos o reales francos aparecen en documentos de 31 de marzo de 1148, con intención de repoblar Logroño 59 y de 20 de agosto de 1168 60 , en que el abad de Irache da a Pierre y Raimond de Albineto (de Albi, probablemente) dos terrenos en el camino de Varea, marcando los límites de separación de los mismos con indicación de fincas colindantes. La contraprestación que habían de pagar estos dos franceses sería un censo de 10 sueldos anuales y el diezmo de los productos del campo objeto de explotación. Este tipo de donaciones agrarias 61 gozaban de unos principios informadores jurídico-económicos bien concretos en cuanto a su delimitación en una practica muy acendrada en el territorio, contando además con testigos cualificados. Vuelven a aparecer en escrituras de 5 de noviembre de 1170 62 y de 1191 63 en una donación de una serna y de una viña, en un pleito de 1192 64 , y en documentos de 1196 65y 1199 66 . No nos interesan aquellos documentos que atestiguan la presencia de francos en Nájera 67 y Calahorra 68 .
 

    ¿Pudo haber influido en el FL la antigua redacción del Fuero de Morláas -sólo reconstruible de forma indirecta- cuya penetración e incidencia en nuestra península es hoy por hoy un enigma ?.Ciertos condicionantes de tipo institucional del Fuero de Morláas en Navarra y Logroño no deben ser despreciados. Aunque de fecha desconocida, probablemente de 1088, otorgado entonces por el conde Gastón IV, y en cualquier caso posterior a la donación hecha a Saint-Vicent-de-Lucq por el propio Centulo V en 1075, jurando ser protector del monasterio 69 , este remoto fuero ofrecía, insistimos en seguirlo a través de los fueros posteriores de Morláas que reproducen partes del mismo, elementos como el de utilización de la forma personal que también se da en el FL, a diferencia de los fueros castellanos o de las coutumes del s. XIII, que usan la forma narrativa. Sobre la fianza es clara la relación que puede establecerse entre el art. 233 del Fuero de Morlaas con el FL donde se constata: «si ille Senior. .. demandet eis fidanza, et si non potuerit habere fidanzam» que se corresponde con el citado texto francés «si ung caver o autre a homis ceyssaus et questaus et serbs. ..fidance s'en pot far dar si's vol, ni aver ne poden»70. Pero mayores similitudes se encuentran si procedemos a la reproducción completa del comienzo de los caps. de ambos fueros, el mismo en el FL: «si ille senior habuerit rencoriam de alicuius homine istius villae demandet eis fidanza, et si non potuerit habere fidanzam levet eum de uno caput villae usque ad alium et postea fidanza...» y art. 263 del de Morlaas: «Item, judya lo senyor que si jo'm clami de I homi au senhor, et qu'eu prepari fidance et la dan or dey et cum dey, et eg no m'en vol far dret, si provar ac pusc ab jurat e ab testimonis, clamar m'en pusc au senhor mayor»71.


     a) La libertad de utilización del molino, según el FL, durante el primer año con todos los beneficios derivados en los territorios de dominio real contrasta, sin embargo, con la frecuencia que en círculos señoriales franceses hay reserva del molino, en el que los campesinos quedaban obligados a moler el grano. Pero en el texto del FL, aparte del lógico incentivo de esta tregua anual, estímulo constructor y explotador de los molinos, a partir del segundo año los beneficios habían de repartirse al 50% entre la corona y el constructor-poblador. Si la construcción, no obstante, la efectuara en tierra de su propiedad, podría explotarlo con la titulación jurídica de señorío pleno sobre el molino y sus frutos económicos, no debiendo pagar ningún impuesto derivado del mismo a autoridad real o local alguna. Ello no obsta para que también en la Aquitania y en el Languedoc pudieran darse casos en que el señor renunciara al monopolio del molino. Ejemplos en territorio catalán anteriores al siglo XI de cesión de molinos y de su aprovechamiento son abundantes, pero nos interesa en especial la donación que el 9 de diciembre del 984 hizo Senderedo a San Pedro de Vic de la mitad de un alodio situado en el castillo de Fontrubia, del condado de Barcelona, con condición estipulatoria de reserva para sí de la otra mitad en el supuesto de llegar a tener descendencia. La donación incluye también «casas, curtes, ortos, terras, et vineas, turres, molinos, molinares, cum capudaquis, et subtus regnis, et cum omnia aiacentias illorum, pratis, pascuis, silvis, garricis, aquis, aquarum ductibus glandiferis maioribus vel minoribus, arboribus pomiferis seu inpomiferis, ficulneis, vieductibus sive redeuntibus, omnia et in omnibus, quantum dicere vel nominare potuerit lingua humana ipsa medietate tota ab integro cum exiis et regressis earum»72 .No obstante, en el FL, c. 24 la corona se va a reservar el monopolio del horno, quedando sujetos todos los habitantes de la ciudad a la obligación de cocer el pan en el horno de propiedad real. La tasa que habían de pagar en cada ocasión que se hiciera uso del mismo sería de un pan, como contribución a la corona. Este pago en especie era habitual por la época, por el lugar y por la circunstancia misma de la reserva del horno, que acostumbraba a llevar aparejada contribución en especie. En el siglo XI los municipios franceses acostumbraban a contar con un molino y un horno del «commune»73. Pero, de manera particular, en territorio francés encontramos el horno real junto al molino propiedad del rey. Los orígenes del horno municipal de los hombres libres es una emancipación del señor y del monopolio que sobre el mismo venía estableciendo 74. Horno señorial, horno real y horno municipal son tres constantes diferenciadoras que se observan en diversas regiones y épocas en la Francia medieval, paralelamente al monopolio o a la libertad de erección y utilización del molino; respecto a la creación de molinos dependientes o fiscalizados por la autoridad correspondiente tenemos abundantes ejemplos altomedievales en Normandía. Pero en la Francia de finales del X y a lo largo del XI es cuando se dan un mayor número de concesiones por parte de la corona de molino para su aprovechamiento, tanto a particulares en orden a su explotación directa como a señores eclesiásticos o civiles que, a su vez, arrendarían el uso del molino o, en la mayor parte de los casos, establecerían la obligatoriedad de su uso por parte de los habitantes de los lugares sometidos a su jurisdicción o señorío. Así, el 17 de mayo del 898, Carlos III confirma la atribución hecha a los monjes del monasterio de Saint-Crépin de Soissons del molino de Pargny 75. Luis IV confirmó el 25 de diciembre del 936 a los clérigos de Compiègne en las posesiones y privilegios que habían recibido de sus predecesores; las concesiones anejas al privilegio son las de navegabilidad y pesca del Oise, aparte del derecho sobre caza y animales salvajes, uso de molino y horno, unido a la autorización para recibir tasas fiscales, al mismo tiempo que se confirma la excomunión del papa Juan VIII contra los que usurpen los bienes del monasterio 76 .El 17 de marzo del 899, el indicado Carlos III, a solicitud del arzobispo de Reims, confirmaría a los religiosos de Saint-Arnaud los privilegios e inmunidades que les habían. concedido los reyes Dagoberto, Childerico y Pipino, así como los emperadores Luís (29 de junio del 822), Lotario (10 de octubre del 840) y Carlos el Calvo (23 de marzo del 847, 20 de setiembre del 863, 18 de octubre del 867, 13 de abril del 871 y 4 de febrero del 872). Se incluye el aprovechamiento de un molino 77. La concesión hecha el 29 de mayo del 899, desde Tour-sur-Marne al obispo de Gerona en los condados de Gerona y Besalú, comprende el aprovechamiento de molinos y bosques en Mollet d'Empordá y Fonts 78. Cesiones, concesiones y confirmaciones de uso del molino las tenemos del 6 de junio del 899, 17 de junio del 900, 31 de octubre del 901, 25 de abril del 903, 22 de febrero y 19 de abril del 906, 3 de noviembre del 908, 16 de setiembre del 90979 , 20 de diciembre del 911, 16 de enero del 914, 7 de junio del 916, 26 de julio del 917, 9 de octubre del 918, 7 de julio del 919, 20 de enero del 920, 5 de enero del 921, 5 de setiembre de ese propio año y 7 de junio del 922. Sumamente breve, pero no exenta de interés, es la referencia que FL, c. 36 nos da de utilización de la madera de los montes. Dice el texto: «Et ubicumque inveniri ligna montes, rades ad cremare vel domos facere; sive ubicumque opus habuerint accipiant eam sine ulla ocassione». La doble utilidad de la madera, tanto para material de construcción de casas como elemento generador de calor, no es la primera vez que la hallamos en un texto de derecho local. Tienen además facilidades para apropiarse de la misma allí donde se encontrasen, es de suponer dentro de los límites de vigencia espacial del fuero logroñés. La aplicación en el Bearn de cartas de fuego y tala es posterior y responde a un criterio distinto del aplicado aquí en Logroño a través de su fuero, ya que estas primeras giraban en torno a la consideración de la madera como bien económico escaso, tratando al mismo tiempo de evitar las represalias que tropas o bandoleros pudieran ocasionar en el bosque de uso vecinal o señorial. La depredación, de noche o de día, con fuego o tala quedó totalmente vetada, en Orthez, donde debían darse unas condiciones socio-económicas bien distintas de aquellas que propiciaron la repoblación logroñesa en el siglo XI. En cualquier caso, la normativa sobre utilización de madera para funciones caloríficas ya la encontramos en la Lex Alamannorum, LXV, 5, donde se habla expresamente del uso de la madera del bosque para combustión («et ad focum faciendum»). Igualmente en la Lex Baiwariorum se indica no sólo este concepto del aprovechamiento forestal («calcefurnum»), sino también el otro que surgía en el FL de utilización de recursos madereros para la construcción de viviendas («ad casas dominicas stabilire»)80 , supuestos diferentes del de aprovechamiento de fuego para quemar estas últimas delictivamente 81 .La consideración de la casa construida con madera como bien mueble o inmueble es algo ajeno al texto del FL, pero no carente de posibles digresiones jurídicas en cuanto la eventualidad de la destrucción por el fuego ha sido considerada como un indicativo de la valoración jurídica mobiliaria de la vivienda, que algún autor germanista ha recogido en el principio del derecho histórico de los pueblos bárbaros «Was die Fackel werzehrt, is Fahrnis»82 .Entre las instituciones iushistóricas del Artois se observa cómo la casa fabricada con madera es un bien mueble y este concepto se reproduce en las Coutumes d'Artois, tit. XXXlX 83, y así se constata a través de diversos documentos de aplicación del derecho y textos municipales diversos que incluso superan la propia época medieval 84 en su consideración de la vivienda de madera como un bien mueble. Además, aunque no se mencione específicamente qué tipo de casa se trataría siguiendo sic et simpliciter la idea «domos facere» del cap. 36 del FL, por el sentido de conjunto del propio texto y la indicación «populator» del c. 32, verdadero sujeto elíptico del c. 36, llegamos a pensar que se trata de una vivienda y no de una «domus episcopalis», ni de una «domus hospitialis» o de una «domus canonica». En cualquier caso, la noción de «Iocus pius» es ajena al sentido de este c. 36 del FL. El término, en diminutivo domuncula lo tenemos atestiguado desde antiguo 85 .


