La Basílica de la Virgen de los Arcos es el monumento religioso más antiguo de La Rioja . Su particularidad estriba en que fue edificado con materiales reutilizados procedentes de la antigua ciudad romana de Tritium Megallum, Tricio la Grande, que comprendía el Tricio actual, Nájera y otras localidades próximas.
El edificio posee estructura basilical con planta longitudinal de tres naves y cabecera cuadrangular, Data del siglo V y fue construido sobre un antiguo mausoleo romano del siglo III que ocupaba la zona del presbiterio o Cámara Santa.
En el interior, las naves laterales están separadas de la central por arquerías apoyadas en una columnata corintia formada por fragmentos de columnas pertenecientes a un edificio romano construido en el siglo I.
Los arcos son visigodos de fines del siglo VI, principios del VII en piedra toba, traida de la sierra. Salvo el primero de la arquería del lado del evangelio que responde al tipo romano y fue construido en piedra arenisca típica de la zona.
Por sus dimensiones, se trata de las columnas de mayor diámetro de toda España y debieron alcanzar los 20 m. de altura. En el siglo XVIII, el interior de la Basílica se cubrió por yeserías barrocas, donde todavía hoy se aprecia el escudo de la Orden de la Terraza.
En la zona de la cabecera, se conservan restos de las pinturas que originalmente decoraban la basílica. Se trata de pinturas románicas de finales del siglo XII, de estilo sencillo y tosco, que fueron repintadas sobre las originales paleocristianas del siglo V. Representan diversas escenas de la Pasión de Cristo, algunas de ellas fragmentadas.
En la parte inferior, se encuentra un zócalo con dibujos geométricos de finales del siglo XII de estilo mozárabe. También las solerías estuvieron decoradas; en las esquinas del muro este quedan teselas de un mosaico paleocristiano que debió cubrir la Cámara Santa.