La Glosa de Manuel Machado  a Berceo en la revista Blanco y Negro.3. COMENTARIO  DEL «RETABLO»  O  «GLOSA» DE BERCEO

La base filológica 

 Ya están ambos a diestra del Padre deseado,
los dos santos varones, el chantre y el cantado:
el Grant Santo Domingo de Silos venerado
y el [maestro] Gonzalo de Berceo [nomnado].
5  Yo veo al Santo como en la sabida prosa
fecha en nombre de Christo y de la Gloriosa;
la color amariella, la marcha fatigosa,
el [capillo] tirado, la frente luminosa...
Y, a su lado, el poeta, romeo peregrino,
10  sonríe a los de ahora que andamos el camino,
y el galardón nos muestra de su claro destino:
una palma de gloria y un vaso de buen vino.
1


      El procedimiento usado para el poema «Alvar-Fáñez» vale aquí otra como base la Vida de Santo Domingo de Silos, de Gonzalo de Berceo
2 .
     El resultado de la confrontación parece paralelo al que ofreció el poema anterior. Sin embargo, Manuel Machado se aparta más del sentido antiguo, y su obra es más bien una glosa ( como se había titulado la obra) , pero intencionada para llegar a un fin sorprendente en el segundo hemistiquio del verso final. La versión está planteada siguiendo el patrón de la pintura de los retablos medievales; pensando en una hipotética visión del cielo, el santo y el cantor están a la diestra del Padre, porque ese es el lado en que se encuentran los justos en textos que se refieren a la suerte del mundo futuro: el propio Berceo había escrito en su obra Los Signos que aparecerán antes del Juicio

serán puestos los justos     a la diestra partida
los malos a siniestro,      pueblo sines medida;
el Rey será en medio      con su az revestida...3

     Y las ilustraciones del Juicio final de los pintores así lo mostraron en tantas ocasiones, que esta partición es un lugar común de la Cristiandad. La constitución equilibrada del poema es clara, y viene apoyada por los ejes verbales de los pronombres articulados del sintagma: la primera estrofa pertenece al relato objetivo (impersonalidad); la segunda está montada sobre el yo del poeta Manuel en actitud contemplativa hacia el santo; y en la tercera, prosiguiendo la descripción, Berceo sonríe a los hombres de hoy, aludidos en el implícito nosotros, que reúne el yo del poeta con los otros que con él andan el camino.
     La organización, pues, puede considerarse establecida de esta manera: 

1ª. Estrofa

1 [ellos] están a la diestra del padre 
2 los dos santos varones                     chantre    y       cantado
               
(A + B)                                   [Berceo]        [Sto. Domingo]
                                                                       B                          A

3-Santo Domingo   
               A
4-Gonzalo de Berceo
               B

relato objetivo (impersonal)

2ª. Estrofa

estrofa en la que Manuel contempla
y describe a Santo Domingo
 
                          A

desde el yo contemplativo

estrofa dedicada a Berceo que enlaza con «los de ahora» y les muestra su ejemplo
                                   B

cerrando hacia el nosotros
[yo + los lectores actuales del poeta]


     Esta repartición de los dos elementos poéticos que son la armadura del poema se refuerza con el carácter bipartito, propio del verso alejandrino, claramente manifiesta en los versos 2, 7 y 8, y que culmina en el verso 12, final y cierre del poema. El ritmo del poema en su desarrollo se corresponde con el equilibrio hierático de las pinturas primitivas, y esta disposición de aire medieval sostiene el poema hasta el segundo hemistiquio del verso final, que es la clave del poema.


Relación con el autor antiguo


      Como en el caso anterior, los materiales de la Vida están claros:

«Retablo»  4      y el maestro Gonzalo de Berceo nomnado

     Propiamente, en este caso, el esquema paralelo del verso antiguo no pertenece a la Vida, sino a los Milagros:

Milagros  2       Yo maestro Gonçalo de Verceo nomnado
4

     El verso correspondiente en que Berceo se nombra a sí mismo en la Vida es:

             757        Yo, Gonçalo por nomne,       clamado de Berceo.
5
                                                          * * *
     La comparación de la tercera estrofa en que el poeta antiguo y el moderno se emparejan en el camino de la romería procede de los Milagros:

               17         todos somos romeos             que camino andamos
                                                          * * *
 «Retablo»  6    fecha en nombre de Christo y de la Gloriosa
Vida  1               e de Don Jesu Cristo, fijo en la gloriosa

                                                          * * *
 «Retablo»  7    la color amariella                 ...
Vida   86            la color amariella,                como omne lazrado

                                                          * * *
 «Retablo» 8     el cabello tirado                     ...
Vida          86     el capiello tirado                   ...
                                                          * * *

«Retablo» 12     ....                                             y un vaso de buen vino
Vida            2      Bien valdrá, como creo,       un vaso de bon vino
                                                          * * *

«Retablo» 12    una palma de gloria
Milagros 603    Grado al Padre Sancto         e a Sancta María.
                           Ya vestides la palma               de vuestra romería