     b) Caso diferente es el de la paz de la casa. En el supuesto de que el sayón o el merino tratasen de entrar en una mansión simultáneamente y resultaran muertos como consecuencia de este asalto, el propietario de la casa aparecía libre del pago de la sanción pecuniaria de homicidio 86 .No son difíciles de encontrar los antecedentes jurídicos de la domus disrupta en el derecho histórico ultrapirenaico con anterioridad al siglo XI; así la Lex Baiwariorum, X, 6 señala: «et si aliquis in alienam domum per vim intrare». En el derecho de los francos alcanza un particular desarrollo la institución de la domus disrupta, como veremos a continuación. Luis G. de Valdeavellano la sitúa, en una breve comunicación 87, en el mundo general germánico y en las fuentes portuguesas y leonesas de los siglos XII y XIII. El trabajo es «fragmentario», como el propio autor reconoce en su epílogo, lo que no le quita su enorme interés. Su propósito es no abordar el problema en otros fueros o textos distintos de aquellos que se canalizan en el área geográfíca objeto de su patentización. La Hausfriede y la Hausfriedensbruch, paz de la casa y ruptura o violación de la paz del domicilio, respectivamente, han sido estudiadas en otros trabajos posteriores que conviene tener presentes 88 (el de Valdeavellano se publicó en 1943), aunque en algún caso como el de Wilhelm Funk lo hace de forma pasajera. Franz Beyerle analiza la Hausfriede en diversos caps. de la Lex alamannorum. Hay, incluso, otros autores anteriores que abordan el problema, y no son indicados por Valdeavellano, como Karl von Amira, el Lehrbuch de Aichard Schroder revisado por Eberhard F. von Künssberg, un estudio de F. Beyerle o la obra más de conjunto de Rudolf Hirschberg, aparte que de A. His es más interesante para el problema de la Hausfriedensbruch otra de sus obras posteriores.
     En el Fuero de Jaca la violación de la casa se pena con 25 sueldos, y en la Lex Salica, XLII, 1, se pena el homicidio cometido contra el propietario de la casa en términos parecidos al resto de las legislaciones germánicas: «Si quis colecto contubernio hominem ingenuo in domo sua adsalierit et ibi eum occiderit, si in truste dominica fuit ille qui occissus est, LXXIIM (sic) dinarios qui faciunt solidos MDCCC culpabilis iudicetur»89 .Hemos elegido este pasaje por corresponder precisamente a la legislación sálica, pero siendo conscientes de que a tenor del mismo el fenómeno que se refleja es distinto del que nos preocupa en el FL, cap. 5, ya que de forma preceptiva el texto riojano declara la inocencia del propietario cuyo domicilio se ve asaltado por sayón y merino, no pagándose como si se tratase de un homicidio, principio no desconocido entre los carlovingios, dado que en este derecho era siempre permitida la defensa de la casa que se ve atacada, aunque se ocasione la muerte al asaltante. De la misma forma, el cap. 1 del FL regula que el sayón no está autorizado para entrar en las casas de los habitantes de la ciudad, pero de parecida manera el cap. 10 también señala una particular figura de domus disrupta: el supuesto del individuo que pretendiera prenda en casa ajena amparándose en la fuerza; como se ve en el texto, aparece además penado con una multa («et si nullus homo traxerit pignus de illa casa per forza pectet sexaginta solidos, medios in terra, et redat ei suos pignos a dompno de illa casa ubi ipse accepit»). Distinto fenómeno, ya visto por Ramos Loscertales (p. 367), es el del inserramento domorum, íntimamente ligado con este de la domus disrupta, castigado con 60 sueldos. No obstante, Ramos no se ha percatado de esta ascendencia franca y lo que es más importante, de que, a diferencia de otras legislaciones germánicas, los francos castigaban la Hausfriedensbruch con 60 sueldos, la misma multa que hallamos en los caps. 10 y 11 de nuestro FL.


     c) El agua es un bien económico escaso que el FL, c. 35 prevé su utilización para riego de tierras y viñas. El término pezas para designar una tierra objeto de explotación es de origen occitano. El FL, en concreto, precisa: «Et ubicumque potuerit invenire aquas per rigare pezas et vineas sive per molinos ut ad hortos sive ubicumque opus habuerint accipiant eas». Sobre el régimen de aguas existen trabajos de considerable peso específico 90, aunque la regulación jurídica de la materia supera casi siempre el siglo XII y está llamada a tener una valoración más en época moderna que en la medieval 91 .La otorgación por parte del monarca del aprovechamiento de aguas con fines hortofructícolas la encontramos con diversas formulaciones en la Galia durante el siglo IX: «transcrivimus...pascuis, aquis aquarum de curtibus» o «ubicumque pascua habere ac ligna cedere et aquarum ductus», entre otras. En la venta de un palau con curtes, huertos, campos, tierras yermas y de cultivo, en el territorio de Vila Meserata y de Vila Riquilla (que vendría a ser la localidad de Marata entre Corró d' Avall y Corró d' Amunt, cerca de Granollers) el 29 de abril del 895, por el precio de 18 sueldos, se incluyen los árboles frutales y el bosque con las aguas y su utilización 92 .Esta última guarda gran semejanza con otra concesión de explotación del agua que hizo Carlos III al monasterio de Salone «cum terris cultis et incultis, pratis, silvis, vineis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus vel cum universis legitimis terminationibus»93 , y es casi completamente similar al apartado correspondiente de la restitución que dicho monasterio efectuó a la iglesia de Saint-Maurice de Tours del territorio de La Quinte, junto a la propia ciudad de Tours, con todas sus dependencias 94 .Concesión real de utilización del agua de un pagus fue la que efectuó Carlos el Simple a favor del ciudadano Teodosio en el condado de Narbona 95 y el propio Carlos III, a petición del vizconde Grimoardo, cedió a la iglesia de Saint-Cristophe 15 mansos de los que dispondrían con tierras, cultivos, prados, viñas, bosques y aguas 96 .

 

     d) Intimamente ligado con el problema del agua aparece el del puente de Logroño, sobre el que el FL entra ya en su consideración, con la obligada intencionalidad de conectar ambos lados del Ebro. La cuestión histórica de tal puente la conocemos gracias a un estudio reciente 97. Desde un punto de vista iusmercantilista la función económica del puente es clara en orden a la necesidad de facilitar los intercambios, al margen de las alternativas bélicas precedentes y habida cuenta de su importancia para la transmisión de elementos foráneos en Logroño.
    

    e) Otras consideraciones que no pueden dejarse en el tintero son las de que la licencia otorgada a los futuros pobladores de venta de bienes inmuebles denota un intento de lograr una estabilidad y un asentamiento no sólo del elemento humano del entorno logroñés, sino abierto a la integración de personas foráneas, lo que queda patentizado en el c. 31 del FL, al margen de la consideración de otros fenómenos jurídicos que pueden verse en este capítulo. Así, se precisa: «Et ipsos populatores de Logronio habeant absoluta licencia per comparare hereditates ut ubicumque voluerint comprare, nullus homo inquirat eis mortura neque saionia, neque uereda, sed habeant salua et libera et ingenua. Et si necesse habuerint per uendere uendant ut ubicumque uoluerint». Esta libertad absoluta en cuanto a la compra o venta de tierras se encuentra en las antípodas de la libertas pessima del derecho romano. No habrá limitación fiscal alguna en este típo de ventas que, aunque a tenor de la lectura del texto no se desprenda la venta con escritura, es de suponer que tratándose de bienes muebles fuera un requisito observado en todos los casos. Pero, al mismo tiempo, no sólo se persigue esta intencionalidad repobladora sino que se recoge una institución de importación gala: la prescripción de año y día, que se ve de forma particular en el FL, cap. 32, que ofrece tres lecturas en orden a ser tenidas en cuenta, de las que se pueden destacar:

1ª) «Et nullus populator de hac villa, qui tenuerit suam hereditatem uno anno et uno die sine ulla mala voce, habeat solta et libera, et qui inquisierit eum postea pectet sexaginta solidos Principi terrae si ipse fuerit intra terminum istius villae et cadant medios in terra»98 .

2ª) «Et nullus populator de hac uilla qui tenuerit sua hereditate uno anno et uno die sine ulla mala uoce, habeat solta et libera, et qui inquisierit eum postea pectet IX solidos ad principi terrae, si ipse fuerit infra terminum istius uille, et cadant medios in terra»99 .

3ª) «Et nullus populator de hac uilla qui tenuerit, sua hereditate, uno anno et uno die sine ulla mala uoce, habeat solta et libera. Et qui inquisierit eum postea, pectet LX. solidos ad principi terrae, si ipse fuerit infra terminum istius uille. Et cadat medios in terra» 100 .Independientemente de otras cuestiones más accidentales de transcripción del texto, que provienen de diferentes transliteraciones del mismo, se nos suscita la cuestión de la multa que quedaba obligado a pagar el demandante contra el poseedor de una tierra superior al período de año y día. Mientras Gonzalo Martínez Díez indica 9 sueldos, Narciso Hergueta señala clarísimamente «sexaginta» y Fernández de la Pradilla también precisa LX; estimamos que debe haber sido un error de imprenta ya que a la luz del contenido de otros preceptos del FL no se colige la existencia de penas pecuniarias de 9 sueldos, y ésta incluso de 60 resulta la más apropiada. Es claro que nadie puede prescribir, contra su propio título, pues ello equivaldría a cambiarlo. No se considera en este cap. 32 la condición del arrendatario, aunque objetivamente no se podria adquirir por prescripción la cosa arrendada. La prescripción de año y día es típica del derecho franco-salio. La posesión ininterrumpida durante el tiempo indicado se diferencia de los criterios establecidos por el derecho romano o por el Liber ludiciorum, así el derecho de retracto prescribe al año y día y en Normandía existen disposiciones sobre tal prescripciónl 101. Conviene distinguir en el derecho germánico entre verschweigung, que no es otra cosa que la caducidad que viene a producirse con ocasión de la Auflassung 102 judicial, y la prescripción propiamente dicha o Verjährung, aunque en el derecho alemán posterior al influjo del ius commune se confundiera en ocasiones la prescripción y la inmemorialidad 103 .Esta prescripción de año y día, por influencia del FL la volvemos a encontrar en el c. 11 del Fuero de Miranda de Ebro, en términos muy semejantes al de Logroño: «Et quilibet populator qui tenuerit suam hereditatem per annum et diem sine mala uoce, habeat eam liberam et quitam. Et alii qui comprauerint uel acceperint habeant liberam et quitam ad forum de Miranda»104, Hinojosa reproducirá el criterio de Brunner de que la prescripción de año y día se introdujo durante el reinado de Alfonso VI (1072-1109)105 en León y Castilla. Ramos Loscertales ha puesto la consabida nota de atención sobre la tenencia de año y día en el derecho de Aragón anterior al 1247 106. La indicación del propio Brunner, como la de Ficker e Hinojosa es, no obstante, muy accidental y somera en relación al Fuero de Miranda, pero han sido los autores portugueses quienes han llegado más allá en sus digresiones, en parte ignoradas por los germanistas aludidos y por Helfferich y Gierke. Cabral de Moncada analiza esta prescripción adquisitiva, pero restringiéndose al derecho portugués, aunque documentos del siglo XI no son muchos los que cita (de los años 1011, 1058 y 1079), incidiendo sólo en textos castellanos muy posteriores 107 .No menciona los fueros riojanos y navarros. Más circunstanciado al problema que nos ocupa es el artículo de Guilherme Braga da Cruz 108 que, no obstante, a pesar de su título más genérico de ámbito hispánico, sólo dedica dos líneas a Logroño, siendo en el caso de Estella, que también lo cita, algo posterior . Tal prescripción en nuestro país en el XI no es valorada por el autor, aludiendo, por otro lado, algo que ya sabíamos por Marcelin Defourneaux -del que ya hemos hablado- sobre la expansión de Cluny, los enlaces de Alfonso VI con princesas de origen francés y el Camino de Santiago 109 , no llegando mucho más lejos en sus afirmaciones el prof , P. Merêa 11. Reincidiendo en el problema, hemos de decir que la prescripción logroñesa es adquisitiva del dominio y no una figura jurídica sui generis de carácter procesal que revista una posición defensiva en el supuesto de los bienes muebles contra posibles terceros. En los Capitula legi addita de 1 de noviembre del 816 se habla sobre la propiedad del criminal, indicándose que es adquirida por el fisco si no ha purgado en el plazo de un año y un día: «cuiuscumque hominis proprietas ob crimen aliquod ab eo commissum in bannum fuerit missa, et ille re cognita ne iustitiam faciat venire distulerit annumque ac diem in eo bannum illum esse permiserit, alterius eam non adquirat, sed ipsa fisco regis societur»111 . El derecho de los pueblos burgundios, quienes en sus leyes dedican la n° LXXIX 112 a la prescripción, junto con la XXI de la Lex Romana Burgundionum 113 , vemos como en casi todos los supuestos por estas contemplados se está hablando de la praescriptio triginta annorum y no de la de año y día, La idea de la prescripción anual ha sido rastreada por algún autor 114 en el antiguo derecho germánico, a través de testimonios como el de Julio César 115, lo que prueba su existencia y origen unido a su difusión en la legislación franco-salia, ampliamente desarrollada luego en las Coutumes por influencia de esta normativa anterior, lo que no excluye el que también aparezca en la legislación de Rotario 116 y en el edicto de Liutprando 117 en algunos de sus capítulos, fuentes que, como es sabido, a pesar de sus discordancias, anomalías y latín poco correcto, perseguían un propósito vulgarizador que hiciera inteligible el contenido de sus normas. No obstante, como tal expresión de año y día surge en el capitular del 816 que acabamos de citar. La tenencia de año y día está ampliamente acreditada en el derecho consuetudinario galo del XII. Con un sentido muy semejante al del FL, en algunos textos franceses, se precisa, por ej., en el caso de Noyon (1181 ): «si quis terram vel domum vel quamlibet tenuituram presente adversario suo nec contradicente per annum et diem tenuerit, postea sine contradictione possidebit»118 y de Abbeville (1184): «si quis emerit vel invadiaverit terram vel redditus aliquos et per annum et diem vicinis videntibus tenuerit, si ille qui reclamaverit sciverit vel scire potuerit, nisi infra diem et annum reclamaverit, de cetero non audietur»119. El hecho de que aparezca en textos locales posteriores al FL no nos permite conjeturar nada en contrario, ya que estas redacciones galas eran exponente de un substrato jurídico sobre el que dichos textos normativos van a edificarse e, incluso, la institución de la prescripción del año y día perderá significación en el contexto institucional francés con la penetración en profundidad de la recepción del derecho común. Ramos, en el trabajo que mencionamos en nuestra nota 106, como los otros autores arriba indicados, Cabral de Moncada y Braga da Cruz, no nos facilitan estas menciones de fuentes ultrapirenaícas, aun cuando el primero delimite la tenencia de año y día en los fueros de Jaca, Estella, Pamplona y Logroño con su posterior proyección en Aragón 120, sin que sobre el FL no avance nada que no conociéramos por su anterior trabajo de 1947.

