Veni Creator Spiritus pleno de dulçe lumne,
Visita nuestras mientes de ]a tu sancta lumne.
Purga los nuestros pechos de la mala calumne,
Implelos de tu graçia commo es tu costumne.
Tu eres con derecho dicho confortador,
Dono dulz preçioso de Dios nuestro Sennor,
Fuent viva, fuego vivo, caridat e amor,
Unçion con que sana la alma pecador.
De la tu sancta graçia, de la tu caridat
Manan los siete dones de grant actoridat :
Tu eres dicho dedo del Rey de magestat,
Tu façes a los barbaros fablar latinidat.
Ençiende la tu lumne en el nuestro sentido
Que ayan nuestras almas en ti amor complido:
La pereza del cuerpo que anda amortido
Sea resuçitada por el tu don complido.
Del mortal enemigo tu graçia nos defienda,
Danos commo vivamos en paz e sin contienda :
Tu sei guion nuestro, cubranos la tu tienda
Que escusar podamos toda ma]a façienda.
Danos sen que sepamos el Padre entender
Avueltas con el Padre al Fijo connoçer:
De ti commo tengamos creençia e saber,
Commo eres con ambos un Dios e un poder.
Loor sea al padre e al su engendrado:
A ti Creator Spiritus, de ambos aspirado :
El Fijo que por nos fo en cruz martiriado
Envienos la graçia del Spiritu sagrado. Amen.
Ave Sancta María estrella de la mar,
Madre del Rey de gloria que nunqua ovist par,
Virgo todas sazones, ca non quisist pecar
Puerta de pecadores por al çielo entrar.
A ti fue dicho Ave del angel Gabriel,
Vierbo dulz e suave plus dulçe que la miel:
Tu nos cabten en paz, madre siempre fiel
Tornó en Ave Eva la madre de Abel.
Solvi los pecadores que iaçen enrredados,
Da lumne a los çiegos los que andan errados,
Tuelli de nos los males que nos tienen travados,
E ganannos los çienes de qui somos menguados.
Demuestrate por Madre, muevate piadat,
Ofreçi nuestras preçes al Rey de magestat,
Acabdanos la graçia por Dios e caridat,
Del Fijo que en ti príso umanidat.
Virgo madre gloriosa singular e sennera
Plena de mansedumbre, plus simple que cordera,
Tu nos acabda, madre, la vida verdadera,
Tu nos abri los çielos commo buena clavera.
Tu guia nuestra vida que non la enconemos,
Tu sei nuestra via que non entropeçemos :
Tu nos guia, sennora, quando daqui iremos,
Commo a Dios veamos, con él nos alegremos.
Loor sea al Padre, al Fijo reverençia,
Onor al Sancto Spiritu non de menor potençia,
Un Dios e tres personas, esta es la creençia,
Un regno, un imperio, un rey, una essençia. Amen.
Tu Christe que luz eres, que alumnas el dia
Que tuelles las tinieblas, façeslas ir su via,
Bien creo que luz eres, lumne de alma mia,
E que predigas lumne e toda bien fetria.
Sennor e Padre Sancto, a ti merçet pedimos.
Por ti en esta noche seamos defendidos
Que folguemos seguros de nuestros enemigos,
Ayamos noche buena los de ti redemidos.
De suenno de part mala non seamos tentados,
Del enemigo malo non seamos hollados,
Non consienta la carne al rey de los pecados,
Que da malos conseios, suçios e enconados.
Los oios prendan suenno, commo es su natura,
Los corazones velen, esto es derechura:
Defienda la tu diestra sancta de grant mesura
Los siervos que te aman, oran la tu figura.
Torna a nos tus oios, tu, nuestro defensor,
Refieri al diablo, un mal envaidor ,
Gobierna los tus siervos, tu, buen gobernador,
Los que con la tu sangre comprast con grant dolor .
Sennor, de nos te miembre, denna nos defender
Que non pueda la carne la alma confonder:
Sennor que por las almas quisist passion prender
Tu non nos desampares, nin nos desses perder .
Tu, Padre de los çielos en todo poderoso,
Con el Fijo qual tu non menos poderoso.
E con el Spiritu Sancto de donos graçioso,
Tu nos da fin perfecta, a las almas buen poso.Amén (1) (2).
(1) No dejó Gonzalo de Berceo de mencionar en sus poesías
diversos personajes, ya de la historia de su tiempo, ya de
épocas más remotas, como los reyes don García de Nava-
rra, don Fernando I de Castilla, Alfonso VI y otros: ya
sucesos memorables, como la batalla de Alarcos y de Si-
mancas, con el tributo de las cien doncellas; ya poblacio-
nes de su patria y de los territorios cercanos, como Berceo,
San Millán de la Cogolla, Nájera, Tarazona, Cantabria,
etc.; pero ni son excesivas las alusiones que hace, ni de
tanto interés histórico o geográfico que requiriesen llamar
de continuo la atención del lector, como sucede en los
Cantares del Cid, cuyas continuadas referencias a perso-
najes, pueblos y costumbres son de innegable importancia.
(2) Al terminar Sánchez la publicación de las Poesías de Ber-
ceo, añadió, como por vía de ilustración, un elogio antiguo
de este poeta, que damos a conocer a nuestros lectores,
con las notas y observaciones mismas con que le enrique-
ció el mencionado literato.
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