TOPÓNIMOS RIOJANOS DEL PATRIMONIO EMILIANENSE EN UNA BULA DE 1199
RESUMEN
El estudio del significado de los 109 topónimos de La Rioja es indicativo de las necesidades primarias del hombre, por eso el grupo más importante es el de la agricultura y ganadería, al que le siguen los de nombres referentes al terreno no cultivable, a las corrientes de agua y a las vías de comunicación. El nacimiento de estos topónimos está en el periodo de Reconquista y repoblación, momento en el que se asienta la lengua romance, la mayoría de estos términos proceden del latín.
Palabras clave: Toponimia, Toponimia mayor o macrotoponimia, Toponimia de La Rioja, Toponimia del Archivo de San Millán.
The study of the meaning of the 109 places-names of La Rioja shows the primary needs of men, that in why the most important group is them are related to agriculture and cattle, the second most important group is that of names telated to land which in not cultivable, streams and roadas. These place-names are born in the times of the Recoquest and repopulation, when the Romance language is stablished, the mayority of thes words come from latin.
Key words: Toponomy, Major Toponomy or macrotoponymy, Toponymy of La Rioja, Toponymy of Archive of San Millán.
I. INTRODUCCIÓN
Recientemente, en el Homenaje a Julio Luis Fernández Sevilla y Mayela Balmaseda Aróspide, se ha publicado el texto completo de una bula pontificia de 1199, contenida en otra confirmatoria posterior (de 1371), conservada en el archivo de San Millán de la Cogolla bajo la signatura ASM. M. 41-52.
La importancia de la bula es múltiple, pero ahora reside, desde el punto de vista que nos mueve, en el amplio repertorio de nombres de lugar o topónimos que contiene, como así manifiestan sus autores, para lo que haremos una breve incursión a través de dichos topónimos, centrándonos únicamente en los que tienen relación directa con la actual demarcación geográfica de La Rioja, que aparecen en letra negrilla. Un documento fechado a finales del siglo XII como es éste nos sitúa en un momento muy próximo al de fijación de los topónimos en cuestión, es por ello que su estudio desde el punto de mira de esta rama lingüística sea tan interesante.
Utilizaremos el "Índice de personas y lugares"1 que figura al final del texto que comentamos, del que hemos entresacado numerosos topónimos del ámbito riojano que estudiaremos, uno a uno y por orden alfabético2, para posteriormente clasificarlos desde el punto de vista de su significado y de la lengua de la que proceden, y extraer otras conclusiones de tipo lingüístico.
La signatura de la bula de la que hemos entresacado los topónimos es la siguiente:
1371 junio 3, Aviñón.
Confirma los privilegios concedidos al monasterio de San Millán de la Cogolla por Inocencio III en bula de 5 de mayo de 1199 que inserta literalmente.
Arch. de San Millán M. 41-52. Texto muy deteriorado.
Reg. PRADO, S. - ALESANCO, T., OAR., Archivo abacial de San Millán de la Cogolla, extracto cronológico, Logroño, 1965, n. 706.
II. EXPLICACIÓN DE LOS TOPÓNIMOS RIOJANOS DE ESTA NÓMINA
ALESANCHO (Alesanco). Corominas (1972 I, 19 y 100), tras desestimar la posibilidad de relacionarlo con ALISO, por la -E-, piensa que su origen está en el antropónimo *ALESIANKO, próximo a ALESIA, y con sufijo indoeuropeo -ANKO.
Para Alarcos (1950, 490) Alesanco deriva de una base ALISANCUM, que parte de una raíz *ALIS, constituyendo un ejemplo de la existencia de unos ambrones que fueron desde Iliria hasta Iberia.
A la luz de lo expuesto Alesanco es un antropónimo de época prerromana, que bajo el nombre de "ALESANCO", quizá emparentado con Alexandro, aparece como sede episcopal que se extendía sobre caristos y várdulos (Tovar, 1989, 400).
ALMARO (¿Alfaro?). Sostiene González Bachiller (1997, 90) que Alfaro, y su variante Almaro, provienen del árabe AL-FARUH, `el faro´, donde se comprueba el mantenimiento de la segunda vocal cuando ésta es -F-.
De todos modos, al dar validez la grafía Almaro, y como tratamos de explicar esta voz y no Alfaro, pensamos en un parentesco entre este topónimo y la raíz hidronímica preindoeuropea *ALM- que se da en formas de Guadalajara como Almoguera, Almalla...