Muéstrase el autor partidario de que la coincidencia e incidencia francesa en este punto no debió de ser tal, a tenor del ejemplo de Huesca, pero a nuestro entender se mueve sobre una plataforma poco consistente ya que no nos parece tenga mucho sentido la adopción de esta institución expontáneamente, tal y como él supone que debió hacerse, lógicamente sin constar la posibilidad contraria en fuentes ultramontanas, y tomando como base originaria a Jaca. No nos parece, pues, que tenga mucho sentido decir que «la medida utilizada para ello fue la de adoptar a priori una norma jurídica inexistente en el derecho usual del reino, no muy prodigada después, más bien rara, dentro del territorio aragonés, y reiterada tardíamente y por motivos distintos a los de asegurar la repoblación en Huesca y Zaragoza»121 y más adelante precisa «en las concesiones inmediatamente posteriores -se refiere a la de Jaca- aparece como debida a la iniciativa del soberano, la cual tenía su precedente inmediato en el otorgamiento hecho a Jaca»122 .Que no existiera en un primer momento en Huesca -luego, sí-, población de fuerte penetración franca, no prueba nada; puede obedecer a otros motivos, aparte de que Ramos lo afirma con base en el primer fuero; la inexistencia primitiva de tenencia de año y día en el más rudimentario texto local oscense, no invalida ni afecta a la posible importación institucional gala en estos territorios, aparte de que lógicamente podía exístir ya, cosa que habría que comprobar por los documentos de aplicación del derecho -tarea que se escapa de este nuestro concreto cometido logroñés, máxime cuando incluso no es tenida ni siquiera en cuenta en este punto por Ramos-, e independientemente de que, de por sí, un Fuero breve es breve en esencia y contenido.
     Pero también en el derecho del pueblo de los alamanes se preceptúa la invalidez de la escritura en la que no se muestre con evidencia la indicación del año y día en algunos casos determinados («nisi in qua annus et dies evidenter ostenditur») , cuyo reflejo en las capitulares francas aparte de la citadas líneas más arriba es claro en términos de los propios textos en varios pasajes que señalan tanto el año de prueba como el año y día, constatable en un ejemplo del 895 en el supuesto de la mujer virgen, que admite dos lecturas:

 

    Quaecumque virgo sub patrocinio
annos XII non coacta, sed propria
voluntate sacrum velamen sibi inpo
suerit annumque et diem nullo repe-
tente velata permanserit.
    Virgenes, quae ante XII annos
insciis mundiburdis suis sacrum vela-
men capiti suo imposuerint et illi Mun-
diburdi (sic) integrum annum et diem
hoc tacen o consentiunt .123

 

       
Esta misma capitular señala la precisión «post annum et diem», que aparece con anterioridad en el documento de una fórmula del año 774, referida a la venta de un esclavo y a lo largo de numerosos documentos franceses del siglo XII. En cualquier caso, pueden rastrearse diversas otras menciones sobre el problema que nos ocupa, sin que se pueda establecer ninguna relación de tipo linealmente directo con el FL, pero que por puro análisis comparativo pueden resultar ilustrativas de una realidad institucional ultrapirenaica, en diferentes estudios que han contemplado el problema en el derecho franco y en el mundo germánico en general, de S.J. Fockema Andreae 124, Konrad Beyerle 125, quien la analiza de pasada en relación a la adquisición de una heredad, por lo que tratándose de un bien inmueble ofrece mayor similitud -no decimos incidencia- con el FL, cap. 32, ya que en este último caso se decía recordando nuestra referencia anterior «qui tenuerit suam hereditatem uno anno et uno die» y en el ejemplo que conocemos gracias a Beyerle: «ipsam hereditatem liberare ab omni inquietatione annum et diem, sic fecerunt». También pueden consultarse las aportaciones de Karl Weller 126, aún cuando estudia el problema superando el marco cronológico que nos interesaría, lo mismo que le sucede a la obra de Hermann Conrad, siempre para citaciones posteriores a 1135 127, el estudio de Gertrud Schubart-Fikentscher 128, una vez producida la recepción, que puede ligarse en algunos de sus puntos a las aseveraciones de Hans Ludwig Simm en un trabajo académico algo anterior 129. Más circunstanciales y certeras son las aportaciones de Jakob Grimm 130, Rudolph Sohm 131 , Franz Klein-Brukschwaiger 132, Hans Planitz 133 y Lambertus Hardenberg 134.

 

     f) Por otro lado, hay un punto institucional significativo de la penetración gala en estos territorios, el régimen de hospedaje tan peculiar tanto de los francos como de los longobardos. El pacto de Lebur de a.c. 780 alude precisamente en su cap. 11 al mismo 135, pero en donde más ocasiones aparece es en la iushistoria gala. El hospedaje es una institución típica que penetró a través del Camino de Santiago y sobre la que contamos con un tímido reflejo de su contenido entre los estudiosos de esta ruta religioso-popular-económica y en alguna monografía jurídica que, al analizarlo en nuestros días o, al menos, en un pasado no muy remoto, hace incursiones pasajeras en nuestra historia 136, como buen jurista pero circunstancial historiador del derecho -a quien por la agudeza de sus observaciones no se puede incluir dentro del colectivo de los domingueros iushistóricos- , aunque de momento sea este autor quien más páginas ha escrito sobre el hospedaje histórico, pero con un defecto: no tiende un puente entre el derecho franco y el medieval español, o dicho de otro modo, que esta institución tal y como era recogida en la legislación de los burgundios y, sobretodo de los carolingios fuera transplantada al norte peninsular. Sin embargo, Pérez Serrano plantea bien la cuestión en el derecho tardorromano a través del receptum, haciendo lo propio respecto a las Partidas y la Nueva Recopilación. Con una visión exclusivamente histórica contamos con los artículos de Francis Garrison 137 y Miguel Gual Camarena 138.La institución responde a unas necesidades concretas de carácter comercial y ambos autores analizan su desarrollo en el territorio peninsular en los siglos XII y XIII, documentándolo en los Fueros de Estella, San Sebastián y Navarra, entre otros, pero al realizar algunas comparaciones lato sensu con las Coutumes, no se rastrean, sin embargo, sus orígenes en las capitulares carolingias que es a donde se debía de haber acudido. En este sentido, unos capítulos sinodales del 845, la Admonitio generalis del 23 de marzo del 789 139 , los Capitula missorum de Aquisgran del 809 140, el Capitular de Soissons de 26 de abril del 853 141, algunas disposiciones de asambleas eclesiásticas que distinguen la hospitalidad entendida como beneficencia del hospedaje en el sentido secular del término y también el Capitulare missorum general del a. 802 143 u otro de cuya fecha dudan los autores, aunque lo sitúen entre el 801 y el 806 144, son, junto con una concesión de Carlos III del primero de enero del 912 145, elementos importantes que no han sido valorados en su justo término, ni tenidos tan siquiera en cuenta. Como tal institución, el hospedaje es un contrato bilateral, consensual y oneroso, aunque en sus orígenes medievales puede aparecer no conceptualizado como tal contrato y revistiendo una gratuidad, por lo que ofrece un cierto grado de dificultad en orden a su consideración que, respecto al derecho histórico comparado 146 , ha facultado tomas de posiciones diferenciadas.


     g) Es en orden a las relaciones procesales con los miembros ajenos a la comunidad logroñesa donde se propician fórmulas que suscitan igualmente nuestro interés, pues en la articulación de las garantías del procedimiento, se indica que éste estará en función de la normativa propia de cada uno, precisándose que si compareciera un particular se distinguiría en orden o razón de su procedencia. Así, según el cap. 40 del FL, «si venerit alicuius homo de foris fiumen Iberi (Ebro) qui inquirat judiciurn ad alicuius populator respondeat in sua uilla, uel in caput ponte ad sancto iohane (puente de San Juan). Et si uenerit alius homo de foris uilla ex parte de cambero (Cameros) uel de nazera (Nájera) et inquisierit nullurn judiciurn ad istos populatores respondeant in sancta maria de caput uille», que se completa con el cap. 42: «Et si alicuius homo de foris inquisierit judiciurn ad nullus populator uel ad uicino de uilla, et non potuerit firmare cum duas testimonias legales uicinos (siguiendo el texto del P. -G .Martínez) de uilla que habeant su as casas et su as hereditates in uilla, et si ipsas testimonias non potuerit habere audeat sua jura in sancta maria caput uiIle», donde queda igualmente abierto un postigo en relación a todos los problemas de competencias de jurisdicción, a la par que se evidencia la confluencia de elementos personales extraños en Logroño de procedencias diferenciadas, cuya confluencia trata de clarificarse en términos acordes a una cierta flexibilización que no excluya la posibilidad de que el señor que mandase en la villa pudiera llevar el pleito ante la jurisdicción real: «Senior qui mandauerit illa uilla si inquisierit judiciurn ad nullus populator et dixerit perge mecurn a domino nostro rex et ipse populator non pergat de calagorra (Calahorra) in antea et de Beguera (Viguera) in antea, neque de sancto martino de Zaharra (San Martín de Zaharra) in antea» (c. 46). En el Fuero de Miranda el procedimiento con vecinos de tierras limítrofes del cap. 33 ofrece un contenido procesal más preciso, aunque sus precisiones geográficas sean más concretas y delimitadas que los amplios márgenes opcionales del FL. La presencia de hombres libres en los tribunales es una realidad de la Francia carolingia, aparte de que las Fórmulas de Anjou nos presentan tanto para el problema de los molinos 147, antes aludido, como de la administración de justicia y procedimiento, aspectos muy interesantes, con independencia de que dejemos al margen toda la cuestión que suscitan en torno a la justicia señorial -del abad- y tribunal diferente presidido por el conde. La concretización de puntos de interés colateralizables a los supraprecisados la ha resuelto Rudolph Sohm 148 -aparte de otros muchos- en cuanto a la Lex Salica, en relación, por ej ., al homo rnigrans 149 .

 

      Otros datos interesantes sobre la penetración institucional gala en el ámbito jurídico-cultural logroñés, al margen de su fuero, y siempre por correlación con el mismo, nos lo podría proporcional el moderno método de análisis micro-regional que, consistiría en un reconocimiento a través de fuentes diversas metajurídicas del territorio logroñés en sentido amplio e, incluso, de unidades inferiores circunvecinas de implantación gala o franca en la connotación plural de la palabra, en función de las condiciones naturales locales, las posibilidades económicas y la situación política, a tenor de fuentes literarias y restos arqueológicos, unido todo ello a documentos de aplicación del derecho, para establecer a posteriori los lazos genético-jurídicos con estructuras paralelas de grupos convivenciales ultrapirenaicos.


      Convendría igualmente situar en el posterior desarrollo de la villa de Logroño, ya fuera del contenido del FL, la fijación de las instituciones logroñesas en la superación y transformación del régimen de la villa. ¿Detéctanse elementos de procedencia ultramontana en la organización posterior de la comunidad ciudadana logroñesa?. Algunos, sí, aunque desde un punto de vista institucional -no humano- no los tengamos clasificados, ahora bien, el FL creó una nueva forma de vida y actividad que daba fuerza y forma a un conjunto político-social propicio para la penetración de elementos humanos foráneos, a la vez que se garantizaban unas libertades y se quería hacer partícipe de las mismas a personas ajenas a aquella, asegurándose los medios para que se llevara a cabo el cumplimiento de lo normativizado. La vida ciudadana logroñesa no se configurará como la de un ente jurídico dependiente de una comunidad cívica más desarrollada, sino como una realidad autónoma y plural, con un horizonte proyectivo claramente dilatado y abierto hacia todos los elementos humanos y culturales surfranceses.

 

 

 

NOTAS

 

1 Ver el proceso de irradiación del FL en M.C. FERNANDEZ DE LA PRADILLA MAYORAL, Logroño en la Alta Edad Media: importancia y difusión de su Fuero, Zaragoza 1980, dentro de la Serie «Papeles diversos» de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja, pp. 26-36. Comenta también su difusión G. MARTINEZ DIEZ, «Fueros de la Rioja», Anuario de Historia del Derecho Español XLIX (1979) 411-417 que son las págs. dedicadas al FL.

2 Se trata de una copia escrita en el siglo XVIII o XIX. En papel, 212 fols. 320 x 205 mm.

3 De interés para el Logroño medieval son los fols. 276 r -283 v.

4 «En este pleito Que es entre la ciudad de Logroño, de una parte, y el monasterio de San Millán de la otra, sobre los votos, brevemente se fundara la justicia de la dicha ciudad de la manera siguiente» (fol. 26 r seu CLVr).
5 Colección de Fueros Municipales y Cartas Pueblas de los reinos de Castilla, León, Corona de Aragón y Navarra, tom. I, Madrid 1847, págs. 334-343.