     Daniel Devoto comenta así el vocablo palma: «La palma es la 'victoria del mártir'; vestirla es traslaticiamente 'haberla alcanzado'; vale por llevarla, como la llevan los mártires en la iconografía cristiana.» 6

Arcaísmos del poema de Machado 

     En su caso usa los siguientes arcaísmos en la grafía:
grant (3) : ya lo usó en el anterior, y aquí imprime con la consonante final ensordecida, como es frecuente en los manuscritos medievales.
nomnado ( 4 ): hemos visto que tomó la palabra directamente de la estrofa segunda de los Milagros, en donde rima con prado-poblado- cansado, .como aquí con deseado-cantado-venerado. En la versión inicial de «Blanco y Negro» aparece la forma de nombrado.
prosa (5): el sentido se acomoda a la significación medieval de 'poema' tal como lo usa el propio Berceo en el hemistiquio final de la estrofa primera de la Vida de Santo Domingo, reiterando la expresión en el primer hemistiquio de la segunda:
                  de un confessor santo            quiero fer una prosa
7
fecha (6): es un caso análogo al fizo del poema anterior: la f- es la forma más manifiesta de colorear de medievalismo el texto.
Christo ( 6 ): es grafía común de la palabra en textos medievales.
la color (7): el uso del artículo femenino era frecuente en la Edad Media cuando indicaba, como aquí, el color de la cara.
amariella (7): así usado por Berceo; en «Blanco y Negro», la forma moderna.
romeo (9) : es la forma primera del vocablo ( < bajo latín romaeus) 8, que se encuentra en los manuscritos más antiguos de Berceo. El propio poeta (o los correctores de las otras ediciones) prefirió la forma romero, también usada en otros textos de Berceo, que se hizo común.
     Una especial indicación hay que hacer del hemistiquio «el cabello tirado»; no es propiamente cabello, como se ha visto en la expresión paralela, sino capillo ( o capiello) , 'capuchón de fraile' ( < latín vulgar cappellus). ¿Es error del poeta o errata que desde la primera edición se mantiene por inadvertencia?
     Otro tanto hay que decir de maestre, que es maestro en el texto de Berceo; en este caso, cabe que Manuel Machado haya usado la forma maestre por su aparente arcaísmo, pero el significado no concuerda, porque maestre se empleó en acepciones de orden caballeresco, náutico, etc.9; sin embargo, en la versión primera de «Blanco y Negro» había empleado maestro.
     Sobre otros aspectos del léxico hay que decir:
venerado es palabra muy posterior; el verbo lo registra Percivale en 1591, y venerable y veneración en Alonso de Palencia.
cantado: no está usado en Berceo en el sentido de alabado en poemas, que son cantos poéticos, pero no necesariamente musicales.
chantre: no está en el vocabulario de Berceo, pero sí en las partidas de Alfonso X y en Juan Ruiz como 'cantor'.

Métrica del poema

     En este caso, no hay duda de que Manuel Machado reproduce el verso alejandrino del mester de clerecía, con su estrofa cuatrimembre monorrima, en consonante; la cesura iptensa está también patente. El aspecto general de imitación del primitivo autoriza desde dentro del poema este uso métrico, que veremos que coincide con el auge que puede proceder de su imitación a través de los modernos poetas franceses.

La modernidad del poema

     Analizados los elementos arcaizantes del poema de Machado, pondré de relieve su intención de modernidad. Desde el pasado, a través de la realización de esta Vida del Santo, Berceo «sonríe a los de ahora, que andamos el camino»; este nunc e hic se asegura en la vida del poeta a través de la imagen de la peregrinación por la vida. La expresión en Berceo recoge el sentido simbólico de concebir la vida como una peregrinación en romería, que acaba con la muerte, que es una liberación para el cristiano, tal como dice en la Introducción a los Milagros
                    18   la nuestra romería            estonz la acabamos,
                           quando a Paraíso             las almas enviamos.

     Para el poeta moderno, «andar el camino » es vivir, pero la expresión carece de la resonancia teológica del poeta medieval y tiene, sin embargo, la amarga significación de sentir la conciencia de una vida que se pasa; y más en el caso de la existencia de Manuel en estos años de su vida. La sonrisa del viejo poeta es comprensión, y así muestra el galardón de su destino: la palma de gloria, en una mano, como tantas imágenes religiosas, y en la otra, el vaso de buen vino. La intención de Berceo es bien clara para el público medieval de sus poemas: él se finge juglar precisamente en esta Vida de Santo Domingo y pide un vaso de vino como los juglares verdaderos porque el tópico se articulaba con otras expresiones en el conjunto del libro; así el poeta letrado se dice juglar de Dios:
                  289   cuyos [de Dios] joglares somos          él nos deñe guiar

     Berceo escribe un relato del Santo, que menciona así, con el mismo término que el juglar da a los sucesos del héroe:
                  754   la gesta del conféssor            en cabo la tenemos.