ANTUZANUS (¿Antoñanzas?). La forma Anguiozar procede de ANGUIO, `dehesa, lugar de pasto acotado´ (Mitxelena, 1997, 49). Algunos investigadores identifican esta forma con Anguciana3, que para Alarcos (1950, 486) remite al poseedor de una finca, alguien denominado *ANGUTIUS o ENGUTIUS y según Sánchez Vidal (1972, 16) viene del vasco GUTIA, `pequeño, poco´.
Opinamos que Antuzanus, en Burgos se encuentra Ante-uzano y Antuzano, parece ser un derivado latino de ANTE OSTIUM, señalando un lugar que se ubica `antes de las puertas (de una fortaleza)´, o simplemente aludiría a que su ubicación geográfica es en un `altozano´.
ARCI (¿Arce Foncea?). Sánchez Vidal (1972, 16) emparenta Arce con los antropónimos ARCEA, ARCIUS, ARCIANA, ya que lo halla documentado como "ARCHS", "ARCE", "ARZ", además algunos historiadores sitúan en Arce la ciudad autrígona de Deobriga (Tovar, 1989, 376). De todos modos parece claro que esta denominación se explica mediante la fitotoponimia. Todos los lingüistas ven su origen en el latín: para Alarcos (1950, 483) se relaciona con FELICE, `helecho´, y para Ortiz Trifol (1982, 72) con URCE, `brezo´, y la mayoría, aquí nos situamos nosotros, con ACERE, `arce´,
AZOFRA (Azofra). Asín (1944, 80) ve su origen en el árabe AS-SUXRA, `el tributo´, por tanto recordaría la forma en la que alguien obtuvo la propiedad de ese lugar, o bien la función que esta localidad desempeñaba.
BADARAN (Badaran). La terminación -RAN hace pensar en un origen germánico (Sánchez Vidal, 1972, 17), sin embargo para González Bachiller (1997, 88) Badarán es una forma tautológica vasco-románica: `valle de Arán´.
Dado que en Galmés (2000, 186) se explica Badalona a partir del protoindoeuropeo BAD, `foso, hoyo´, que en ibérico da étimos como IBATIS, `río, agua´, debe tratarse de un `foso que se encuentra en un valle´.
BANNARES (Bañares). Topónimo que hace referencia a baños, generalmente utilizados en época romana, que aquí aparece con el sufijo colectivo -AR, y con el plural femenino mozárabe -ES.
BARBARANA (Barbarana). Según Menéndez Pidal (1968, 96 y 103) la raíz BORB-, entre los que cita un Borbolla, Barbatona, es de origen ligur cuyo significado es `borbotar, hervir´. BORB-, BORN- `borbotear´, deriva del indoeuropeo BHER- `hervir, burbujear´ (Villares, 1970, 261); Sevilla (1980, 36) expone el radical *BHER- `borbotar´, referido al `agua que brota o hierve´. Galmés (2000, 140) explica Barbeira (Pontevedra) desde el precelta BAR-B, `monte´.
Emparentamos Barbarana con un antropónimo, bien como `villa de Barbarus´ (Alarcos, 1950, 475), o bien con un apelativo genérico que designe a los bárbaros (Sánchez Vidal, 1972, 17). La hipótesis de Alarcos cuadra con la identificación que hace Tovar (1989, 379) entre Barbariana, ciudad comprendida en la vía que discurre desde Briviesca hasta Zaragoza, y el despoblado de San Martín de Barberana, que se encuentra dentro de Murillo del río Leza.
BOVACELLA (Bobadilla). Galmés (2000, 149) supone que Bobadella (La Rioja) procede de la raíz prerrománica BOB-, `collado, garganta´. Otra posibilidad es delimitar como segundo elemento a CELLA, como `granero´, de este modo apuntaría al `lugar donde se guarda el grano para que coman los bueyes´.
Esta denominación plenamente romance, que proviene del latín BOVATA, remite al `lugar donde pacen los bueyes´, quizás en su forma diminutiva femenina.
CALAGURRA (Calahorra)ç La primera referencia documental de este topónimo se halla en Livio, después en Estrabón, en el Itinerario de Antonino, incluso su importancia llega hasta el año 465 según Tovar (1989, 380 y 381) ; este mismo autor apunta que en monedas indígenas aparece C-L-A-CO-R-I-CO-S, siendo este un étnico en nominativo plural.