6 «El Fuero de Logroño», Boletín de la Real Academia de la Historia L, n° V (1907). págs. 325-336.
7 «El derecho de los francos de Logroño en 1095», Berceo 11, n° 4 (1947), págs. 347-377

8 Ver nota 1. cfr. AHDE XLIX (1979), págs. 327-454, para todo el artículo.
9 Les français en Espagne aux Xle et Xlle siecles, París 1949.
10 Histoire de Roussillon, París 1975 (se trata de una reimp. anastática).
11 Les etablissements des Espagnols dans les pyrénées-meditérranéenes aux VIIIe et IXe siécles, Montpellier 1919.
12 «Les communes francaises au Xlle siecle. Chartes de commune et chartes de franchises», Revue historique de droit français et étranger 23 (1945), págs. 8-28.

13 «Les villes de consulat dans le Midi de la France», Recueil de la S'ociété Jean Bodin, 6, La Ville, 1954.
14 Recueil des actes Comtes de Provence de la maison de Barcelone, Monaco-París, 2 vols., 1925.
15 Charles de franchise, Cannes 1943.
16 «Las costumbres del Sudoeste de Francia», AHDE XXIII (1953), págs. 407-422; «Les coutumes meridionales et les fueros», Annales de la Faculté de Droit de Toulouse VI (1958) págs. 149 y ss.
17 Les charles de coutumes de Cominges, Muret 1934; id., Catalogue des charles de franchises de France. Les charles de coutumes du Comminges, París, Sirey 1957, ed. revisada y completada por G. ESPINAS y B. FAUCHER.
18 F. LOT, como director, y PH. LAUER, Recueil des Actes de Charles IIIe Simple, roi de France (893-9231, París, v.a.,3 vols.
19 Histoire de Béarn, contenant l'origine des rois de Navarre, París 1640.
20 Vid. supra nota 1. El trabajo de FERNANDEZ DE LA PRADILLA es el libro que no pudo ser, ya que según la UNESCO «todo libro es aquella publicación no periódica, de más de 49 páginas sin contar las pastas». La autora ha de contentarse con la categoría nada deleznable de folleto: sólo escribió 48 págs:

21 Berceo, II, n° 4 [vid, supra nota 7], pp. 347-377. El artículo de A. UBIETO ARTETA, «Documentos reales del Archivo Catedralicio de Calahorra (siglos XI y XII»>, Berceo 83 (19721 págs. 194-262 no nos reporta elementos de interés al problema que nos ocupa.
22 Cartulario de San Millán de la Cogolla (759-1076), Valencia 1976.

23 Colección diplomática medieval de la Rioja, vol. I. Estudio, Logroño 1979; vol. ". Documentos (923-1168), Logroño 1976. Hay un tercer vol. .que no nos interesa, ya que se desmarca de nuestro ámbito temporal de estudio.
24 Fuero de Miranda. Estudio y ed. crítica, Madrid 1947.

25 Destacamos el Manual de Historia del Derecho Español, I, El Origen y la evolución del derecho, Madrid 19756, pp. 379, 407-408 y 412, n° 704, 760, 761 y 770.
26 Curso de Historia del Derecho Español, Madrid 19782 , pp. 435, 549-552; Apuntes de Hist. Derecho Esp., Madrid 1964, p. 360.
27 Manual de Historia del Derecho Español, Madrid 1980
2, pp. 145-146.
28 Apuntes de Historia del Derecho Español, tomados de las explicaciones ordinarias de la Cátedra. Parte General: La evolución general del Derecho Español, Barcelona 1976, p. 184.
29 Historia General del Derecho, Granada 1968 (y eds. anastático-reprográficas posteriores) pp. 32, 64, 65. Ver también de este autor en col. con A. FERNANDEZ ESPINAR y A. ZURITA CUENCA, Historia del Derecho Español, Unidad D./2, UNED, Madrid 1974, p. VIII/ 5.
30 Curso de Historia del Derecho, Valladolid 1972
10 , p. 74.

31 Historia del Derecho Español, Barcelona 19534, p. 84.
32 Manual de Historia del Derecho Español, Madrid 1934, pp. 228-229, n° 304 33 Editado por la Real Academia de la Historia, Madrid 1852, p. 130.
34 AHDE  XLIX (1979), pp. 411-412.

35 AHDE XIV (1943), pp. 461-487.
36 Ver M.J. PELAEZ y J. BANCHS DE NAVA, «Notas sobre la influencia de la Regla de San Benito y de la legislación monástica francesa en la redacción y contextura jurídica del Fuero breve de Sahagún de 1085», Archivos Leoneses 69 (1981 ), pp. 29-38. Parte de este estudio, debidamente ampliado y modificado, pese al carácter netamente sincrético del mismo, fue presentado, bajo el titulo «La influencia de la Regla de San Benito en la redacción y contextura juridica del Fuero breve de Sahagún. Incidencia institucional», en el VII Congresso Internazionale di Studi sull'Alto Medioevo (Norcia-Subiaco-Montecassino, 29.IX-5.X.1980), en prensa. M. DEFOURNEAUX, en Les français, al documentar la presencia gala en Sahagún, no habla para nada de incidencias institucionales ultrapirenaicas en dicho texto de 1085. Otros autores no se cuestionan este problema, exponente de una realidad; no lo hacen M. GONZALEZ GARCIA, Aspectos de la vida del monasterio de Sahagún hacia el año 1100, León 1968 ni la Colaboradora cientifica A.M. BARRERO, en «Los fueros de Sahagúm>, AHDE XLlI (1972}, pp. 385-597.
37 Ed. B. ALBERS, Consuetudines Farfenses, Estocolmo-Viena, 1900.

38 Ver A. PETRUCCI, Codice Diplomatico del monasterio benedittino di S. Maria di Tremiti, 1005-1237, Roma 1960, dentro de la serie «Fonti per la Storia d'ltalia», n° 98.

39 I. GIORGI -U. BALZANI, II Regesta di Farfa compilata da Gregario di Catino, 5 vols., Roma 1879-1914.
40 Les français en Espagne, 59. La bibliografía sobre el Camino de Santiago y sobre el Liber Calixtinus es abundantísima, aunque no nos preocupe, por estar fuera de lugar, el reflejarla en esta ocasión.
41 Ibidem, 241.

42 Berceo 11-4 (1947), p. 350.
43 «Franquicias urbanas medievales de la Cataluña Vieja», Boletín de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona XXIX (1961-1962), pp. 17-46. Constituyó su discurso de recepción en dicha academia, leído el 23 de octubre de 1960. Con anterioridad había publicado «Franquicias locales en la comarca del Alto Bergadán», Pirineos 33-34 (1954) pp. 459-492.
44 Boletín XXIX (1961-1962), p. 32, nota 14.
45 «Fueros Francos», Revista General de Legislación y Jurisprudencia, 1867, separata, 74 págs. Se trata de un trabajo leído en la Real Academia de la Historia en 1863.

46 Fueros francos. Les communes françaises en Espagne et en Portugal pendant le moyen âge, Berlín 1861.
47 En el caso de FONT I RIUS es difícilmente disculpable, máxime citando, como hace MUÑOZ y ROMERO, datos valiosos sobre Cataluña y el binomio franco/franquicia en este territorio. Aunque, objetivamente. son trabajos en parte ya superados.
48 «Condición jurídica de los extranjeros en Castílla y León desde el Fuero de León al Código de las Partidas», Revista de Ciencias Jurídicas III (1920). pp. 245-292 y 320-355.
49 B. ODEBRECHT, «Die Briefmuster des Henricus Francigena», Archiv für Urkundenforschung, XIV (1936) pp. 259-265.
50 R. MENENDEZ PIDAL, Orígenes del español. Estado lingüístico de la Península Ibérica hasta el siglo XI, Madrid 1950, p. 445, n° 93.
51 Cfr. V. FERNANDEZ LLERA, Gramática y vocabulario del Fuero Juzgo, Madrid 1929, p. 193.
52
«De franqueamiento de vezinos de Osagre. Este fuero dio el Maestre et otorgó a los vezinos de Osagre: que en toda su tierra non dent portatici nec respondeant in tata sua terra pro nulla re, sed dent fiadores ut appareant a directo in Osagre. Et franqueo el Maestre a vicínos de Osagre su as hereditates et su os homines que ovieren en Osagre, que non pechen, nec fagan fazendera (prestación personal de interés ciudadano), nin den en pecho nin en pedido. Et acotolos que nengun omme que en sus heredades metier mano o en esto que les mando el Maestre, que pectet mille moravetis et sit forfectosus (delincuente), et al quereloso damnum duplicatum» (Fuero de Usagre, cap. 7, ed. R. DE UREÑA y SMENJAUD y A. BONILLA y SAN MARTIN, Madrid 1907, p. 4).

53 En la versión traducida de época: «Et apres est-il estably que chascun feu de la ville de Beauraing payerat au Noel quattre chapponz et a Pasques IIll drs. au seigneur, et toudis doibvent les maisions des clers lez franchises accoustumées de tenire» (CH. LAURENT, Coutumes des pays. Duché de Luxembourg et Chiny, Bruselas.1887, p. 107).
54 L. VERRIEST, «Les chartes-Iois de la seigneurie d'Hérinneslez-Enghien», Annales du cercle archéologique d'Enghien 7 (1908), pp. 41-42.
56 L. GILLIODTS, «Coutume de la ville d'Ypres», Recueil des anciennes de la Belgique II, Bruselas 1908, pp. 6-7 para esta indicación especialmente.

56 El texto de la misma lo conocemos gracias a J. A. LLORENTE, Noticias históricas de las tres provincias vascongadas, Madrid 1808, IV, p. 28, doc. n° 96; I. RODRIGUEZ DE LAMA, Colección diplomática, 11, pp. 115-116, doc. n° 59.
57 Cfr. F. DE ARVIZU y GALARRAGA, La disposición «mortis causa
» en el Derecho español de la Alta Edad Media, Pamplona 1977 , pp. 145-146.
58 Colección diplomática, I, Estudio, pp. 339-340.

59 Ibidem, II, pp. 219-220, doc. n°. 147

60 Ibidem, III, pp. 9-10, doc. n°. 233.
61 Ver, en el derecho comparado, Hermann CONRAD, Deutsche Rechtsgeschichte, 2ª ed Karlsruhe 1962, pp. 428-435. -
62 I. RODRIGUEZ DE LAMA, Colección diplomática, III, pp. 19-20, doc. n°. 242.
63 Ibidem, III, p. 92, doc. n°. 313.
64 Ibidem, III, pp. 105-108, doc. no.325.

65 Ibidem, III, pp. 146

66 Ibidem, III, pp. 159-160, doc. no.379.
67 Ibidem, I, Estudio, pp. 337-338.
66 Ibidem, I, Estudio, p. 341. Parece fueron escasos en esta ciudad.
69 Ver el siempre útil, por antañón que sea, L. CADIER, «Cartulaire de Sainte-Foi de Morlàas»,
Bulletin de la Société des sciences, lettres et arts de Pau XIII (1883-1884) 289-365, que puede completarse en algún punto concreto con BATCANE, «Interprétation de la rubrique du For de Morláas sur le clóture des maisons au point de vue de la fortificatiom
», Revue du Bearn et du pays basque, 1904, 481-495 y 537-546.