     Pero esto no impide, como es sabido, que la petición juglaresca se espiritualice:
                  760   En gracia vos lo pido,           que por Dios lo fagades,
                            de seños Pater Nostres       que vos [el oyente] me acorrades,



     Berceo se vale conscientemente de un artificio literario para así acercarse a sus oyentes y que estos le oigan con la atención que ponen en la audición de la obra juglaresca.
     Pero la intención de Manuel Machado es distinta: el vaso de buen vino para él es signo de liberación poética, a través de un concepto de la vida bohemia, que siente profundamente en esta situación de la vida. Manuel Machado, juventud literariaBeber el vaso de vino es una afirmación de su personalidad y, al mismo tiempo, de su condición de español. Frente al ajenjo, el licor de la bohemia finisecular, y el cocktail y el whisky, la bebida de los comienzos de siglo, de la que Rubén abusa en tantas ocasiones, el vaso de buen vino es una señal de españolía y, a la vez, de linaje en la bebida, si esto cabe. Si Berceo, el lejano poeta medieval, pedía un vaso de buen vino, su eficacia como pago de los buenos versos es la misma para el poeta actual; si sonríe Berceo con la palma de gloria (para él, divina) , lo mismo hace el poeta de hoy, al que si no llega la palma de gloria (en este caso, literaria), sí puede hacerlo el vaso de buen vino, como a cualquier español del pueblo, que con él a lo menos anima la vida que pasa, «el camino que andamos», que dice el poeta, y con él las penas son --o parecen ser -- menos 10.
     A pesar de parecer esta poesía un juego de artificio filológico-poético, se le quedó en la memoria a Juan Ramón Jiménez, que en un apunte de la personalidad de Manuel como autor de Alma, escribe: «De toda su poesía se desprende esta bella sentencia: olvidarlo todo por una mujer o por un vaso de vino.» 11

      

 

 

NOTAS

1.Como puede verse en la ilustración que reproduce la página de «Blanco y Negro», en su primera impresión la poesía presenta las variantes: 2: altos; 3: sancto; 4: maestro; 4: nombrado; 6: hecha; 6: Cristo; 7: amarilla; 8: sin los puntos suspensivos; 11: disfruta. La edición de Alma. Museo. Los Cantares tiene en el verso 4 nommado, tal como había aparecido en Caprichos, y que de acuerdo con la grafía medieval; ademas, el título aparece cambiado, pues en las anteriores ediciones se llamó esta poesía Glosa. Las rectificaciones que hago se justifican el las páginas siguientes.
2.La fecha de aparición de la poesía me hace pensar que su motivo fuese la edición crítica que de esta obra hizo John D. Fitz-Gerald en el mismo año en que aparece la obra de Manuel   La vida de Santo Domingo de Silos. Edition critique publiée par  John D. Fitz.Gerald, París, E. Bouillon, l904 (vol. 149 de la Bibliothéque de l'Ecole: des Hautc:s Etudes). De todas maneras, la vieja edición de F. Janer en la «Biblioteca de Autores Españoles», LVII, pp. 39-64, siempre quedaba a mano.

3. GONZALO DE BERCEO, Los signos del Juicio final. Ed. Brian Dutton, Londres, Tamesis Books, 1975, tomo II de las Obras Completas, p. 125, estrofa 25.
4. GONZALO DE BERCEO, Los milagros de Nuestra Señora, Ed. Brian Dutton, Londres, Tamesis Books, 1971, tomo II de las Obras Completas, p. 29. Los números que preceden a las referencias de Berceo indican el de la estrofa, y los textos proceden de las obras citadas.
5. GONZALO DE BERCEO, Vida de Santo Domingo de Silos, Ed. de T. Labarta, Madrid, Castalia, 1973, p. 206.

6. GONZALO DE BERCEO, Los milagros de Nuestra Señora, prólogo y edición modernizada de Daniel Devoto, Valencia, Editorial Castalia, 1958, p. 239.
7. JENARO ARTILES, Los recursos literarios de Berceo, Madrid, Gredos, 1968, pp. 13-14.
8. JOAN COROMINAS, Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos, 1954, IV, p. 56, s. v. romano.

9.JOAN COROMINAS, Diccionario crítico etimológico..., ob. cit.., III, p. 186, s... v. maestro.
10. «Más sibaritas, nosotros, los parisienses, apuramos los lentos ajenjos -que duran toda la tarde- alrededor de un elegante velador y repantingados en los divanes de peluche.» ( «La última balada de Oscar Wilde», en M. MACHADO.Prosa, en el libro El amor y la muerte, ed. cit. de J. L. Ortiz de Lanzagorta, p.39.)
11. JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, La corriente infinita (critica y evocación), Ed. de Francisco Garfias, Madrid, Aguilar, 1961, p. 42.

Los «Primitivos» de Manuel y Antonio Machado
Francisco López Estrada
ensayos/planeta de Lingüística y Crítica Literaria
Madrid 1977
(Parte Primera -II Comentario de los «Primitivos», pág. 44 -51)

Biblioteca Gonzalo de Berceo

Catálogo general en línea