Alarcos (1950, 466) recoge varias hipótesis: no acepta la de Gavel, quien propone un origen en GARA-GORRI, `altura roja´; Vendryes del céltico CALA y URI como `fortaleza del pueblo´; Dauzat desde el ligur CALA y URI, con el mismo valor que Vendryes; y Galmés (2000, 144) plantea una postura intermedia como `castillo rojo´. Acertadamente Alarcos concluye, siguiendo a Menéndez Pidal, que Calahorra equivale a `pueblo, o barrio antiguo, de las alturas´.
CAMPROVIN (Camprovin). El primer elemento es sencillo y el segundo parece remitir a un color, a partir de RUBIGINIS, otorgando el valor de `campo rojizo´ (Alarcos, 1950, 482)
CANELLAS (Canillas del Río Tuero). Es una denominación que se refiere a los canales con los que se aprovecharía el agua para regar numerosas huertas.
CANNIS. La riqueza en `cañas´ de este lugar originó el topónimo, con ellas se solían realizar obras en los cobertizos para el ganado.
CARDENAS (Cárdenas). A pesar de que podría señalar un color, opinamos que es mejor otorgarle un valor fitotoponímico, a partir de la forma CARDINUS desde el latín CARDU, `cardo´.
CASTANNARES (Castañares de la Cueva). Una vez más nos encontramos con un nombre referente a la vegetación, en este caso posee un sufijo colectivo y una terminación plural femenina propia de la lengua mozárabe.
CIDAMON (Cidamon)ç Alarcos (1950, 479) lo hace derivar del árabe SAID, `señor´, y del antropónimo también árabe HAMMUD. Se trata de un antropónimo impuesto en época árabe.
COCULLA (Cogolla). Coculla, al igual que Cogolludo y Cogollor (Guadalajara) procede de CUCULLA, `cerrillo, cima de monte´. Todos ellos remiten a ubicacionesen lugares altos y de carácter defensivo, deben corresponder a la época de reconquista.
CORDOVIN (Cordovin). A juicio de Alarcos con esta forma se indica que su dueño sería algún cordobés. Señalaremos que a Córdoba se le atribuye un origen árabe, desde QDR, `ciudad amurallada´.
DÁUALOS (Ábalos). Ortiz Trifol (1982, 27) sostiene que Ábalos se relaciona con el vasco Abalasqueta, o mejor con el acusativo plural del antropónimo de la segunda declinación ABARIS, quizás teniendo presente la identificación entre Thabuca o Abuca, ciudad várdula, y Avalos que señala Tovar (1989, 414). Lo más probable es que se relacione con un antropónimo, por ello debemos suponer un `(villa) de Ávalos o de Dávalos´.
FERRAMILLURI (Herramélluri). Según Alarcos (1950, 48) procede de ERRAMELLURI, `pueblo de Ramellus´, que puede aparacer con prótesis vascongada en R-. Apunta Tovar (1989, 378) que algunos historiadores han identificado la ciudad de Libia, que se encuentra dentro del convento zaragozano, con Herramelluri.
Por tanto otra vez nos encontramos con el recurso de completar una denominación incluyendo el nombre de su tenente, pudiera tratarse de la `herrería de Ramellus´.
FORMELLA (Hormilla). Su procedencia hay que buscarla en el latín FORMELLA, que da formas como Hormillas, indicando una `pared´, luego su equivalencia sería la de `ciudad edificada sobre los muros de una anterior´.
FORMELLOS (Hornillos de Cameros). La forma documental no nos hace pensar en hornos, bien para cocer el pan, el ladrillo... sino que lo relacionamos con el topónimo Formella.
GRANON (Grañón). Lapesa (1985, 34) propone formas como Grañena que son compuestos del antropónimo GRANIUS y del sufijo -EN. Y es con este nombre de persona con el que vinculamos esta denominación.
LAVEGA (Haro). En Corominas (1972 II, 213) aparece la palabra portuguesa LAVEGO con la acepción de `arado con ruedas´, cuyo origen hay que buscarlo en el hispano-celta. Sin embargo pensamos que es una forma compuesta del artículo LA y del sustantivo VEGA.