70 Ed. J. BRISSAUD y P. ROGE, Textes additionnels aux anciens Fors de Bearn, Toulouse 1905, p. 139.
71 Ibidem, p. 180.

72 Archivo Catedral de Vic, calaix 6, n°. 3. El documento permanece todavía inédito, ya que el Diplomatari de la Catedral de Vic, segles IX-X, de E. JUNVENT I SUBIRA, Vic 1980 sólo abarca de momento el período 879-933. Debemos el presente documento a la generosidad del prof. BANCHS DE NAVA, quien nos lo ha cedido gentilmente.
73 Cfr. P. VIOLLET, «Le communauté des moulins et des fours au moyen âge», Revue historique de droit français et étranger XXXII (1886) 869.
74 P. VIOLLET, Droit privé et sources. Histoire du droit civil français, accompagnée de notions de droit canonique, et d'indications bibliographiques, París 1893, pp. 710-711.
75 F. LOT y PH. LAUER, Recueil des Actes de Charles III le Simple roi de France, 1, París 1940, pp. 20-21, doc. n°. XII. El documento está dado en Consevreux (17.V.898): «In nomine sancte et individue Trinitatis. Karolus [Carlos III de Francia, 893-923] (Sobre la Francia postcarolingia, ver la destacada aportación de la II Settimana di Studi sull' Alto Medioevo di Spoleto, «I problemi comuni dell'Europa post carolingia», Spoleto 1954) divina propitiante clementia Dei rex. Si utilitatibus locorum divinis cultibus mancipatorum servorumque Del necessitatibus In elisdem degentium sagaciter providemus, regie celsitudinis operam frequentamus ac per hoc eterne beatitudinis gloriam facilius assequi omnino confidimus. Noverit igitur omnis sancte Dei ecclesie fidelium et nostrorum, presentium scillicet ac futurorum, solersr (seu sollers). industria, quia  grex monachalis ordinis monasterii, videlicet pretiosorum.Christi martirum Crispini et Crispiani, accedens ad nostre sublimitatis dignitatem obtulit obtullbus nostris preceptum divine memorie Karoli imperatoris, avi nostri, quod etiam genitor noster Ludovicus simul cum ipso roboravit, deprecatus est, interveniente dilecto nobis comite et abbate eiusdem loci Heriberto, quatinus per nostram munificentiam denuo auctoritatem soliditatis nostre et reconcessionis de terra etiam quam Hericus comes et abbas infra castellum Suessionis, ad utilitatem sanctorum et eidem gregi de suo proprio contulit: preceptum auctoritatis nostre adderemus. Nos vero, pro Dei amore et sanctorum martirum veneratione in quorum honore idem locus constitutus habetur, ad deprecationem memorati Heriberti, in fieri concessimus. Unde hoc celsitudinis nostre edictum fieri et memorato gregi dari decrevimus per quod precipimus atque jubemus ut, sicut in prefato edicto imperatoris avi nostri Karoli continetur, ita per succedentia tempora conservatum a nobis, a successoribus nostris inviolabiliter habeatur, etiam illud addendo precipimus atque omnino omnibus inhibemus ut nemo publicus judex, neque comes, aut abbas, ut aliqua potestatum sive judiciariarum personarum infra prenominatam terram a jam dicto abbate Herico largitam necessitatibus eiusdem gregis simulque contraditam, necnon etiam infra claustra monasterii fores, causa publice utilitatis intrare presumat, neque ullam potestatem habere vel inquietare audeat. Confirmamus quoque jam dicto loco et fratribus ibidem Deo servientibus villas que abbatibus per preceptum regis ipsi collate sunt et in sepe nominato edicto continentur, id est Vaisniacum cum farinario uno, Avorniacum et Aciacum, Bestisiacum castrum et montem Avhorni, Parnacum quoque cum ecclesia et molendino etiam cum silva, et pratum quod vocatur Vetus Molendinum, Oratorium vero cum ecclesia et molendino et quicquid ad eundem pertinere videtur. Ut autem huius nostre confirmationis atque auctoritatis preceptum per omnia tempora inviolabilem obtineat firmitatis vigorem, manu propria subtus illud corroboravimus et anuli nostri impressione sigillari jussimus. Signum Karoli gloriosissimi regis. Heriveus notarius ad vicem Fulconis recognovit. Datum VI decimo kl. junii, indictione prima, anno primo regni Karoli gloriosissimi regis. Actum Superiori Curte. In Dei nomine feliciter. Amen».
76 «Si vero aliquis haec statuta violaret praesumpserit et quae pater noster stabilivit, et Sanctae Romanae Sedis papa Johannes in privilegio suo concessit, et violare temptaturos excommunicavit ac maledixit, cum luda traditore Domini portionem habeat» (CH. MOREL, Cartulaire de l´Abbaye de Saint-Cornelle de Compiegne, I, 877-1216, Montdidier 1904, pp. 35-36).
77 «.Silva quam Wilhadus monasterio contulit, piscationes, et inter Mespilarios et Tunnes mansi V; in Spidinio ecclesia et mansi V, beneficium quod tenuit Rhodericus clericus in loco qui dicitur Waratti mortarius, et in Brillione villa Samion, et illa que dicitur domni Medardi, in Madria mansi VI, in Wralsna molendinum unum cum bunuariis XX) (F. LOT y PH. LAUER, Recueil des actes de Charles III le Simple, I, p. 31, doc. n°. XVIII).
78 Ibidem, I, p. 35, doc. n°. XIX.

79 «In nomine sancte et individue Trinitatis. Karolus (Carlos IV) divina propiciante clementia rex. Si justas fidelium peticiones benigne suscipimus et servorum Dei utilitatibus consulimus regium procul dubio morem exequimur ac profuturum nobis omnino confidimus. Quapropter omnium sancte Dei ecclesie nostrorumque fidelium, presentium scilicet futurorumque, religiositas noverit quoniam Askericus, Parisiace urbis presul venerabilis, innotuit serenitati nostre qualiter avus noster digne memorie rex Karolus pontem jamdicte urbis cum areis et molendinis ecclesie sancte Marie necnon et episcopis eiusdem loci, pro anime sue remedio, per preceptum propria manu corroboratum condonaverit perpetualiter possidendum. Unde etiam humiliter peciit ut prefatum pontem cum areis et molendinis fratribus ibidem Deo militantibus, pro nostre remedio anime necnon et ipsius presulis, per nostre auctoritatis preceptum dignaremur concedere jugiter habendum eorumque stipendiis ac necessitatibus sine intermissione deserviat, sine alicuius venturi episcopi, comitis quoque aut vicecomitis, aut alterius respectu persone vel contradictione. Nos vero prefati presulis justam et salubrem cognoscentes fore petitionem, concedimus memoratis fratribus per hoc nostre auctoritatis praeceptum supradictum pontem, cum areis et molendinis, precipientes regiaque auctoritate interdicentes ut nullus episcopus, comes, vel vicecomes, aut aliquis eiusdem loci ministerialis, prefatis fratribus ex sepe dicto ponte, areis vero aut molendinis aliquam presumat facere inquietudinem, set (sit) quod benigne concedimus jugiter habeant, quiete teneant ac perpetualiter possideant; et quicquid exinde facere voluerint secundum canonicam auctoritatem liberam ac firmissimam in omnibus habeant potestatem, pro nostra dumtaxat salute, conjugis quoque et prolis ac tocius regni statu, Dei misericordiam assidue exorantes. Et ut hec nostre auctoritatis concessio firma jugiter et stabilis permaneat, manu propria subterfirmavimus et anuli nostri sigillari jussimus impressione. Signum Karoli gloriosissimi regis. Ernustus notarius ad vicem Anscherici subnotavit. Datum XVI Kalendas octobris, indictione XII, anno XVII regnante Karolo rege gloriosissimo, redintegrante XII. Vale feliciter» (Ibidem, I, pp. 137-138, doc. no. LXII). En la Lex Salica Karolina se contempla un fenómeno que tiene para nosotros un interés mayor, el de los robos en el molino ajeno: «Si quis ingenuus in molino alieno annonam furaverit, ei cuius molinus est DC denariis qui faciunt solidos XV culpabilis iudicetur; ei vero cuius annona est similiter DC denariis qui faciunt solidos XV culpabilis iudicetur excepto capitale et delatura» (XXIV, 1). «Si quis ferramentum de molino alieno furaverit, MDCCC denariis qui faciunt solidos XLV culpabilis iudicetur excepto capitale et delatura» (XXIV, 2). «Si quis sclusam de farinario alieno ruperit, DC denariis qui faciunt solidos XV culpabilis iudicetur» (XXIV, 3) (ed. K. A. ERKHARDT, Pactus Legis Salicae, II, 2, Gottingen 1956, p.489).

80 I, 13. Ed. E. Liber VON SCHWIND, Hannover 1926, pp. 288-289, «Monumenta Germaniae Historica», V-II. En la Lex Gundobada, XLI, 2, se señala: «Si vero flammam ignis ad sepem vel messem alterius vis venti transtulerit, damnum, quod inlatum est, ab eo, qui focum fecerit, non queratur» (L.R. de SALIS, ed. Leges burgundionum, Hannover 1892, MGH, «Legum Sectio», II, 1, p. 72). Establézcanse las convenientes similitudes con la Lex Romana burgundionum, XVIII, 4: «Si quis autem tali loco focum fecerit, et exinde ignis ad areas aut tecta arboresque fructiferas forte perveniat, damnum quod evenerit ab eo, qui focum fecit, estimatione sarciatur» (p. 142).
81 «Si autem ignem posuerit in domo ita, ut flamma eructuat et non perarserit et a familiis liberata fuerit: unumquemque de liberis cum sua lirevauunti conponat, eo quod illos inunuuan, quod dicunt, in disperationem vite fecerit; et non conponat amplius nisi tantum quantum ignis compulserit» (Lex baiwariorum, X, 4, ed. p. 387. Viene a corresponderse con Liber ludiciorum, VIII, 2, 3), Cfr. Lex Salica, XVI, 1 (ed. Heinrich GEFFCKEN, Leipzig 1898, p. 16).

82 L.G. de VAlDEAVELlANO, «Bienes muebles e inmuebles en el derecho español medieval», Cuadernos de Historia de España XI (1949) 116 y en Estudios medievales de derecho privado, Sevilla 1977, p. 13. Hans PLANITZ reproduce la idea de que aquello consumido por la antorcha es mueble, siéndolo, por tanto, la casa de madera, pero no la construcción de piedra que se valora como inmueble. Piénsese además que en un esquema jurídico germano primitivo el inmueble estaba sometido a la «genossenschaftliches Gesamteigentum» o propiedad común conjuntual o asociacional (Grundzüge des Oeutschen Privatrecht mit einem Quellenbuch, Berlín 1931, pp. 35, 44; trad. esp., Barcelona 1957, pp. 93-94). Entre las Constituciones Extravagantes a las Leges burgundionum, hay una del rey Gundobado que dice lo siguiente: «Multorum relatione cognovimus, caballorum fures et effractores domuum tantum se ad hanc insaniam prorupisse, ut non occulte, verum etiam publice crimina et omnia mala committant. Ideoque praeceptionem ad vos dedimus, ut, si quos caballorum fures aut effractores domuum, criminosos quam suspectos, invenire potueritis, statim capere et ad vos adducere non morentur: futurum ut is, qui capitur et ante vos adductus fuerit, si se innocentem potuerit adprobare, cum omnibus rebus suis liber abscedat neque calumniam pro eo, quod ligatus aut captus est, movere praesumat» (L.R. de SALIS, p. 118).

83 P. VIOLLET, Droit privé et sources, p. 618; L.G. de VALDEAVELLANO, en Estudios medievales, p. 14. Sobre las Coutumes d'Artois, contamos con la ed. de A. TARDIF, Le Coutumier d'Artois, París 1883. Con anterioridad ofrecen mayor interés las eds. y comentarios de T. BRUNEL, Projetz proposez pour la réformation des Coutumes d'At'tois autorisez par les conférences des Coutumes voisines, les maximes du droit coutumier et les ordonnances avec des réflexions et dissertations importantes, Donai 1735, 423 págs.; A. MAILLART, Couturnes générales d'Artois, avec le commentaire de Gosson, et les notes de Ch. Dumoulin et F. Banduin, París 1704 y reed. 1729, 1739, 1756; Code des coutumes hornologuées de la province d'Artois, Arras 1748.
84 G. ESPINAS, Recueil de documents relatifs a !'histoire du droit municipal en France des origines a la révolution, Artois, 3 vols., París 1934-1938-1943.
85 Thesaurus Linguae Latinae, Leipzig, V-1 , 1948, p. 82.
86 «Et si de super hanc causam sive merino sive saione uoluerint íntrare in illa casa de alicuius populator: occidantur et pro inde non pectent homicidium» (FL, c. 5).
87 «Domus disrupta. La protección jurídica del domicilio en los derechos locales portugueses de Ia Edad Media», Anales de la Universidad de Barcelona, 1943, 65-72. Ver también el trabajo de J. ORLANDIS, «La paz de la casa en el derecho español de la Alta Edad Media» AHDE  XV (1944) 107-161. Cita el FL en pp. 128, 131. ,