LEDESMA (Ledesma de la Cogolla). En Tovar (1989, 342), al hablar de Letisama, se apunta que existen monedas celtibéricas con la leyenda L-E-TA-I-SA-MA, que como son "del tipo del jinete hay que ponerlas en la región alejada de la Ledesma salmantina", pero sí en el partido de Nájera en Logroño.
Corominas (1972 I, 262 y II, 262) cree que Ledesma sólo puede derivar de *LETISUMA (o -IMA), siendo un ejemplo de superlativo céltico en -SUMA. Lapesa (1985,23) observa que los Ledesma se dan sólo en la Celtiberia, proviniendo de LEDAISMA, `la muy ancha´.
Ambas teorías, que discurren paralelas, se olvidan de señalar la posible alusión4de este topónimo. Nosotros creemos que se trata de una denominación fronteriza, ya que Ledesma apuntaría a una `construcción de carácter defensivo edificada en una zona delimitadora´.
Torre del XVI y canecillo románico de la iglesia de Ledesma
MADRIZ (Madrid de los Trillos). Menéndez Pidal (1968, 191-212) estudia en profundidad este nombre. En primer lugar presenta las hipótesis encontradas: López de Hoyos cree que significa `terrones de fuego´, `lugar ventoso de aires sutiles y saludables, de cielo claro y sitio y comarca fértil´; Covarrubias tras desestimar otras posibilidades se queda con el sentido de `terrones de fuego´; Jungfer le otorga un origen germánico como `caballero honrado y valiente´; Cortés lo relaciona con el griego MIACUM, `mayor´; Theodotos lo supone emparentado con MADRYA `endrina ´, y Gómez Moreno propone la forma *MAJADAR `majada´. Finalmente el propio Menéndez Pidal imagina el étimo celta *MAGETORIO, procedente de MAGOMAGETO, `grande´, y RITU, `vado, puente´, con el sentido de `puente grande´.
Sostiene Sánchez Vidal (1972, 20) que esta denominación parte de MATRICE, en leonés Madriz es `surco abierto por la lluvia en la tierra´, y en andaluz Almatriche es `reguera´.
Acertadamente Oliver Asín (1991, 170) lo deriva del hispanoárabe MAYRIT, `aguas subterráneas´, con el sufijo abundancial IT, derivado de ETUM.
NAIARA, NAIARAM, NAIERA (Nájera). Asín (1944, 124) lo emparenta con el árabe como NASRA, `águila´, y Alarcos (1950, 478) tras descartar la hipótesis de Asín, observa un origen prerromano, incluso Menéndez Pidal (1986, 344) lo deriva de la base NAIARA, con sufijo átono.
Nava, voz que deriva del indoeuropeo *NAVA pero que se incorporó a la lengua romance, tiene en toponimia el sentido de `llanura entre montañas, donde se concentra el agua´, en este caso se refiere a terrenos idóneos para el desarrollo de la agricultura y la ganadería, especialmente como abrevadero de los ganados, generalmente útil, dado que se trata de charcas.
Definitivamente hemos de relacionar las documentaciones antiguas de Nájera con la base hidronímica prerromana *NAV- que postula Hoz (1963, 236). Sin embargo Tovar (1989 366), expone que en documentos medievales aparece todavía la ciudad de Tricio o Tritium Magallum, que se hallaba en la vía de Milán a León, y que después se aplicaría a Nájera.
PADULEIA (Pauleja). El origen de Paduleia está en el latín PADULE, forma en acusativo, con metátesis PADULE, desde PALUS, `laguna, estanque´ (Nieto, 1997, 271), aunque en este caso la forma originaria sea PALUDICOLA (> PALUDEJA > Pauleja5) como `habitante de terrenos pantanosos´.
PAZONGOS (Pazuengos). Suponemos que este topónimo alude a `pozos hondos ´, `abundancia de pozos´, o `lugares húmedos donde desaparece el agua en épocas de estío´, aunque otras hipótesis lo derivan de PASCI y LONGOS, `pastizal grande´ (Alarcos, 1950, 484), o a `pazos luengos´.
SANCTI EMILIANI (San Millán). Confirma Yelo (1988, 242) que el culto a este santo se había introducido en España en el siglo VII. La secuencia [lj] no palataliza al no evolucionar el grupo en SANCTUS AEMILIANUS (González Bachiller, 1997,104).
SANCTI SEBASTIANI, SANCTUM SEBASTIANUM (San Sebastián). La advocación a San Sebastián aparece 19 veces en La Rioja, su culto se introdujo en la Península a partir del siglo VII, pero su popularidad le ha llegado en varias épocas (Yelo, 1986, 244).
SANTURDE (Santurde). Se trata de un topónimo relacionado con san Jorge a través de la siguiente derivación SANCTI GEORGI > SANCTI IURDE > Santurdi > Santurde (Alarcos, 1950, 489). San Jorge es un santo primitivo hispánico de procedencia oriental (Piel, 1950, 342).
SEPTEM FENESTRIS (Tormantos). El primer elemento de la denominación remite al numeral `siete´. El segundo a pesar de que Alarcos (1950, 483) lo relaciona con GENESTA, `retama´, nos adherimos a la teoría de Sánchez Vidal (1972,19), para quien viene de FENESTRILLAS, `ventanillas´, por estar ubicado el pueblo a lo largo de un farallón rocoso, todo él excavado sobre restos de antiguas viviendas rupestres, que le dan el aspecto de `ventanitas´.
Debe estar refiriendo un lugar elevado, desde el cual se divisa una gran cantidad de terreno, cuya función es atalayar esa zona.
SORORIBUS (Villar de Torre). Al parecer se trata de un lugar que fue adquirido por una dueña mediante de una donación: `para la hermana´.
TERRERO (Terrero). González Bachiller (1997, 18 y 103) lo deriva de del latín TERRARIU, `terrero´, donde la yod del grupo [rj] queda atraída por la vocal de la sílaba anterior, además el sufijo -ARIU ha evolucionado hacia -ero, -era. Así pues remite a las características del terreno.
TOBIA (Tobia). Tobia se vincula con Toba6, indicando su nombre que está levantada sobre un terreno de `toba y de color blanco´. Procede del étimo latino TOFUS, y la /f/ ha sonorizado en oclusiva bilabial /b/.
TORRENCELLO (Torrencello). Se trata de una denominación defensiva que parte de Torre, en el caso que nos ocupa se halla en sentido diminutivo, siendo equivalente a `torrejoncillo´.
TREPEANA (¿Treviana?). Jungfer (apud. Sánchez Vidal, 1972, 22) deriva esta designación del antropónimo godo DREBÍ, también Alarcos (1950, 486) lo relaciona con el antropónimo germánico DREBS, derivado de DREVILIUS, y el sufijo que indica posesión -ANA.
Una posible secuenciación del topónimo nos lleva a interpretar TREP-ANA como `cuesta del agua, catarata´.
Es evidente que Trepeana tiene que ver con el nombre personal de quien fuera su dueño en algún momento, pero nos inclinamos por seguir la hipótesis de González Bachiller (1997, 378), para quien éste procede del latín TREBELLIUS, después TREBELIANU, donde [lj] se transforma en velar sordo [x].
TROPHIURI (¿Cihuri?). Para Alarcos (1950, 488) el segundo componente de este topónimo remite a URI7, `pueblo´, y el primero podría partir o del antropónimo vasco ZUHI, bien del vasco ZUBIL, `tronco de árbol´, o bien del vasco ZUBI, `puente´. La hipótesis que explica este topónimo como `casa o pueblo del puente ´, que parece la más aceptable a nuestro juicio, es asumida también por Nieto (1997, 378).
UENTOSA (Ventosa). Asín (1943, 333) explica Ventosa como fitotopónimo referido al `mastranzo, marrubio blanco´. Para García Pérez (2000, 243n) la forma Ventosa se usaba en el siglo VI como sinónimo de Venta. Ventosa debe aludir a un lugar muy azotado por los vientos, incluso García de Diego (1972, 97) señala que se trata de un diminutivo de VIENTO.
UILAREIO (Villarejo). González (1975 I, 166 y 288) piensa que los Villarejos documentados en el siglo XIII, se refieren a villas pequeñas. El nombre tiene su origen en una construcción no militar.
UILLA PORQUERA (San Torcuato). Villa, como topónimo, designaba, al igual que en latín, `una propiedad rústica´ (núcleo de futuras aldeas), frente a un Villar, que refería `una parcela de villa´.
Porquera alude a lugares donde pasta o vive el jabalí o el cerdo, a pesar de que Fernández Marcos (1990, 475) manifiesta, al explicar Porquera (Palencia), que dicha denominación remite a lugares que están junto a los ríos8, siendo una corrupción de los vocablos "torca" y "torga".