88 W. FUNK, «Speer, Pfandschaub, Kreuz und Fahne», ZSS, GA 65 (19471 308; F. BEVERLE, «Die beiden süddentschen Stammesrechte», ZSS, GA (de qua vid. nuestra nota 124) 73 (1956) 114-115. La obra de E. OSENBRUGGEN, Der Hausfrieden. fin Beitrag zur deutschen Rechtsgeschichte, Erlangen 1857, ha sido objeto de republicación en Aalen 1968, 102 pgs., lo mismo que otra obra del propio autor Das alamannische Strafrecht im deutschen Mittelalter, 1860, que asímismo contempla el problema de la Hausfriede, también en Aalen 1968. K. VON AMIRA, Grundriss des Germanischen Rechts, Estrasburgo 1913, pp. 161 y 235; C. Fr. VON SCHWERIN, Germanische Rechtsgeschichte, Berlín 1944, pp. 13 y 208; R. SCHRODER -E.F. VON KUNSSBERG, Lehrbuch der deutschen Rechtsgeschichte, Berlín y Leipzig 1932, pp. 80, 86, 373, 382, 386, 836 y 840; F. BEYERLE, «Das Gesetzbuch Ribvariens», ZSS, GA 55 (1935) 69-70, donde compara el texto de la Lex Salica, XLlI, 1, que recogemos en nuestro comentario, con la Lex Ribuaria, c. 64: «si quis hominem ad domum propria cum heriraida interfecerit, auctor facti triplicem weregildum multetur». Repetimos que también se olvida VALDEAVELLANO de R. HIS, Das Strafrecht des deutschen Mittelalters, Weimar 1935, II, pp. 334-337 (hay reed. anastática en Aalen 1964), aun cuando cite otra obra importante de HIS, Geschichte der deutschen S. bis zur Karolina; R. HIRSCHBERG, Der Vermogensbegriff im Strafrecht, Versuch eines Systems der Vermogensdelikte, Berlín 1934, passim.
89 H. GEFFCKEN, p. 42. Ver los comentarios de A. BLUMENSTOK, Entstehung des deutschen Immobiliareigentums, Innsbruck 1894, pp. 217-219. Dada la interconexión entre las domus disrupta logroñesa y la Hausfriede del derecho franco, vemos conveniente indicar aquellas capitulares carolingias donde es mencionada y regulada la institución en si misma o por alusión al faidosus o al Heimsuchung. Siguiendo la ed. usual de A. BORETIUS -V. KRAUSE, Capitularia regum francorum, Hannover 1883-1897, vols. I y II, 1ª y 3ª parte (reed. anastática 1960), observamos como en vol. II, p. 93 aparece delimitada la figura de forma bien precisa: «domus aliorum per vim invadere». «Similiter de collectis, quas Theudisca lingua heriszuph appellat, et de his, qui immunitates infríngunt et qui incendia et voluntaria homicida et adsalituras in domos faciunt» (Cap. missorum Silvacense, nov. 853, c. 3, ec. II, 2a, p. 272). «Similiter et collectas quas Theodisca lingua herizuph appellant, et infractiones immunitatum et incendia et assalituras in domos et coniurationes et conspirationes et seditiones et raptus feminarum, sicut et divinae et humanae leges prohibent, et praedecessores nostri prohibuerunt, firmiter ex banno nostro et nos prohibemus» (Capitula pistensia, junio 862, ed. II, 2ª, p. 309). «Si quis domum alienam cuiuslibet infregerit, quicquid exinde per virtutem abstulerit aut rapuerit vel furaverit, secundum legem et ewam illi cuius domus fuerit infracta et spoliata in triplum componat et insuper bannum dominicum solvat» (Capitula Karoli apud Ansegisum servata, a. 811, ed. I, p. 160). «Si quis in alterius domum ubi clavis est furtum invenerit dominus domus de vita conponat (sic). Si quis cum furtu capitur, ante dictae subiaceat legem» (Decreto del rey Clotario en un pacto con Childelberto I, c. 10, ed. 1, p. 6). La multa de 60 sueldos acostumbra a ser la más frecuente dentro del derecho franco para delitos diversos, así véase ed. 1, pp. 17, 31, 32, 69, 70, 71, 72, 157, 158, 166, 193, 205, 281, 282, 285, 296, 300, 436, 301, 329, 331 y II, 62, 63, 107, 292, 317, 318, 320, 322 y 325. En una Capitulatio de partibus Saxoniae se otorgan poderes a los condes para imponer multas de 60 sueldos a los delitos mayores y de 15 para las causas menores: «dedimus potestatem comitibus bannum mittere infra suo ministerio de faida vel maioribus causis in solidos LX; de minoribus vero causis comitis bannum in solidos XV constituimus» (A. BORETIUS, Capitularia, I, p. 70, c. 31 ). Sin embargo, para todos los ocho delitos contemplados en el Capitulare saxonicum de 28 de octubre del 797 se establece la pena de 60 sueldos; entre aquellos se encuentra el incendio de la casa (I, p. 71, passim). Este módulo también aparece en unos caps. añadidos a la Lex baiwariorum de año desconocido. Pero mucho más claro es un texto posterior al 14 de febrero del 857, en cuyo cap. 3 se lee entre otras cosas: «de his vero, qui intra patriam residentes rapinas exercent, domos infringunt. , ex his mandat senior noster: ut primum episcopali auctoritate iudicentur et sic postea a comitibus legaliter constringatur et insuper bannum nostrum, id est solidos LX componant» (II, 2ª, p. 292, c. 3).
90 F.J. TEIRA VILAR, El régimen jurídico de aguas en el Llano de Lérida (siglos XII a XVIII), Barcelona 1977 .Con anterioridad y con un carácter más amplio J. LALINDE ABADIA, «La consideración jurídica de las aguas en el derecho medieval hispánico», Anales de la Universidad de La Laguna VI (1968-1969) 1-51, separata.

91 Del XV, XVI y XVII son la mayor parte de disposiciones y documentos de aplicación del derecho que recoge y reproduce F .J .TEIRA en El régimen jurídico de aguas.
92 «Et est manifestum quem vero ipso palacio cum curtes, et hortos, et terras cultas et incultas, cum illorum pomiferis et linare super scripto ipsa medietate et in silvis aquis aquarumve ductis et reductis in omnibus et per omnia de meo iure in tuo trado dominio et potestate a proprio ut quicquid exinde facere vel iudicare volueris » (Archivo Diocesano de Gerona, Cartoral de Carlemany, copia del siglo XIII, fols. 250r -251r).
93 F. LOT -PH. LAUER, Recueil des actes de Charles III Ie Simple, I, p. 11.
94 Sin fecha, cabe ubicarlo entre los años 898 y 923. «Karolus, etc. Ego Ludovicus etc . Notum facimus... quod bone memorie Karolus, divina propiciante clementia rex Francorum, ex beneplacito celsitudinis sue quasdam res, hoc est Quintam que conjacet in circuitu urbis Turonice, cum omnibus appendiciis et integritatibus suis, cum terris cultis et incultis et mancipiis utriusque sexus ibidem subsistentibus atque pertinentibus, vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, mobilibus et immobilibus et quantumque ad ipsam aspicit vel pertinere videtur, sicuti Robertus marchyo in sua manu tenebat, tam in burgo jamdicte urbis Turonice quam in omnibus omnino locis, preciosissimi martiris Xpisti beati Mauricii ecclesie et fratribus eiusdem loci Deo famulantibus concessit atque condonavit, quia per multa temporum curricula ex eadem Quinta prefata mater ecclesia nonam et decimam acceperat, quod ab eodem Karolo rege fieri, pro eterne remunerationis adipiscenda gloria, jam memoratus Robertus de marchiis experierat. Placuit etiam ipsi Karolo suo precepto inserere qualiter ipse res per futura succedentia tempora, sine alicuius principis, judicis vel comitis seu aliorum Dominum inquietudine in jure ecclesie Sancti Mauricii persistant. Itaque deprecatione fidelis sui Roberti de marchi concessit praescriptam Quintam fratribus sancti Mauricii cum omni integritate in suos speciales usus, id est ecclesiam sancti Petri extra murum prefate urbis et quicquid ab ipsa urbe usque ad montem Balnissam, Cunoium, Phanum, Robrum villam, Canorum, cum omnibus culturis dominicatis, forestis; Insuper contradidit eis omnia quae in parte occidentis de ipsa Quinta pertinent, hoc est: Jocuncianum Balniolis, Marciacum et Vinolium villam et quicquid ad ipsas pertinet, simul cum prato indominicato habente in se arpennos quinquaginta. Hec omnia prenominata prefatis fratribus egregii martiris Xpisti beati Mauricii speciali ac perpetuali jure, sine episcopi sui ditione, futuris temporibus contradidit et confirmavit» (Ibidem, I, p. 14, no. IX).