VALLARTA (Villarta de Quintana). Su origen se halla en VILLA FARTA, `villarica´ (Alarcos, 1950, 485), quizás refiriéndose a su riqueza agrícola.
VILLA MEZCHINA (Villamezchina). No está claro el segundo componente de este nombre, un primer acercamiento nos llevaría a emparentarlo con el árabe como Medina (luego estaría construída sobre los muros de una población árabe anterior), o bien aludiría a su extensión, una `villa mediana´, o mezquina, `de poca importancia´. Sin embargo, y dado que en las Glosas Emilianenses, 48 aparece el étimo "misquinos", preferimos relacionarlo con el árabe MIS-KIN, `pobre´. Por tanto estamos ante una `villa pobre´ ya que la calidad del terreno no sería muy propicia para el desarrollo agrícola y ganadero.
VILLAM GONÇALUO (Villa-Gonçalvo). Esta villa completa su nombre con el que fuera su dueño, alguien llamado Gonzalo.
VILLASQUIT (¿Velasco?). Una primera impresión de esta denominación nos lleva a considerarlo como una forma diminutiva, derivada de villa. Para Lapesa (1985, 18) es un antropónimo prerromano, posiblemente de origen vasco, y como señala Ortiz Trifol (1982, 10) procedería del vasco VELA, `cuervo´, además se halla el sufijo -sk- que forma adjetivos. Esta designación recuerda al nombre de persona de su poseedor.
III. CONCLUSIÓN
En este apartado vamos a clasificar los topónimos de este repertorio atendiendo a tres criterios: a su significado, a su origen y al sufijo que les acompaña en aquellos casos que posean este afijo.
Atendiendo al significado encontramos los siguientes grupos:
a) Agricultura y ganadería (3 ejemplos, el 6%): Bovacella, Lavega, Pazongos.
b) Terrenos no cultivables (4, el 8%): Bardarán, Coculla, Terrero, Uentosa.
c) Fitotoponimia (4, el 8%): Arci, Cannis, Cardenas, Castannares.
d) Hidronimia (8, el 16%): Bannares, Canellas, Madriz, Paduleia, Naira (2), Naiaram, Naiera.
e) Vías de comunicación (1, el 2%): Almaro.
f) Heredades y antropónimos (11, el 22%): Alesancho, Azofra, Barbarana, Cidamon, Cordovín, Dávalos, Ferramelluri, Grannon (2), Sororibus, Trepana, Villasquit.
g) Defensivos (6, el 12%): Antuzanos, Calagurra, Formella, Formellos, Septem Fenestris, Torroncello.
h) Elementos pétreos (1, el 2%): Tobia.
i) Hagiotoponimia (4, el 8%): Sancti Emiliani, Sancti Sebastiani, Sanctum Sebastianum, Santurde.
j) Formas de poblamiento (7, el 14%): Ledesma, Trophiuri, Uilareio, Uilla Porquera, Vallarta, Villa, Villam.
A la hora de designar un lugar, quienes habitaron estas tierras se han fijado en las necesidades primarias y en las primeras impresiones, por eso encontramos formas referidas al sustento diario: la agricultura, la ganadería, la hidronimia y la fitotoponimia, otra forma de dar seguridad, en tiempos de contiendas habituales, es vivir en las proximidades de una fortaleza. Además es necesario establecer los límites entre lo productivo y lo no productivo, lo último se halla en el "Terreno no cultivable". El hecho más significativo es la profusión de nombres relacionados con "heredades y antropónimos", no sólo porque es el grupo más numeroso, sino que nos indica el poder que han tenido algunas personas como para dar nombre a un lugar naciente, o para anteponer su nombre a otro ya existente. También la "categoría" del lugar se halla en la nómina a través del grupo "formas de poblamiento".
Según la lengua de origen se pueden dividir en:
a) Prerromanos (10, el 20%): Alesancho, Bardarán, Calagurra, Ferramelluri, Ledesma, Naiara (2), Naiaram, Neiera, Trophiuri.
b) Romanos (8, un 16%): Barbarana, Dávalos, Grannon (2), Septem Fenestris, Sororibus, Trepana, Villam.
c) Árabe (3, el 6%): Almaro, Azofra, Cidamon.
d) Romances (28, el 56%): Antuzanos, Arci, Bannares, Bovacella, Cannelas, Cannis, Cardenas, Castannares, Coculla, Cordovín, Formella, Formellos, Lavega, Madriz, Paduleia, Pazangos, Sancti Sebastiani, Sanctum Emiliani, Sanctum Sebastianum, Santurde, Terrero, Tobia, Torroncello, Uentosa, Uilareio, Villa Porquera, Villa, Vilasquit.
e) Híbridos (1, el 2%): Calagurris.
Por lo que respecta a esta división en cuanto a su origen ofrece algunos aspectos reseñables. Hay un grupo numeroso de nombres de época prerromana, la pervivencia de ellos se debe a la proximidad de la lengua vasca y el debilitamiento de la conquista árabe en esta zona, grupo que apenas ha dejado denominaciones en esta nómina. De época romana hay diversas denominaciones, la mayoría antropónimos, lo cual es señal inequívoca de que los colonos romanos vieron en la riqueza de estas tierras un lugar idóneo para establecer asentamientos. El grupo más numeroso, como es lógico ya que en estas tierras el castellano cobró carta de naturaleza, loo constiuyen los nombres clasificados como "romances"; ello se debe a que son términos derivados del latín, pero que eran de dominio común entre quienes moraban estas tierras una vez que los romanos fueron vencidos por los pueblos germánicos. A Bannares y Castannares se les une la forma femenina plural mozárabe, luego se podrían haber clasificado dentro de "romances", en un subgrupo llamado "mozárabes".
Repasando los sufijos de este repertorio observamos que existen varios grupos:
los que indican propiedad: -ANO/-ANA (Barbarana, Cardena?, Trepeana, -ASKO (Velasco); colectivos: -AR (Bannares, Castannares), -ERO (Terrero); diminutivos: - ELLUS (Bovacella, Cannellas, Formella, Formellos, Torrencella), -IN (Cordovín9), - EJA (Paduleia), -OSA10 (Ventosa); aumentativos: -ONGOS (Pazangos).
IV. NÓMINA TOPONÍMICA11
A Alesancho, casam Sancti Emiliani de (en índice Alasancho)
Almaro
Antuzanos, Sanctam Mariam de
Arci
Artabible cum collaciis et ecclesia parrochiali
Aunas, monasterium Sancti Uincentii de (en índice Auna)
Azofra, hereditates de (...) et hospital ibidem constitutum cum oratorio suo
Azquita (= ¿Anguta? ¿Arviza?)
B Badaran
Badontani
Bannares, Sanctam Mariam de
Barbarana, Sanctum Martinum de... cum ecclesia parrochiali
Bovacella, Sanctum Martinum de
Bozo, Sanctam Crucem de (= en índice Bozoó)
Burgis, casas in
C Calagurra, casas in
Camprovin
Canellas, ecclesiam Sancti Tirssi de
Cannis, Sanctam Mariam de
Cardenas cum parrochiali ecclesia
Castannares
Cidamon, ecllesiam Sancte Marie in
Coculla, ecclesiam Sancti Laurentii de (en índice Cucula)
Cordovin cum ecclesia parrochiali
¿Cunsa?, ecclesiam Sancti Emiliani in
D Dáualos, monasterium Sancti Felicis de
Dicio, ecclesiam Sancte Agathe de
Dicio, ecclesiam Sancte Marie de
E Equola, Sancto Emiliano de
F Fermesella
Ferrameluri
Ferran, Sanctum Martinum de
Formella, casam de
Formellos, casam in
Fresnedo, Sanctam Crucem de
G G Granon, ecclesiam Sancti Martini de
Granon, ecclesiam Sancti Michalelis
H Horenia, eclessiam Sancti Emiliani de
Horryo, Sanctum Martinum de
L Landeriz, Sanctum Iacobum de
¿Lavarf?, villulam que dicit
Lavega, Sanctam Mariam de
Ledesma cum ecclesia parrochiali
Lena de Gallegos cum ecclesia parrochiali
Lorenço, in (ultra serram)
M Madriz, villam que est iuxta abbatiam
Mardones, Sanctum Iacobum de
Moruecum
Moscadoro
N Naiara, casas et hereditates in... et palatium
Naiara, Ecclesia de Assensio
Naiaram, Sanctum Sebastianum qui est iuxta
Naiera, omnes villas de
Nauarre, in rregno
Nava
Nograro, ecclesiam
O Oca, ecclesiam Sancti Felicis de
Ocoien
Ovalliam
P Paduleia
Pallares Portazuri, in campo de (= ¿Pajares?)