95 Ibidem, I, pp. 21-23, doc. n°. XIII

96 Palais de Verberie, 24 de abril de 900. «In nomine sanctae et individuae Trinitatis. Karolus divina propitiante clementia rex. Si justis fidelium nostrorum petitionibus aurem nostrae serenitatis accommodamus assensumque illi praebemus, acta praedecessorum nostrorum, regum videlicet Francorum, imitare videmur ac per hoc in nostrae fidelitatis devotione promtiores illos efficimus. Denique noverit omnium sanctae Dei ecclesiae fidelium nostrorumque tam praesentium quam et futurorum, industria quod adiens nostrae benignitatis excellentiam Grimohardus, vicecomes atque fidelis noster, obnixe nostram petiit munificentiam quatinus res ecclesiae in honore, beati Xristophori martyris Xpisti dicatae, in qua ossa similium requiescunt, quas idem pro animae suae salute eidem ecclesiae tradiderat, auctoritatis nostrae praecepto confirmare et ut nemo deinceps illas res ab eadem ecclesia subtrahere aut ex eisdem quiddam censum exigere praesumat modis omnibus inhibere dignaremur. Sunt autem hae res in pago Parisiacense sitae, in villa Xpistoilo, hoc est mansa quindecim et mancipia utriusque sexus. Placuit itaque celsitudini nostrae eiusdem viri adquiescere petitionibus et hoc nostrae auctoritatis praeceptum fieri jussimus et jam dictae ecclesiae dari decrevimus, per quod praecipientes jubemus ut eadem ecclesia absque ulla refragatione asscriptas res cum omni earum integritate, terris videlicet cultis et incultis, pratis, vineis, silvis ac mancipiis, aquis aquarumve decursibus omnique ad se juste et legaliter pertinente, jure perpetuo teneat et possideat. Et nemo post praenominati fidelis nostri Grimohardi decessum in eadem ecclesia potestatem habeat, aut ex his rebus aliquod censum exigere praesumat, neque ulla judiciaria potestas perpetrandi aut hominem ibi confugientem expellendi licentiam habeat. Et libere liceat sacerdoti ecclesie Dominio famulare, et sanctorum patrocinia digne venerare et eiusdem viri pro salute animae supplicare. Et ut hoc nostrae auctoritatis edictum per omnia tempora inviolabilem in Dei nomine obtineat vigorem, manu nostra subterfirmavimus et anuli nostri impressione sigilari jussimus. Signum Karoli gloriosissimi regis. Heriveus notarius ad vicem Askerici episcopi recognovit et subscripsit. Datum VIII k. maii, indictione III, anno VIII regnante et redintegrante. III Karolo gloriosissimo rege. Actum apud Vermeriam palatium. In Dei nomine feliciter» (Ibidem, 1, pp. 63-64, doc. n°. XXX). Fórmulas semejantes a ésta de utilización de aguas en los siguientes documentos franceses altomedievales: « hoc est cum mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus atque universis legitimis terminationibus juste et legaliter ad se pertinentibus» (doc. n°. XXXIX. 21 de agosto del 901 ); «dedimus autem jam dictam villam cum mancipiis utriusque sexus, silvis, campis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus et cunctis leQitimis terminationibus» (doc. n°. XLlIl, 25 de julio del 902); «cum terminis et adjacentiis suis et ab ora quod aqua vergit» (doc. n°. LX, 3 de noviembre del 908); «. nuper a sarracenis destructe, et cum omni silva que vocatur Pineta, sicuti regius Fiscus, sive in terra, sive in aqua ibidem fuit» (doc. no. LXI, 5 de junio del 909); « cum ecclesiis et mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus et omnibus juste et legaliter ad se pertinentibus» (doc. no. LXV, sin fecha datable pero con toda seguridad, dentro del período 911-915, según se deduce por GEORGISCH, Regesta chronologico-diplomatica, I, col. 190); «...simul cum mancipiis utriusque sexus, cum terris cultis et incultis, pratis, aquis aquarumve decursibus, molendinis, campis, silvis et omnibus ad res fratrum predicta pertinentibus» (doc. no. LXVIII, 20 de diciembre del 911a; « cum mancipiis supra residentibus vel capitale ibidem debitum persolventibus utriusque sexus, prato etiam silvaque communi, aquis insuper aquarumve decursibus, exitibus et regressibus et universis legitimis terminationibus» (doc. n°. LXXII, 12 de abril del 912); «cuncta itaque supradicta loca cum universis eorum appendiciis, cum ecclesiis quidem, cum terris cultis et incultis, campis, vineis, pratis, pascuis, silvis, aquis aQuarumve decursibus, molendinis, piscationibus, viis et inviis, exitibus et regressibus, quesitis et inquirendis, mobilibus et immobilibus, ac mancipiis utriusque sexus» (doc. n°. LXXVI, 16 de enero del 914); «unde hoc nostre auctoritatis preceptum fieri ac memorato Hugoni (Hugo de Borgoña) comiti dari jussimus, per quod precipimus atque iubemus ut ab hodierno die deinceps jamdictus Hugo comes suprascriptas res cum ecclesiis et mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus et universis ligitimis terminationibus juste et legaliter ad se pertinentibus, habeat, teneat atque possideat, vel quidquid exinde agere voluerit, liberam et firmissimam in omnibus habeat potestatem utpote ex aliis rebus sue proprietatis» (doc. no. LXXIX, 21 de junio del 914); «unde hoc nostre auctoritatis praeceptum fieri jus simus per quod precipimus atque jubemus ut ab hodierna die ac deinceps memoratus locus et ibi servientes suprascriptas res cum mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, molendino et campis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus et universis legitimis terminationibus juste et legaliter, ad se pertinentibus habeant» (doc. n°. LXXXVI, 7 de junio del 916); «unde hoc nostrae auctoritatis preceptum fieri jussimus, per quod praecipientes jubemus ut ab die et deinceps suprascriptas res cum mancipiis utriusque sexus, cum culturis et campis, terris cultis et incultis, molendinis et piscationibus, campis et vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus exitibus et regressibus et universis legitimis terminationibus, juste et legaliter ad se pertinentibus, teneant ac jure perpetuali habeant et nullo inquietante possideant» (doc. n°. XCI, 26 de julio del 917); «quorum scilicet nostrorum fidelium congruis petitionibus annuentes, donavimus et subjecimus illam abbatiam (Abadía de la Croix-Saint-Ouen), cuius caput est in Madriacensi pago, super flumen Auturae, sancto Germano eiusque monachis ad eorum jugiter mensam, praeter partem ipsius abbatie quam annuimus Normannis Sequanensibus, videlicet Rolloni suisque comitibus, pro tutela regni. Idcirco autem res praedictae abbatiae cum omnibus villis, terris cultis et incultis, vineis, pratis, silvis, aquis aquarumque decursibus, farinariis, cum mancipiis et colonis et cum omnibus allis appendiciis ibidem, excepta portione Nortmannorum, tradere et subdere et confirmare decrevimus» (doc. n°. XCII, 14 de marzo del 917); «Unde hoc praeceptum nostrae auctoritatis fieri jussimus, per quod praecipimus ut res supradictas cum omni integritate, scilicet mansos cum mancipiis, terris cultis et incultis, vineis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, exitibus et regressibus et omnibus terminationibus justis praefatus locus habeat, teneat, perpetualiter possideat. Et ut hoc praeceptum firmiter credatur et inconvulsum semper maneat, manu propria subter firmantes, anulo nostro jussimus insigniri» (doc. no. XCV, de 26 de mayo del 918); «De qua causa adiens ad nostrae dignitatis serenitatem humiliter expetiit ut per nostrae auctoritatis preceptum hoc corroboraremus. Cuius benivoli antistitis preces suscipientes, jussimus jam suprafatis fratribus in eodem cenobio degentibus ut ab hodierna die et deinceps suprascriptas res cum mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, vineis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decursibus, molendinis, exitibus et regressibus et universis legitimis terminationibus juste et legaliter ad se pertinentibus habeant, teneant atque jure perpetuo, nullo unquam contradicente, possideant» (doc. n°. XCVII, 9 de octubre del 918); «Unde hoc nostre benignitatis preceptum fieri ac memorato Eptino seu sue conjugi Grimeldi dari precipimus, per quod imperamus ut suprascriptas res tam inquisitas quam ad inquirendas, cum prefata vero capella, mancipiis utriusque sexus, terris cultis et incultis, vineis, silvis, pratis, pascuis, aquis aquarumve decur~ sibus et cum omnibus rebus aliis que sunt ad villam Coniacum ex comitatu Nevernensi (Cougny en Nivernais» (doc. n°. XCIX, 30 de marzo del 919); «De hiis igitur reb~s superlus comprehensis, ut nullus hominum praesentium seu futurorum inquietudinem, refragatione, praejudicium, violentiam, subreptionem, substractionem, minorationem (omnem), divisionem temptet facere prefatae congregationi, hoc nostrae auctoritatis praeceptum fieri eidemque dari jussimus, per quod res quae imperator avus noster Karolus seu rex Karlomannus dederant cum ecclesiis, domibus, edificiis, vineis, terris, pascuis, silvis, pratis, aquis aquarumve decursibus» (doc. n°. CV, 20 de enero del 920); «Cuius salubribus monitis faventes hoc precellentie nostre preceptum fieri et jam dictis fratribus dari jussimus, per quod pregratas (seu praedictas). res omnes cum suarum plenissima integritate, cum terris scilicet cultis et incultis, vineis, silvis, pratis, pascuis, communis pratis, molendinis, aquis aquarumque decursibus et universis legitimis terminationibus et mancipiis utriusque sexus» (doc. nº» CVII, 5 de enero del 921); «Cuius petitionem libenter suscipientes, devotis monachis beati Amandi ad eorum usus speciales concedimus eandem villam Scaldpontem (Escaupont) cum omnibus suis appendiciis legitimis in terris, pratis, pascuis, silvis, aquis, mancipiis utriusque sexus, terminationibus, justis, mobilibus et immobilibus rebus» (doc. n°. CX, de 11 de junio del 921 ); «Cuius petitionem benigne uti decebat suscipientes, concedimus praefato fideli nostro haec omnia ex integro cum mancipiis quesitis et inquirendis, pratis, silvis, pascuis aquis sive aquarum decursibus, praecipientes que jubemus ut, sicut reliquis possessionibus, quibus jure hereditario videtur uti, ita et hiis nostri muneris largitate rebus impensis valeant.» (doc. n°. CXXII, de 29 de julio del 923); « hoc est Oximam in pago Turonico sitam, cum omnibus appenditiis et integritatibus suis cum familia utriusque sexus, cum pratis, pascuis, sylvis, aquis aquarumve decursibus, et cum farinariis et omnia quae ibi pertinent, quantumcumque Robertus comes in sua manu habebat, tam in burgo quam in omnibus omnino locis, et omne quod Robertus vassalus suus tenebat, eidem ecclesiae suae condonare» (doc. n°. CXXlll, de 1 de enero del 916). Completar para el período ínmediatamente posteríor con L. HALPHEN y F. LOT, Recueil des actes de Lothaire et de Louis V, rois de France (954-9B7), París 1908; M. BRUEL, «Etude sur la chronologíe des rois de France et de Bourgogne d'apres les díplómes et les chartes de I'abbaye de Cluny aux IXe siecles», Bibliotheque de I'Ecole des Chartes XLI (1880) 335 ss., y P. OURLIAC y J. de MALAFOSSE, Derecho romano y francés histórico, vols. I y II, Barcelona 1960 y 1963; M. KOVALEWSKY, Coutume contemporaine et loi ancienne. Droit coutumier ossétien, Paris, 1893; G. LEPOINTE, Histoire des institutions et des faits sociaux (987-1875), Paris 1956.
97 J.M. PASCUAL FERNANDEZ, «En torno a los origenes de la ciudad de Logroño», Berceo 100 (1981) 167-191, cuyo objetivo es exclusivamente cuestionarse si hubo puente antes del síglo XI, y no un análisis de los orígenes de la ciudad. Su estudio es arqueológico-artístico y está bien documentado.

98 N. HERGUETA, en Boletín de la Real Academia de la Historia, L, n° V (1907) 331-332

99 G. MARTINEZ DIEZ, en AHOE XLIX (1979) 414.
100 M.C. FERNANDEZ DE LA PRADILLA MAYORAL, Logroño, p. 19.
101 P. VIOLLET, Droit privé et sources, Histoire, pp. 570 y 572.
102 Sobre ella ver H. MITTEIS, Deutsche Privatrecht, Berlín 1959, pp. 75, n°. III/3, 79-81, 91,n°.ll y 135,no.V/1.
103 H. PLANITZ, Principios de derecho privado germánico, Barcelona 1957, p. 44.

104 F. CANTERA BURGOS, ed. Fuero de Miranda de Ebro, p. 46, c. 11.
105 El elemento germánico en el derecho español, Madrid 1915; p. 9-10 y en Obras, II, Madrid 1945.
106 Acta Salmanticensia V, 1, Salamanca 1951. Complétese con E. WOHlHAUPTER, «Das Privatrecht der Fueros de Aragóm>, ZSS, GA (de qua, vid. nota 124) 63 (1943) 218-221 y 230 para el problema de «annus et dies».
107 «A posse de ano e dia e a prescriçao aquisitiva nos costumes municipais portugueses», Boletim de Facultade de Direito X (1926-28) 121-149.
108 «A posse de ano e dia no direito hispanico medieval», Boletim da Facultade de Direito XXV (1949) 1-28.
109 Ibidem, pp. 17-18.

110 «Sobre a posse de ano e dia no direito dos foros», Estudos de Direito hispánico medieval, Coimbra 1953, vol. 11, pp. 163-194.

111 A. BORETIUS, Capitularia regum francorum, p. 268, n°. 134.
112 [1] «Licet iam pridem a nobis fuerat ordinatum, ut si quis in populo nostro barbarae nationis personam, ut in re sua consisteret, invitasset, ac si ei terram ad habitandum voIuntarius deputasset, eaque per annos XV (XII en otras versiones) sine testiis habuisset, in potestate ipsius permaneret, neque exinde quidquam sibi ille qui dederat sciret esse reddendum; tamen ut absque ulla permutatione omni tempore generaliter memorata conditio debeat custodiri, praesenti placuit lege constitui. [2] Si quis vero terram ab altero violenter dixerit et convicerit fuisse sublatam priusquam XXX annorum numerus compleatur, et ream constiterit occupatam, et requiri poterit et repetentis partibus reformari. [3] Ceterum si impletis XXX annis terra a quocumque, etiamsi pervasa fuisse dicatur, non fuerit restituta, nihil sibi reddendum esse cognoscat. [4] Quapropter omnes comites, quotiens de praefatis causis contentio fuerit generata, secundum ordinem legis istius iudicare curabunt. [5] Et quia omnia ad quietem omnium pertinentia ex lege convenit provideri omnes omnino causas de quibuscumque rebus, quae intra XXX annos non fuerint definitae, nullo eas postmodum licebit ordine commoveri; quia satis unicuique ad requirendum et recipiendum, quod ei debitum fuerit, suprascriptus annorum numerus constat posse sufficere. Datum sub die kalendas Marcias Lugduno post consulatum Senatoris viri clarissimi consulis» [1 de marzo del año 515] (ed. L.R. de SALIS, Leges burgundionum, pp. 103-104, I. LXXIX).
113 [1] «De praescriptione temporum constat legibus constitutum (Valentiniano, Novell., tit. 34): ut tricennalem constitutionem in hereditariis causis, in repetitione legatorum, in pecuniariis, id est cerografis, hoc est viventum cautionibus (Codex Theodosianus, II, 27, c. 1, las eds. fundamentales de esta obra son J. GOTHOFREDO, Lyon 1665, en 6 vols.; T. MOMMSEN y P .M. MEYER, Berlín 1905 y reed. 1955; P. KRUGER, Berlin 1923 y 1926, dejándola el autor incompleta), de repertis fugitivis, adversus fiscum vel pro fisco, vel infirmando per inminutionem vel nota testium testamenti, custodiant iudicantes. [3] Relique vero cause in expressi metarum suarum terminis finiantur; id est de inofficiosis testamentis, de inmodicis donationibus, hoc est, ubi Falcidiae filiis non reservantur, intra quinquennium debere et proponi et peragi de non numerata pecunia. [3] De servitutibus vero superiore titulo conprehensum, quid qualiter iudices debeant observare. [4] Si quis duas centesimas pro cautione sibi stipulari fecerit aut fieri pertulerit, etiam eius pecunie, quam praestetit, amissione multabitur , secumdum legem Theudossiani: De usuris (Codex Theodosianus, II, 33, c. 1 ). [5] Intra annum criminalem questionem et proponi et debere finiri, secundum legem novellam vel diversorum auctorum constitutiones, quae sunt per titulos superius indicatae» (ed. L.R. de SALIS, Leges burgundionum, en «Lex Romana sive forma et expositio legum romanorum», tit. XXX.I, pp. 149-151 ). El problema indicado en el punto n° 5 es el que más nos interesa, sin embargo el editor del texto precisa que esta lex novella no se ha conservado, si el título al que se refiere, precedentemente señalado, que es de Codex Theodosianus, IX, 36, rubr. Ut intra.
114 J. BRISSAUD, Manuel d'histoire du droit privé a l´usage des étudiants en licence et en doctorat, París 1908, p. 292.

115 CESAR, De bello gallico, VI, 22: «Agri culturae non student, maiorque pars eorum victus in lacte, caseo, carne consistit. Neque quisquam agri modum certum aut finis habet proprios; sed magistratus ac principes in annos singulos gentibus cognationibusque hominum, qui cum una coierunt, quantum et quo loco visum est agri attribuunt atque anno post alio transire cogunt».
116 «In omnis istas plagas aut feritas superius scriptas, quae inter hominis liberos euenerint, ideo maiorem conpositionem posuimus quam antiqui nostri, ut faida, quod est inimicitia, post accepta suprascripta conpositione postponatur, et amplius non requiratur, nec d.olus teneatur, sed sit sibi causa finita, amicitia manentem. Et si contigerit de ipsas plagas Intra anni spatium qui plagatus est mori, tunc ille qui eum plagauit conponat, qualiter in angargathungi, id est secundum qualitatem personae» (cap. 74, ed. p. 22). «De brachio coxa aut tibia rupta. Si quis seruum alienum rusticanum brachio coxa aut tibia ruperit, conponat solidos tres, excepto operas et mercedes medici. Et si ipsa ruptura int,a anni spatium sanas factas non fuerint, et ad pristinam non redierit sanitatem, quartam partem quod ipse ualuerit, domino eius conponat» (cap. 112, p. 26). «Omnes vero plagas aut feritas tam de haldiGs quam et de seruus ministeriales, seu serui rusticani atque haldias aut ancillas, que inter eos euenerint, per hoc tinore sicut supra scriptum est finiatur. Si autem de aliquas dubietas fuerit, quod euadere aut citius sanari non possint, tunc medietatem pretii de plaga quod arbitratum fuerit, dominus accipiat; reliqua uero medietas suspendatur, dum usque cognoscitur, si intra anni spatium potest de ipsis plagis euadere. Si euaserit, quod reliquum est conpleatur; si autem de ipsas plagas mortuus fuerit intra anni spatium, sicut subter adnexum est, ita domino conponatur; et quod pro plaga acceptum est, in ipsa summa conpositionis mortui reputetur» (cap. 127, ed. p. 27). «Si seruus liberam mulierem aut puellam ausus fuerit sibi in coniugium sociare, animae suae incurrat periculum, et illa qui seruum fuerit consentiens, habeant parentes potestatem eam occidendi aut foris prouincia transuindendi, et de res ipsius mulieris faciendi quod uoluerint. Et si parentes eius hoc facere distulerint, tunc liciat gastaldium regis aut sculdhais ipsam in curte regis ducere et in pisele inter ancillas statuere» (cap. 221, ed. p. 45). «Si quis alii pro quacumque causa uuadia et fideiussorem de sacramento dederit, dit ei spatium usque in duodecim noctis ad ipsum sacramentum dandum; et si forsan propter aegritudinem aut alia causa superuenientem in predictum constitutum non potuerit iurare, suspendatur causa usque ad alias duodecim noctis. Et si nec tunc conpleuerit, et totum annum unum uolontariae dilatauerit et sacramentum non dederit, tunc rem ipsam, unde agitur, amittat et ille adquirat, qui uuadia suscepit. Et contrario: si ille, qui uuadia susceperit, dilatauerit sacramentum audire et annum totum protraxerit, post transacti anni spatium nulla in posterum habeat facundiam de ipsam rem loquendi; sed ille qui paratus fuit sacramentum dare, firmiter possedeat» (cap. 361, ed. p. 67, F . BLUHME, Edictus ceteraeque langobardorum leges cum constitutionibus et pactis principum Beneventanorum, Hannover 1869).
117 En las Liutprandi leges, 24. VI, leemos: «si mulier libera seruum tolerit, et parentes eius int,a anni spatium in ea uindicta dare neglexerit, sicut in anteriore edicto (se refiere al «Edictum Rothari») contenit, tunc quandocumque post ipsum anni spatium inuenta fuerit, sit ancilla palatii; et ipse seruus ad puplicum (sic) replecetur, et filii qui ex eis nati fuerent, curtis regiae omnino deseruiant. Nam si parentis ipsius mulieris, uel dominus serui conpleuerent intra suprascriptum anni spatium, quod anterior edictus contenit, sic permaneat» (ed. p. 96). «Si quis pro causam suam aliquid iudici aut ad qualemcumque locopositus uel fideis regi dederit, et uiuentem eum requisierit, dicendo quod liberatum non sit, faciat illi iustitiam, post quantuscumque annos requisierit. Nam si post mortem eius filius aut heredis pulsaverit, sic statuimus, ut si uiuentem patrem pulsauit proclamando ad regem, aut conpellandum per tales homines quorum fedis amittitur, et ueritas apparuerit, quod pulsauit et iustitiam inuenire non potuit, faciat ei filii aut heredis iustitiam sicut lex est, si intra anni spatium post mortem patris repetitionem suam ostendere potuerit. Nam si suam reclamationem ostendere non potuerit, et anni spatium preterierit, etiamsi pulsassit, non habeat fagundiam filius aut heredes repetendo, nisi sit sibi contemptus. Quia de uuadia et fideiussore de sagramento ita rothari decessor noster in anteriorem edicto (cap. 361 del «Ed. Roth))., ver nuestra nota 116) sic statuit, ut post anni spatium, cuius pars neglexerit, amittat causam suam: ideoque nobis congruum paruit, ut ipse qui sine uuadia et fideiussorem repetire querit, post anni spatium facundiam non habeat repetendo» (cap. 96. I, ed. pp. 122- 123). «Nulli sit licentiam, qualeuit mulierem, mundium eius habens in potestatem, post mortem mariti sui ante anni spatium uelare aut monachico habito induere. Et si ipsa sua uolontatem ante anni spacium hoc facere disposuerit, ueniat ad palatium regi et dicat clementiae eius uolontatem suam, et interrogata uel inquisita diligenter a rege, per eius permissum accipiat religiones uelamen. Si uero ante anni spacium sine permissum regis quis hoc facere presumpserit, conponat regi uuirigild suum; mundio uero mulieris, uel res eius propriae sint in potestatem palatii. Qui hoc ante anni spacium facere querit, propter logrum pecuniae uel seculi cupiditatem hoc facere querit, nam non ob amorem dei, aut anima eius saluandam; quia post mortem uiri sui, dum dolor recens est, in quale partem uoluerit, animum eius inclinare potest. Nam cum in se reuertitur, et carnis dilectatio ei obuenerit, quod peius est, in adulterium cadit, nec monacha esse inuenitur nec laiga esse potest. Et si alter quiscumque homo, in cuius mundium non est, hoc facere presumserit, conponat uuirigild suum in sagro (sic) palatium, et ipsa cum rebus suis sit in potestatem mundoaldi sui» (cap. 100. V, ed. pp. 123-124, F. BLUHME, Edictus, con referencia a Liutprandi leges).
118 J. BRISSAUD, Manuel d'histoire du droit privé, p. 296, nota 3.
119 Ibidem, p. 296, nota 3.
120 En Acta Salmanticensia, pp. 7-8.

121 Ibidem, p. 9.
122 Ibidem, p. 11.

123 A. BORETIUS  v. KRAUSE, Capitularia regum francorum, II, 2., po 226, caps. 24 y 24a

124 «Die Frist von Jarh und Tag und ihre Wirkung in den Niederlanden». Zeitschrift der Savigny-Stiftung fur Rechtsgeschichte, Germanistische Abteilung ( = ZSS, GA) 14 (1893) 75-83 especialmente.
125 «Die Anfänge des KöIner.Schreinswesens». ZSS, GA 51 (1931) 466. 126 «Die freien Bauern in Schwaben». ZSS, GA 54 (1934) f83. 188-189.

127 Liegenschaftsübereignung und Grundbucheintragung in Köln Während des Mittelalters, Weimar 1935, pp. 155-158.
128 «Romisches Recht im Brünner Schöffenbuch. Ein Beitrag zur Rezeptionsgeschichte», ZSS, GA 65 (1947) 113-116.
129 Für Zwickau ergangene Leipziger Schiíffensprüche zur Zeit der Rezeption, 1941, una reproducción en extracto del texto original mecanografiado en ZSS, GA 65 (1947) 435-444, y para el problema del año y dia pág. 438.
130 Deutsche Rechtsaltertümer, Leipzig 1922, pp. 307-308.

131 Die fränkische Reichts-und Gerichtsverfassung, Leipzig 1911, pp. 363-366.
132 «Jahr und Tag», ZSS, GA 67 (1950) 441-446.
133 H. PLANITZ, Grundzüge, pp. 17, 66, 74 V 166. Hemos manejado tanto la versión española (1957) como la alemana de 1931, que no se corresponde con la que sirve de matriz a la trad. (a. 1949).
134 «Zur Frist von Jahr und Tag», ZSS, GA 87 (1970) 287-290.

135 «Si horta fuerit intentio de fundís exfundanis, et díxerit una pars: quía ista fundora de talibus tertiatoribus fuerunt, et alía pars dixerit: quia non fuerunt de his tertiatoriis, quos dictis, sed de istis fuerunt, quos nos dicimus, non sit inde sacramentum, ut una quaelibet pars in periurium exinde incurrat; inquiratur diligenter ad qualia hospitatica fuerunt pertinentia antiquitus, et tunc sine sacramentum et periurio poterit inde esse finis» (F. BLUHME, Edictus ceteraeque longob.leg., p. 182, c.11).
136 N. PEREZ SERRANO, El Contrato de Hospedaje en su doble aspecto civil y mercantil, Madrid 1930, pp. 3-60. Sigue en exceso los argumentos de Levin GOLDSCHMIDT, «Das receptum nautarum, cauponum, stabulariorum. Eine geschichtlichdogmatische Abhandlung», Zeitschrift für das Gesamte Handelsrecht, III (1860) 60 y ss, al plantear el problema en el mundo romano. La reed. anastática de la obra de este último autor, Universalgeschichte des Handelsrechts, Aalen 1973 nos ayuda a fijar el hospedaje y el receptum.
137 «Les hôtes et I'hébergement des étrangers au moyen âge. Ouelques solutions de droit comparé», Etudes d'Histoire du Droit Privé offertes a Pierre Petot, París 1959, pp. 199-222. En su Histoire du Droit et des Institutions. Le pouvoir des temps féodaux a la Révolution, París 1977, no alude al hospedaje por tratarse de una obra de conjunto.
138 «El hospedaje hispano-medieval. Aportaciones para su estudio», AHDE XXXII (1962) 527-541.

139 A. BORETIUS, Capitularia, I, p. 60, c. 75: «Omnibus. Et hoc nobis competens et venerabile videtur, ut hospites, peregrini et pauperes susceptiones regulares et canonicas per loca diversa habeant: quia ipse Dominus dicturus erit in remuneratione magni diei: hospes eram, et suscepistis me; et apostolus hospitalitatem laudans, dixit: per hanc quidam placuerunt Deo, angelis hospitio susceptis».
140 «De hospitalitate et susceptione iterantium tam missorum nostrorum quam relicorum (sic) bonorum hominum» (Capitularia, I, p. 152, c. 101.
141 «Et ubi sunt factae et per negligentiam sunt destructae, instaurari praecipiant; et victum ac potum et vestitum atque cetera necessaria pro qualitate et possibilitate loci et inhabitantium necessitate ordinent; et hospitalitatem supervenientium hospitum et receptionem pauperum ibidem disponant et ordinent» (Capitularia, II, 2a, p. 267).
142 «Videmus enim iram Dei nobis et vobis imminere cum pro rapinis et immanibus aliis sceleribus, tum etiam maxime, quod ecclesiae facultates, quas reges et reliqui christiani Deo voverunt ad alimentum servorum Dei et pauperum, ad exceptionem hospitum, redemptionem captivorum atque templorum Dei instaurationem nunc in usu saecularium detinentur» (Capitularia, II,2., p. 385, c. 12, a. 844).
143 «Precepimusque ut in omni regno nostro neque divitibus neque pauperibus neque peregrinis nemo hospitium denegare audeat» (Capitularia, I, p. 96, c. 27).
144 «Ut infra regna Christo propitio nostra omnibus iter agentibus nullus hospitium deneget, mansionem et focum tantum; similiter pastum nullus contendere faciat, excepto pratum et messem» (Capitularia, I, p. 144, c. 1 ).
145 «Quas concedimus in usus hospitum» (F. LOT -PH. LAUER, Recueil, I, p. 156, doC. n°. lXIX).
146 No han sido tenidos en consideración ni citados por M. GUAL y F. GARRISON, los trabajos sobre el hospedaje en el derecho histórico continental de L. RYNNING, Bidrag til norsk almenningsrett, 0510 1934, pp. 153- 158; K. LUBECK, «Die Fuldaer Bürgeraufstande 331/32»), ZSS, GA 68 (1951) 417; B.H.D. HERMESDORF, De herberg in de Nederlanden. Een blik in de beschavingsgeschiedenis, Assen 1957, XII-296 págs.

147 Cfr. THEVENIN, «la propriété des moulins et fours»), Revue historique, 1886, n° 2, p. 248.
148 Der Prozess der Lex Salica, Weimar 1867 ( = Leipzig 1971) que se puede poner en conexión con THONISSEN, L 'organisation judiciare, le droit pénal et la procédure pénale de la loi salique, Bruselas-París 1882.
149 R. SHOM, Der Prozess, pp. 14-18, n° 4.

 

 

NOTAS Y PRECISIONES SOBRE LAS POSIBLES
RAICES INSTITUCIONALES GALAS DEL FUERO DE
Logroño DE 1095. EL ELEMENTO FRANCO EN UN
TEXTO IUSHISTORICO LOCAL

 

Manuel J. PELAEZ
(Facultad de Derecho. Universidad de Barcelona)

 

 

 

BERCEO

INSTITUTO DE ESTUDIOS RIOJANOS

1982 JULIO-DICIEMBRE Nº 103

 

 

Biblioteca Gonzalo de Berceo