Pazongos
Q Quejera, Sanctam Mariam de
R Revenga, ecclesiam Sancti Emiliani de
Ripa Rotunda, Sanctam Crucem de
S Sancti Emiliani, monasterii (Ordinis Sancti Benedicti)
Sancti Mamietis, villulam
Sancti Romani, ecclesiam
Sancti Sebastiani, casam et ecclesiam
Sanctum Sebastianum (junto a Nájera)
Santurde cum ecclesia, villulam que dicitur
Saviella, casas in
Secovia, casas in
¿Selerva?, ecclesiam Sancti Christofori in ecclesia
¿Selerva?, ecclesiam Sancti Clementis
Septem Fenestris, Sanctum Emilianum de
Sepulvega, ecclesiam Sancte Crucis in
Serada, Sanctam Mariam de la
Soria, ecclesiam Sancti Andree in
Sororibus, Sanctam Mariam de = Sanctam Mariam de Sororibus = Villar de Torre
Soto, Sanctum Martinum de
T Taranco
Ternero (enclave de Burgos)
Terrero cum ecclesia parrochiali
Thera, ecclesiam Sancte Marie de
Tobia cum ecclesia parrochiali = Tobia
Torrencello
Trepeana, ecclesiam Sancti Andree in
Trophiuri
U Uagicano in Bergonda, in barrio = (en índice Vagicano)
Uallorcanos, ecclesiam Sancti Martini in = (en índice Vallorcanos)
Uentosa, Uillam de... cum ecclesia parrochiali
Uilareio cum parrochiali ecclesia (= Villarejo)
Uilla Porquera, ecclesiam Sancte Marie in (en índice Uillaporquera) Uillanova, Palacium in
Uillanova, Sanctum Andream de
Uizcaia, Sancti Emiliani in
V Vallarta cum ecclesia parrochiali
Villa Mezchina, Palatium de (en índice Villamezchina)
Villam Gonçaluo cum ecclesia parrochiali (en índice Villa-Gonçalvo) Villasquit
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NOTAS
1. Ver Sáinz (2000, 137-147).
2. Algunos de los cuales como Granon que aparecen en dos ocasiones, o Naiara que se documenta bajo otras dos formas distintas, tienen una sola entrada.
3. A propósito de Anguciana González Bachiller (1997, 107) independientemente de la forma de la que proceda, representa un caso excepcional en la evolución [tj] hacia consonante interdental fricativa sorda [z].
4. Recordemos aquí que la toponimia debe explicar cual es el objeto de referencia de una denominación concreta, y no siempre se puede apoyar en la etimología.
5. En la forma moderna se observa la pérdida de la consonante oclusiva dental sonora intervocálica.
6. Apunta Sevilla Rodríguez (1981-82, 692) al explicar el hidrónimo asturiano Puerma, que el nuevo irlandés posee la forma TOBAR con el sentido de `fuente´.
7. Ortiz Trifol (1982, 14) señala que "la palabra urri parece que, en los siglos VIII-X en una zona riojana-alavesa tenía la significación (...) de pueblo o aldea y solía entrar a compner nombres de pequeños núcleos urbanos que dependían de una sóla persona casi siempre. Los nombres compuestos con ella acaso significaban la existiencia de propiedades mayores que las fundio o las villas".
8. Su origen estaría en el latín PORCA, que en castellano antiguo dio PUERCA, `surco que se abre en las tierras para que despidan agua´.
9. El sufijo -INU es un diminutivo característico del área gallego-portuguesa, primeramente formaba adjetivos de origen, pertenencia o semejanza, después se convirtió en diminutivo (Morala, 1986, 72).
10. Incluímos aquí esta forma basándonos en la hipótesis de García de Diego que vimos más arriba.
11. Los topónimos que aparecen en negrita pertenecen a la Comunidad Autónoma de La Rioja.
TOPÓNIMOS RIOJANOS DEL PATRIMONIO EMILIANENSE EN UNA BULA DE 1199
(Arch. de San Millán M. 41-52)
JOSÉ ANTONIO RANZ YUBERO
Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Autónoma de MadridJOSÉ RAMÓN LÓPEZ DE LOS MOZOS
Miembro de la Comisión Permanente de la Institución Provincial de Cultura “Marqués de Santillana”.
BERCEO núm. 142 (2002), pp. 65-76
ISSN 0210-8550